El Amor De Antonio romance Capítulo 249

-Yo... -Lydia miró a Alejandra y rozó sus labios. -Lo haré. Hablaré con ella de mala gana. -

Alejandra parecía mucho más relajada al decir eso. Sus labios se levantaron ligeramente.

Dijo eso que significaba que ya no estaba tan enfadada.

Clara esbozó una sonrisa de satisfacción. -Así es. Vamos. Comamos primero. Comamos y hablemos de ello. -

Cogió los palillos y puso un trozo de pescado en el plato de Lydia. -Este es el bacalao frito que tanto te gusta. -

Y luego. También le dio a Alejandra un trozo de comida. -Alejandra, estas son tus patatas ralladas favoritas. -

Alejandra sonrió ligeramente. -Gracias. -

Clara sonrió y negó con la cabeza. -No tenemos que ser tan educadas entre nosotras. -

Alejandra sonrió pero no dijo nada.

La comida había terminado. El ambiente era armonioso. Fue sobre todo el comentario de Antonio de que nadie debía hablar durante la comida lo que hizo que todos no hablaran. Todos comieron en silencio y con tranquilidad.

Esto hizo que Aquiles, que siempre era un parlanchín, se sofocara casi hasta explotar.

Después de la cena. Todos se reunieron en el salón. Aquiles, que se había estado mordiendo la lengua por el silencio, abrió la boca con urgencia. -¿Se puede saber qué pasa con estos dos? -

Señaló con el dedo a Guillén y Alejandra.

En la mesa de la cena. Vio cómo Guillén ponía la comida en el plato de Alejandra. Estaban muy íntimos.

-Como puedes ver. Estamos juntos. -dijo Guillén en tono ligero.

-¿Juntos? -Los ojos de Aquiles se abrieron de repente. -Guillén, ¿te has vuelto loco? Sabes que ...-

-Yo me encargo. -Guillén le cortó. -Convenceré al abuelo. -

Aquiles le miró fijamente y luego se echó a reír. -¿Estás de broma? ¿Vas a convencer al abuelo?-

El abuelo tenía un temperamento como una piedra que duraba miles de años. nadie más que Antonio podía convencerle, por desgracia.

Ahora Guillen tuvo la osadía de decir que quería convencer al abuelo. Menudo chiste.

Clara fingió estar enfadada y fulminó con la mirada a Aquiles. -Eres un exagerado.-

Cuando todos pensaban que iba a hablar en nombre de Guillén, continuó - Aunque sea verdad. Hay que ser sutil al respecto. -

Todos...

-Cuñada. Sé que me he equivocado. No lo haré la próxima vez. -Aquiles levantó la mano derecha. La expresión era especialmente buena y bonita.

Clara sonrió ligeramente. -Huh. Recuerda ser más sutil la próxima vez. -

Lydia sacudió la cabeza. -Clara, veo que se te da mejor el sarcasmo que nunca. -

-¿Qué? ¿Soy tu mejor alumna? -Clara enarcó una ceja al verla.

-Eso no es ni de lejos. -Lydia levantó la mano en un gesto.

-Bien. -Clara se encogió de hombros. Luego cambió la conversación. -Alejandra, Lydia, vamos. Vamos a aclarar vuestros conflictos hoy. Todos los disgustos se resolverán esta noche. Mañana todo volverá a la normalidad, como siempre. ¿Qué os parece? -

Alejandra miró a Lydia y asintió con la cabeza. -Bien. -

Lydia respondió con un -Bien.-

Clara sonrió y asintió. Luego les dijo a los tres hombres -Tenemos algo que hablar entre las chicas. ¿Por qué no se apartan? -

-¿Hay algo que no podamos oír? -Aquiles sintió curiosidad.

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