El Amor De Antonio romance Capítulo 290

Al verlo mirando a Alina, Lydia se sintió un poco incómoda, pero asintió y respondió, -Sí, una amiga que acabo de conocer.-

-¿Una amiga que acabas de conocer?- Aquiles arqueó las cejas, -Pensé que eran buenas amigas después de verlas hablar con tanto entusiasmo.-

Luego, se acercó a Alina, -Hola, soy Aquiles Díaz.-

Alina miró a Lydia, luego se puso de pie, tomó su mano y sonrió dulcemente, -Hola, soy Alina, mucho gusto.-

Aquiles sonrió bromeando, -Mucho gusto.-

De repente, con un dolor en la pantorrilla, resopló de dolor, luego volvió la cabeza y miró a Lydia.

“¿Por qué me pateas?” Preguntó silenciosamente.

Lydia le sonrió, la sonrisa no llegó al fondo de sus ojos, -¡Aquiles, recuerda tu identidad!-

Ella bajó la voz deliberadamente y le habló al oído, luego volvió la cabeza y vio que Alina estaba aturdida y sonrió, - Alina, él es mi novio. Le gusta mucho bromear. Es muy molesto.-

Después de decirlo, miró a Aquiles con enojo, y la actitud de la mujercita hizo que la gente realmente pensara que eran una pareja.

Alina no tenía ni un ápice de sospecha, solo miró de arriba abajo a Aquiles y elogió, Lydia, tu novio es tan guapo.-

-Gracias.- Lydia se tapó los labios y sonrió con modestia, no podía ocultar su orgullo entre los ojos.

¡Estaba fingiendo mucho! Aquiles puso los ojos en blanco en secreto. Si no hubieran tenido un contrato, realmente quería decir que no eran novios, ¡y que todo era falso!

Alina sonrió. Al ver que ya había venido su novio, se sintió demasiado avergonzada para seguir bebiendo con Lydia. Rápidamente encontró una excusa y dijo, - Lydia, bebí un poco demasiado y no estoy muy cómoda, así que voy a volver a descansar.-

Sin esperar la reacción de Lydia, se fue apresuradamente con el bolso.

Lydia tampoco la llamó, solo miró a su figura que se marchaba, luego se sentó en la silla alta, tomó el vino que le sobraba de la barra y se lo bebió.

Al ver esto, Aquiles se sentó en la silla en la que Alina acababa de sentarse, pidió un martini y luego giró la cabeza para ver las mejillas originalmente blancas de Lydia apareciendo un ligero rubor en ese momento, y parecía cada vez más atractiva debajo de la luz borrosa del bar. Su corazón no pudo evitar perder un latido.

Tomó un sorbo de vino para ocultar la extrañeza en su corazón.

-Aquiles.- Lydia de repente lo llamó por su nombre.

-¿Eh?- Arqueó las cejas y la miró con duda.

Lydia apretó los labios, luego volvió la cabeza y lo miró fijamente, -¿Por qué siempre me encuentro contigo en los bares?-

¿Siempre? Aquiles frunció el ceño, -Incluyendo hoy, en total solo nos encontramos dos veces.-

-¿Te gusta venir a este tipo de lugar?- Lydia entrecerró los ojos ligeramente.

-Más o menos. Vengo cuando estoy aburrido.- Aquiles también respondió con mucha franqueza.

-¿Siempre vienes sola?- preguntó de nuevo.

Aquiles frunció el ceño, -Señorita Lydia, ¿es importante si vengo solo?-

-Por supuesto...- Lydia solo quería abrir la boca para responder “Por supuesto que es importante”, pero cuando vio su mirada, cambió sus palabras y dijo, -Por supuesto que no es importante.-

Dijo las tres palabras "no es importante" sin confianza.

Aquiles sonrió, -Ya que no es importante, no me preguntes.-

Lydia de repente se deprimió.

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