Guillen entró en el cuarto de enfermo, al oír el movimiento, Eliazar creyó que era Sandra, por eso volvió la cabeza, -Sandra… tú…- Pero calló de repente.
El momento en el que vio a Guillen, se le vio la alegría en la cara, pero él puso una cara tensa, interrogó fríamente, -¿Qué haces aquí?-
-He venido a verte.-
Guille se movió al pie de la cama, se miraron a los ojos con su abuelo.
-Vienes a ver si estoy muerto, ¿no?- Al pensar que este niñato llevaba unos días sin venir a verle, Eliazar se sintió ahogado de ira.
Sí que era verdad que tuvo culpa fingiendo un enfermo, pero este niñato se había pasado mucho y no quería venir a verle, lo que le hizo sentir muy triste.
Guillen frunció las cejas, -Abuelo, ¿hace falta que hables con tanta agresividad?-
Eliazar resopló fuertemente, -Me lo obligaste.-
Estaba tan alegre, pero tuvo que fingir que estaba enfadado, Guillen no se pudo controlar a reír, -Abuelo, ya que he venido a verte, vamos a hablar bien, ¿vale?-
Eliazar lo miró fijamente con un poco de disgusto, -Vale, vale, haz lo que quieras.-
Guillen rio, por qué el abuelo tuvo tanto orgullo.
Después de una larga charla con el abuelo, asintió que él pudo decidir su propio matrimonio.
-Abuelo, me lo prometes personalmente, no te puedes arrepentir.- Guillen quiso tener las palabras del abuelo.
Eliazar se puso descontento, -Niñato, ¿cuándo he faltado a mi palabra?-
Guillen rio en seguida, -Nunca, nunca, siempre cumples su promesa.-
-Así está bien.- Le dio una mirada desdeñosa y dijo, -Tienes que agradecer a Sandra, en estos días en que estás enfadado, fue ella que me convenció de permitir vuestra relación.-
Al escuchar esto, Guillen se puso sorprendido, ¿Sandra era tan buena? Antes fue ella que cooperó con el abuelo para engañarle, él no se atrevió a creer en su "bondad".
Cuando vio que Guille no lo creyó, Eliazar le tocó la cabeza con mucha fuerza, él no pudo aguantar el dolor y dijo, -Abuelo, ¿cómo puedes pegarme?-
Eliazar lo miró con frialdad, -Si no te pego, ¿pego a quién? Sí que es verdad que antes Sandra y yo te engañamos, pero esta vez Sandra quiere ayudaros de verdad, incluso ella ha decidido a estudiar en el extranjero.-
¿De verdad? Guillen siguió siendo dudoso, al fin y al cabo "gato escaldado, del agua fría huye".
Si no me crees, ve por ella.-
Luego, Eliazar suspiró con fuerza, -Sandra es tan entendedora, siento mucha pena por ella.
Parecía que Guillen estaba pensando en algo con las cejas fruncidas y los labios cerrados.
Alejandra bostezó y miró hacia la puerta cerrada con el entrecejo arrugado, ¿por qué hablaron tanto tiempo?
Pensando en esto, se abrió la puerta, salió Guillen.
Alejandra se quedó aturdida, y luego se puso de pie viendo que se le acercó.
-¿Cómo va?- preguntó ella preocupada.
Guillen levantó las cejas y dijo, -Adivina.-
Viendo su cara alegre, ella preguntó tanteando, -¿Todo bien?-
Guillen rio levemente, -Sí, todo bien.-
Al oír esta respuesta, Alejandra pudo aliviarse un poco, -Está bien.-
Señaló el cuarto del abuelo, -¿Necesito ver al abuelo?-
-No lo necesitas.- Cuando el abuelo vuelva a casa, os podéis ver.-
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