El Amor De Antonio romance Capítulo 71

Todo el mundo se quedó silencioso en un instante.

Cuando salieron las palabras, el labio los cuatro hombes se crispó por asombro al mismo tiempo.

Todos ellos eran no solo los señores nobles que nacieron en una gran familia, sino los grandes que hacían levantar el viento y las nubes en el comercio. Eran ricos y guapos, y un sinnúmero de mujeres andaba tras ellos como una bandada de patos. Si estos señores salieron a hacer una reconciliación a un hombre, y se lo enteraría por los demás, ¿en dónde pondrían la cara?

-Esta idea es interesante, yo quiero asistir al juego-

Cuando los cuatro hombres estaban callados, Begoña le asaltaron las palabras como si temiera que la ocasión fuera pacífica.

Y ellos fijaron los ojos en ella al mismo tiempo.

Begoña fingió darse cuenta de ellos, y echó una mirada a Clara expresando que estaba de acuerdo consigo.

Clara guiñó los ojos, miró a ellos riendo y les preguntó, -¿Qué os parece? ¿Empezamos el juego?-

Aquiles dio una risa fingida y le dijo, -Cuñada, ¿si podemos cambiar una apuesta? Hacer una reconciliación a un hombre va a dañar mi autoridad. Si eso se entera por los demás, no hay una mujer que quiera casarse con nosotros. En otra parte, si tú pierdes el juego, irás a hacer la reconciliación a un desconocido, eso no será bueno, ¿no? Ni siquiera mi hermano mayor también está aquí-

Clara le daba igual lo que dijo, ella le contestó agitando la mano, -De nada, si yo pierdo el juego, Antonio le hará por mí-

(Silencio)

De repente toda la habitación cayó en la tranquilidad, y ellos empezaron a moverse impacientemente.

¿Dejaría a Antonio que hiciera la reconciliación a un hombre?

¡Estupendo! En toda la vida si podrían ver que Antonio haría una aventura como eso, ya no les quedará ninguna pena.

-¡Él está de acuedo!-

Aquiles era la primera persona que rompió el silencio, le ayudó a Antonio tomar la decisión que participó en el juego.

Y los otros le servieron el vino y encontraron los dados, que estaban muy impaciente por querer verle que diera el escándalo.

Sin embargo, ellos no consideraban que Clara conocía bien el cómo jugar de los dados si bien no era capaz de beber mucho. En los docenas de juegos siguientes, ella únicamente perdió tres.

Y los amigos, incluida a Begoña, bebieron muchas copas de vino seguidamente. En el rostro ovalado de la guapa emerigió el rubor ligero.

Aquiles se arremangó las mangas que casi estaba loco por el fracaso, -Cuñada, sospecho mucho que has hecho trampas, si no, es imposible que hayas ganado aproximadamente todos los juegos. ¡Qué raro!-

-Como habéis aceptado la apuesta, tenéis que convencerse de mí. Aunque no puedo beber mucho, soy profesional en los juegos como esto. ¡Qué desafortunados estáis en jugar esto conmigo!-

Mirando con sonrisa a los amigos que se hallaba taciturnos, Clara se quedaba de bonísimo humor.

Hacía mucho tiempo que no se había alegrado. Al principio, como no había tenido buena relación con las familias, ella había llevado una vida triste. Y más tarde, Francisco había salido la vía, por eso Clara había cerrado el corazón y no se atrevía a mostrarlo a nadie.

Los hombres ante ella eran los nobles, y había en ellos la altivez. Pero ellos se dignaron y hicieron el juego inferior consigo, hasta cierto punto significaba que ellos estaban acuerdo con ella.

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