El Amor De Antonio romance Capítulo 88

-Entonces encontré una manera discreta de esquivarme.- Clara encogió los hombros, -Total, esta mujer no es bondadosa, antes me humilló ante tanta gente que no puedo olvidar esa escena hasta ahora.-

-No voy a dejar que te vuelvan a dañar como esto siempre que yo esté a tu lado.-

Antonio la abrazó y le palmeó la espalda.

Él podía imaginar lo temerosa que era cuando una novata estaba frente a reglas tácitas.

¡Afortunadamente, no le pasó nada!

Sin embargo, ya que se había enterado de esto, no lo podía pasar por alto como si nada hubiera pasado.

-Gracias, Antonio, pero quería arreglarlo yo sola, tarde o temprano le voy a ajustar las cunetas a Delia, en cuanto a esta foto, todavía no la quiero filtrar.

-¿Cuál es tu plan, querida?-

Antonio la soltó y frunció el ceño.

-Nada, cuando volvamos esta vez, Cecilia no estará quieta. Últimamente hay muchas estrellas que la están apoyando, entre los cuales están Amaya y Delia. Si esta vez pudiera estar quieta, nada pasaría, pero si no, me temo que tengo que tomar medidas especiales.

-A veces, espero que no seas tan ambiciosa.-

Antonio suspiró levemente, le tocó el rostro a Clara enternecido.

Como un personaje omnipotente, Antonio sabía perfectamente que uno va a vivir muy duro si no era un perro viejo en este círculo.

En estos dos años, Clara sufrió mucho e iba con mucha discreción. Y ella pudo lograr el mérito de hoy, la dureza era evidente.

Clara hizo mimos en la mano grande y templada de Antonio y sonrió, -Hago lo que quiero, nada es duro.-

-Incluso, si no hubiera sido tan ambiciosa, habría fracasado muchas veces.-

-Era lo de antes, pero ahora, tienes un respaldo.-

-Si hubiera sido antes, Clara tomaría una actitud conciliadora.

Pero después de la lección que le dio Francisco, ella entendió que te tratarían como monigote si estas acostumbrada a ceder. Contraatacar en el tiempo oportuno haría que te temieran los demás.

¡Ahora ella no era pusilánime ya!

……

Ya que había acabado el rodaje del anuncio, no hacía falta que siguiera quedarse en la Ciudad H, decidió volver a la Ciudad Paz el día siguiente.

A la mañana siguiente, Clara fue a llamar la puerta de Cecilia, se dio cuenta de que ella había hecho los trámites de salida con su asistente y se habían ido al aeropuerto.

Evidentemente, en este viaje, Cecilia no podía aprovecharse nada de Clara y por eso perdió la paciencia.

Sin Cecilia, ni había nada que preocuparse, cuando ella volvió a la Ciudad Paz con Antonio, era la tarde de ese día.

Después de salir del aeropuerto, Antonio la llevó a la empresa primero.

Al ver a Clara, Alejandra se lanzó sobre ella diciendo, -Clara, el tiempo va más lento sin ti, te echo mucho de menos.-

Clara la empujó manoseando la piel de gallina y dijo, -No me asquees, quieres regalo, ¿no? ¡No te lo he preparado!-

-¡Aguafiestas!-

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