El Amor De Antonio romance Capítulo 89

Cuando supo que Clara quiso pedir disculpa pública, quedó totalmente sorprendida, -Clara, ¿estás loca? ¿Por qué consientes en aclarar? ¡Quiero partirte la cabeza de verdad para ver qué cabe dentro!-

-No te preocupes, el espectáculo se acaba de montar, ¿crees que es tan fácil aprovecharse de mí?-

Clara echó una mirada a Alejandra que estaba aturdida y dijo tranquilamente.

-¿Qué quieres decir? ¿Has encontrado la manera de resolverlo?-

Alejandra pudo relajarse un poco, pero siguió siendo inquieta y dudosa.

-Si, pero necesito tu ayuda.-

-¿Qué ayuda?-

-Solo un pequeño favor, me ayudas a…-

Después de haberle dicho algo al oído, Clara le palmeó el hombro diciendo, -No es difícil, ¿no?-

-Claro, ¿pero para qué?-

Alejandra la miró dudosamente.

Clara escogió los hombros y entrecerró los ojos, -Ya que la empresa le da el apoyo a Cecilia a enfrentarme, no voy a ser clemente. Además, quiero que la empresa sepa que es un error que me trate como presa fácil.-

-Pero Clara, si te expulsa la empresa, ¿qué haces?-

Alejandra frunció el ceño, parecía muy preocupada.

Sin embargo, Clara rio en tono de burla, -¿Expulsarme? Tranquila, para entonces ni se atreverían a tener ideas de expulsarme.-

A pesar de que siguió siendo preocupada, viendo que era tan valiente y intrépida, Alejandra dejó su preocupación por el momento.

……

Hay que decir que el Grupo Santa tenía mucha eficacia, tardó menos de dos horas en preparar bien la sala de reunión, ahora solo faltaba la aclaración de Clara.

Antes de salir al escenario, Clara hizo una llamada a Antonio contándole la situación aquí.

Una vez colgada la llamada, Aquiles miró a Antonio que estaba ceñudo, -Antonio, ¿no vas a hacer nada viendo que la putean a Clara? ¿No te duele?-

Antonio le echó un vistazo y dijo tranquilamente, -He dicho que no me voy a entremeter en sus asuntos en caso innecesario.-

Aquiles puso los ojos en blanco artificiosamente, -¿Qué teoría dices? Es tu esposa, si tú no es el que se entremete, ¿quién va a ser?-

-Tu cuñada no me permite hacerlo.- Antonio se puso indiferente como normal y siguió diciendo, -Incluso, ella acaba de ser herida, necesita probar ella sola que es digna. Y lo que puedo hacer ahora es tratarla bien y recuperarle las heridas en el fondo hasta que me acepte totalmente. ¿Pero antes de esto, no voy a actuar a la ligera, si no, se me alejará, y adónde busco una mujer como ella?-

-Es así.-

Por fin Aquiles se dio cuenta de cómo iba esto y miró increíblemente a Antonio, -No esperaba que habías pensado en todo, te admiro de verdad.-

-No subestimes tanto a tu cuñada. Sí que es verdad que ha sufrido muchas injusticias, pero los que intentan herirla tampoco van a estar sanos y salvos.

Ahora, Antonio levantó sus labios y miró a la pantalla del ordenador.

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