El Amor De Antonio romance Capítulo 252

Mientras la televisión del salón emitió las noticias del caso la corrupción de la familia Martí, Clara estaba aprendiendo a arreglar flores con Albina.

“El caso de malversación de fondos de los ejecutivos de la empresa Martí se ha visto hoy en público en el Tribunal Popular.”

En cuanto oyó el sonido procedente del televisor, Clara dejó inmediatamente las tijeras de cortar flores que tenía en la mano y se dirigió rápidamente al salón, con los ojos clavados en la pantalla del televisor.

Antonio levantó los ojos para mirarla, -¿No estás hoy en la escena? ¿Por qué sigues mirando tan seriamente?-

-He visto todo el juicio-. Clara se acercó y se sentó a su lado,-Pero la entrevista no la vi-.

En la pantalla de televisión, Lolita le decía al reportero con cara de justicia, -Creo que la ley es justa y dará a la empresa Martí un resultado satisfactorio.-

Mirando la cara de asco de Lolita, Clara no pudo soportar más, -¿Cómo crees que hay una persona tan desvergonzada en este mundo? Es simplemente subvertir mis puntos éticos-.

Al ver su mirada indignada, Antonio se rió suavemente, y luego dijo, -Es tan fea, así que por supuesto es una desvergonzada-.

Clara levantó las cejas sorprendida y sacudió la cabeza, -Antonio, tus palabras son agrias. Pero ... ¡me gusta!-

Antonio cariñosamente pellizcó su nariz, a continuación, trasladó sus ojos de nuevo a la televisión, viendo las noticias Lolita y Gregorio, los ojos ligeramente entrecerrados, -El resultado de hoy también puede ser ellos no esperaban, siempre y cuando los padres Alejandra no han sido condenados, esas personas realmente corruptos sin duda serán muy molestas, por lo que la próxima vez que sin duda tendrá nuevas acciones. -

Clara asintió, -Eso es lo que también nos dijo el abogado Israel, así que busquemos pruebas que puedan demostrar la inocencia de los padres de Alejandra, lo antes posible.-

-¿Y el amigo del padre de Alejandra?-

-Los evitó.-

-¿Por qué?- Antonio frunció el ceño.

Clara negó con la cabeza, -No sé, Alejandra dijo que justo después de esa reunión, ese amigo dijo que quería ayudar a ella, pero cuando Alejandra se puso en contacto con él, solo le contestó diciendo que tenía algo que hacer, no puede ofrecer ninguna ayuda a ella, así que...-

Se encogió de hombro, -¿entiendes?-.

-¿Amenazado?-

Antonio preguntó.

-Debería serlo. Ese no es el tipo de cosas que haría Lolita-.

En respuesta, Clara despreció a Lolita desde pelo hasta los dedos de los pies en todo su cuerpo.

El rostro de Antonio se hundió ligeramente, -Si estoy en lo cierto, la familia Martí podría hacer algo a los padres de Alejandra primero.-

Ante esas palabras, la expresión de Clara cambió, -es decir que...-

Si realmente ellos querían hacer algo a los padres de Alejandra primero, las cosas podrían llegar a un punto en el que no hubiera vuelta.

Una vez que vio que toda su expresión había cambiado, Antonio sonrió sin poder evitarlo y la consoló, -Sólo estoy suponiendo, no pienses demasiado en ello.-

-Pero esta suposición es una posibilidad segura, no puedo ignorarla. Tengo que decirle a Alejandra para que esté preparada para afrontarlo".

Lo dicho,dicho.

Antonio giró la cabeza para verla subir con estrépito las escaleras y no pudo evitar mostrar la sonrisa.

Su figura desapareció al doblar la esquina de la escalera antes de que él retirara los ojos.

La televisión emitía otras noticias y la apagó tras un rápido vistazo.

Reflexionó un momento con una expresión ligeramente austera, y luego cogió el teléfono de la mesita y marcó un número.

Cuando se conectó, sus finos labios se abrieron ligeramente, -Guillen-

A la mañana siguiente, temprano, Clara, que aún dormía, recibió una llamada de Alejandra.

-Clara, mis padres confesaron el crimen.-

Las palabras al otro lado del teléfono le quitaron el sueño a Clara al instante.

Se incorporó de la cama con voz nebulosa, - Alejandra, ¿qué has dicho? Dilo otra vez.-

-Mis padres se confesaron en la cárcel anoche-.

-¿Por qué?- Clara se rascó el pelo con fastidio, y luego, pensando que Alejandra estaba sola ahora, y que había sucedido algo así, no le importó hacer más preguntas, y se apresuró a decir, -Espérame, ya voy-, y colgó el teléfono.

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