El Chico Dhall © romance Capítulo 58

Extra-6

¡Alerta Spoiler!

Las personas que no han leído la primera novela tienen totalmente prohibido por mi persona leer este capítulo, a menos que se quieran comer un rico y sabroso spoiler del tamaño del titanic.

Quedan advertidos.

Pov Sara

A veces me pregunto cómo fuesen las cosas si él y yo no hubiésemos estado juntos.

Wade.

¿Él hubiese continuado con su vida como si nada o de alguna manera me buscaría?

Aspiro el aire del cuarto mezclado con su olor a lavanda y me abrazo a mi misma al no tener su calor conmigo.

Hoy, según él, tenía que hacer unas cosas y que por eso llegaría tarde, pero... No entiendo por qué tanto misterio si yo para mi cumpleaños lo único que quiero es tenerlo conmigo, nada más.

Ay por la luna.

Como me he enamorado del Ricky Ricón con todos estos años.

Abrazo fuerte su almohada y cierro los ojos, al menos sé que estará aquí por la madrugada y que no me dejara sola.

Lo sé

...

Despierto por el olor de huevos revueltos en la cocina y estiro mi entumecido cuerpo notando que mis pies se salen de la gigantesca cama.

Junto las cejas y estiro el brazo notando casi el final de la cama con sábanas de algodón y no las de seda. Me levanto rápido haciendo que mi cabeza duela y observo con detenimiento la pequeña habitación con un mini balcón que da hacia las calles de la ciudad.

¿Dónde estoy?

Me levanto con una pijama completa de un color rosa chillón y me detengo frente al espejo el la puerta para observar mi deplorable estado.

Cabello maltratado, ojos rojos cansados, ojeras gigantescas, cuerpo sumamente delgado, labios partidos, cejas pobladas y así me podría pasar todo el día, enumerando el sin fin de defectos que me veo.

Escucho platos de vidrio ser sonados desde fuera de la habitación y agarro el pomo de la puerta con nerviosismo, doy un largo suspiro y decido abrirla, llevo mis ojos al frente donde queda la cocina y en esta se encuentra un tipo robusto, de más o menos mi tamaño, con barba de leñador y cabello despelucado poniendo el desayuno en su lugar.

¡¿Pero esto que es?!

El tipo alza la vista al notar mi presencia y borra su sonrisa completamente —No hay ni un día en el que pueda hacer bien las cosas, intento sorprenderte para tu cumpleaños y en vez de tener un poquito de compasión conmigo para que termine de hacerte el desayuno vienes y sales con tu descaro para recalcarme más lo inútil que soy —tira su delantal en la isla de la cocina y hago una mueca extrañada por la situación en la que estoy —eso, burlarte de tu asqueroso esposo —¿esposo? camina hasta mí con rapidez y sonando sus pasos, intenta agarrar mi cuello, pero retrocedo e intento noquearlo sin éxito dandome cuenta de que mis poderes han desaparecido totalmente. El viejo me agarra con fuerza y pongo mis manos sobre las suyas para que me suelte, ya que no puedo respirar —así es como debes estar, como todo lo que eres.

Me suelta y caigo rendida al suelo buscando todo el aire que le falta a mis pulmones.

Esto es un sueño de mal gusto y deseo que alguien me despierte ya mismo.

No quiero estar más aquí.

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