EL CLUB DEL DESEO romance Capítulo 3

Gael caminaba en medio de las personas que estaban alegres hablando, muchos lo saludaban y él como todo el caballero que era les devolvía el saludo.

Todas las mesas estaban ocupadas, en la tarima que estaba de lado norte había una hermosa pelirroja bailando muy sexy en un tubo, y en la tarima de la sur un bailarín, por las cuales las mujeres daban suspiros y hasta más.

—¿Qué tal la noche José? — le preguntó Gael al hombre detrás de la barra, quien ya sabía que debía prepararle una bebida a su jefe en cuanto él llegaba por ahí.

—Uff jefe, muy movida en especial al ser fin de semana.

—Sí, veo bastante movimiento — dijo feliz que todo marchaba de maravilla.

—También hay clientas nuevas y una me pidió quedarme un rato después de mi turno ¿me da permiso? — Gael le sonrió a José.

—Por supuesto, escoge una de las tres que hay. Sabes qué deben apuntarse para que no le quiten el lugar. — José asintió a su jefe, Gael tenía una habitación exclusiva para él y su aventura de una noche y tenía 3 adicionales para sus empleados que no bailaban y no ganaban un extra. Claro que no todos tenían ese privilegio, sólo los más leales, y los que llevaban años trabajando para él, como José, que tenía 5 años, justo cuando empezó a irle de maravilla apareció él buscando trabajo, y hasta el momento era uno de los mejores que tenía.

—Por supuesto jefe.

—Que disfrutes tu noche José. — Gael agarró su bebida para iniciar su recorrido por el lugar.

—Igualmente jefe — Gael levantó su copa para brindar por que así fuera.

Tal y como había dicho José, vio rostros nuevos y hermosos, pero había una mujer con cabello negro que fue la que más le llamó la atención, tenía unos hermosos ojos verdes, labios protuberantes, los enormes pechos quería salirse del vestido que llevaba puesto, está increíble para una noche de buen sexo, llamó a un camarero y le dijo que llevara unas bebidas y bocadillos y dijera que iban de parte de él. El hombre obedeció de inmediato a su jefe, las mujeres miraron a quién enviaba los tragos y al ver a Gael todas querían llamar su atención, con su copa en la mano Gael volvió a levantarla como hacía rato le había hecho a José. Le guiño un ojo a su presa y siguió con su recorrido, más tarde vendría para saber si alguien más no la había ocupado ya.

Cuando llegó al detrás de los camerinos de hombres encontró a Mason, quién venía del de mujeres.

—¿Qué tal va todo?

—Muy bien Gael, el único problema es que hoy ya no caben más clientes, parece que todo el estado quiso venir.

—Tendré que mandar hacer el lugar más grande — Mason se río al escucharlo.

—Estás loco. Quería avisarte que ya mandé a poner el anuncio en el periódico, esperemos que a partir de mañana vengan nuevas candidatas, así puedan entrar de una vez el lunes. — Gael asintió.

—Está bien, las vamos a elegir tú y yo, sabes que Rachel e Indiana no escogerían a ninguna, las echarían con tal de que ninguna se me acerque. — Mason puso sus ojos en blanco.

—Esto es una estupidez Gael, deberías de tenerlas a tiempo.

—Lo sé, lo sé. ¿Entonces cuento contigo para entrevistar a las chicas?

—A Jenny no le gustará — dijo divertido — pero ahí estaré. — Gael le sonrió a su amigo — por cierto Jenny cumple 27 años la próxima semana y quiero hacerle algo aquí, en uno de los salones.

—Por supuesto, puedes usar cualquier salón que esté disponible y no lo hayan alquilado para alguna actividad.

—Gracias.

—No tienes nada que agradecer, sabes que no te veo solo como un socio o mi guardaespaldas, eres mi amigo, una de las pocas personas que creyó en mí, has estado conmigo por 10 años y es algo que no tengo cómo agradecer.

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