El corazón de Señor Peréz romance Capítulo 33

¿No se hubo cumplido el asunto suyo?

¿Qué Todavía le quedaba?

No debería...

La chica ya no era una virgen, ella estaba más sensible en algún aspecto. Mauren comprendió sencillamente la información escondida en los ojos de Senda.

Ella se hallaba un poco consternada por el motivo que el hombre ante ella era totamente diferente del glacial que parecía que no tenía ninguna emoción de la generación pasada.

En ese momento, Senda expresó una posesión tan fuerte que ella apenas respiró.

Quería escaparse atropelladamente pero se impidió el cuerpo radicalmente.

La hermosa cara de Senda estaba en presencia ampliando sin límites en el campo de visión de Mauren.

Su corazón latía con furia en un santiamén.

De veras, ella tenía muchas ganas de huirse. La razón le indicó que tenía que salir de aquí.

Pero, solo lo que podía hacer era cerrar los ojos y abrir los labios ligeramente cuando se le acercó Senda.

¡Qué guapo ese hombre era! ¿cómo era posible que hubiera una persona tan guapo en el mundo?

La sombra en abanico de las largas pestañas cayó en su fisonomía que le hacía un príncipe sombrío.

Pero él era un rey en realidad.

Su glacial temperamento mezcló un poco de soledad, las mujeres estaban locas por él mientras les dolía.

¿Si Senda quería besarla?

Mauren no notó cuándo cerró los ojos, pero ella sabía claramente que estaba esparando algo.

La palpitación corría en su corazón.

-Ejem.-no se sabía a qué hora se abrió la ventanilla, se escuchó la tos de Hedi afuera.

Mauren se despertó sobresaltada y abrió los ojos bruscamente, se dio cuenta de que ella todavía estaba entre los brazos de Senda.

Senda se encontraba con una expresión apática, en los oscuros ojos no hubo ningún cambio emocional.

¡Ni una señal que presentó que él estaba enamorado!

En efecto, ¡antes solo ella una persona se sumergió!

Le empujó Mauren con fuerza por la vergüenza, esa vez se escapó con facilidad de sus muslos.

Acabó de sentarse en otro asiento, no hubo tiempo de arreglarse bien el vestido, vio fuera de la ventanilla que se les acercaron algunos.

Eran Liz, Xavier, y Noan con aspecto hosco.

Mauren intentó abrir la puerta de inmediato, pero le preguntó Senda-¿Sales así?

El tono parecía un poco descontento.

¿Por qué no podía ella salir así?

Mauren se le quejaba mucho en ese momento, antes parecía que estaba enamorado de ella, ¿pero quién sabía que reanudó ser un hombre glacialen un abrir y cerrar de ojos?

Eso era el llamado enamoramiento, solo para ella una persona.

¡Era una ofensa!

Le dio Mauren un muemurio, miró a lo largo de la vista de Senda y se volvió rápidamente por la escena para ordenarse su ropa.

¿Cuándo se desabotonó la ropa? ¡la estaba suelta sobre su cuerpo y casi no podía cubrir nada!

¡Qué malo ese tipo!

Hizo todo lo posible para abrochar el vestido, luego desenredó el pelo, tocó la manija de la puerta del cohce.

-Cinco minutos-el hombre detrás de ella le dijo suavemente.

-¿Qué significas?-Mauren se volvió y se le fijó.

Senda se apoyaba contra la silla con cerrados los ojos para descansar, como la postura antes de llegar ella.

Los bellos labios se movieron ligeramente, salió algo incontestable-No puedas pasar la noche con las personas deshonestas.

-¡Ellos no son unos deshonestos sino mis amigos!

Pero en ese momento, Mauren no quería disputar con él.

Según su carácter, si ella insistió en alojarse con los amigos afuera, él mandaría a unos para ajobarla a casa.

-¡Ejem!

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: El corazón de Señor Peréz