El corazón de Señor Peréz romance Capítulo 36

Hedi sigue mirando enfrente de la puerta, se dio cuenta de ver a Mauren y la ha saludado.

- Señorita, a pesar de todo, hoy es el día de su matrimonio. Me gustaría que la señorita se alegrara…es que...

Él ha vacilado un poco, este contrato fue hecho por él, y las condiciones eran claras. A esta joven, en el día de su matrimonio, le fue dicho que ella y su novio solo estarían actuando para los más viejos. En otras palabras, no puede haber sentimientos reales en el futuro entre los dos. Algo como esto, para una chica en especial, es un gran golpe.

Él estaba un poco preocupado que la joven no suportaría un golpe tan fuerte como este.

Mauren le guiño el ojo, un poco dudosa:

-Yo estoy de buen humor, ¿qué pasa?

-Señorita…usted- Hedi mira su expresión, sus ojos están brillando, y sus labios ligeramente curvados, actuando como si no fuera una sonrisa forzada.

-Hedi, cuándo empieza actuar tanto como una suegra? Dime rápido si tienes algo que decir.

Ahora son las 7 horas, aún falta una hora hasta que la fiesta de matrimonio empiece. Ella solo está de comprometida, aún no está casada, la ceremonia no será algo muy grande. Después de una pequeña caminada, bajo el anuncio del señor y del anfitrión, nos fue dicho que intercambiase el anillo de matrimonio con Senda.

¡Aún queda una hora, y ella aún no ha comido lo suficiente de toda esta comida deliciosa!

Hedi vacila, la verdad, el solo quiere confortarla.

¿Pero, porque será que la Señorita parece estar tan feliz? Es como si no necesitara de ser confortada por nadie.

-Olvídalo, si tienes algo que decirme, yo me iré primero. - Mauren decidió irse sin él.

Mira el reloj en la pantalla del móvil, son las 07:05, el día de hoy está casi terminando.

Siempre y cuando esta noche termine sin problemas, la tragedia de Liz no sucederá.

Ahora, solo faltan 4 horas para la media noche, desde que Liz no salga de la escuela, todo estará bien. Hace media hora, Liz le envió un mensaje diciendo que ella estaba comiendo fideos instantáneos en su dormitorio. Cuando volvamos, tendremos que invitarla a comer una comida deliciosa de compensación.

Mauren ve hace el ascensor, pero Hedi cuanto más la mira, más piensa que es inconcebible.

Cuando yo fui hace la puerta del baño, he visto al Señor sentado en una silla fumando un cigarrillo.

¿Es claro que el contrato fue firmado con la firma de la Señorita, pero porque esta tan feliz?

Y contrariamente a la Señorita, el Señor quien debería estar feliz por llegar a su objetivo no lo está, ¿parece un poco…melancólico?

-Señor. -Hedi ve a guardar el contrato.

Por supuesto, firmando este contrato significa que el Señor ya no será involucrado con la Señorita. ¿Pero es esto algo bueno?

-La señorita, ella…- Después de una pausa, Hedi siguió - no parece estar triste, Señor. Yo no creo que la Señorita os moleste en el futuro. -

-Estás diciendo que mi encanto ha disminuido tanto que ella ya no tiene más interés en mí?

El color de los ojos de Senda oscurece, Hedi de repente siente un escalofrío en su espalda.

¿Esto… qué quiere decir? ¿Por qué se ve el señor como... la apariencia de una esposa abandonada y resentida?

Hedi sacude la cabeza y sospecha que está equivocado. Mirando de nuevo, el Señor ha abierto su cuaderno y sigue estando ocupado. El disgusto que aparentó hace poco ya no parece existir.

¿Debería…, tal vez…, parece que si…, tal vez lo he visto mal?

El Señor siempre odio estar involucrado con mujeres, ahora que la Señorita le ha enseñado que no quiere estar involucrada con él, él debe de estar feliz.

¡Tiene que haberlo visto mal!

-Señor…-Hedi suspiro de alivio y cambio para una sonrisa.

- Es Gracioso? - dijo el hombre entrecerrando los ojos.

-Ah! - Hedi de repente se siente mareado -no, no es gracioso…-

-Copia este contrato cien veces y termínalo hasta mañana por la mañana. - Senda cerro su cuaderno y se levantó, -copiado a la mano. -

-Señor, por, ¿por qué? Las piernas de Hedi empezaron a ablandar y casi ha arrodillado. -El contrato, tiene, ¿tiene algún problema? -

Senda lo mira con una mirada fría, como si lo quisiera desgarrarlo.

Hedi lo mira y retrocede:

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