El empresario del corazon roto romance Capítulo 3

NÚMERO DESCONOCIDO

Buenos días, sólo mando mensaje para recordarte que eres un ¡Idiota! 

Tomo el móvil al escuchar que vibra sobre mi mesa de noche y leo de nuevo.― Buenos días.― Murmuro y vuelvo a dejarlo sin contestar el mensaje. 

Hoy es un día aburrido,  ya que no iré a la oficina si no a la casa de campo de un Styles, uno de los hombres a los que hay que hacerle la barba para que te dé lo que necesitas, algo que se me hace sumamente inadecuado ya que yo soy más rico que él y él insiste en que lo alabemos. Me pongo mi traje de color azul marino, una corbata a combinación y zapatos café. Me peino frente al espejo, me recorto la barba y el bigote y me hecho un poco de loción sobre el cuerpo, todo de manera tan automática que ni siquiera me percato si me veo bien o si me veo mal. 

Me pongo el reloj de pulsera, son las nueve de la mañana, me acomodo la corbata, tomo la cartera, el móvil y salgo de la habitación. Hoy el día amaneció... con luz, es todo lo que puedo decir, desde hace tiempo no sé como expresar lo que me rodea, es como los colores, entre traje es azul, ese auto es rojo, hoy el día tiene luz, tal vez en de mañana tenga sombra, no sé. 

―¿A dónde señor?― Me pregunta el chofer cuándo le doy la pequeña maleta de cuero con un cambio de ropa deportiva y la pone en la cajuela. 

―A la casa de Styles.― Digo sin ganas. 

―Enseguida. 

Me subo al auto y saco el móvil para comenzar a revisar mi agenda.― Hoy Styles, mañana oficina hasta las seis, luego cena con Lois Clarence, pasado mañana... 

NÚMERO DESCONOCIDO

Toc, toc. 

―Dios.― Murmuro y  elimino el mensaje con el dedo. 

NÚMERO DESCONOCIDO

Toc, toc.

Vuelve a llegar un mensaje. 

―Dios.― Digo más fuerte  y vuelvo a ignorarlo. 

NÚMERO DESCONOCIDO

¡Toc! ¡Toc! 

―¿Es en serio?

―¿Disculpe? ― Escucho a mi chofer. 

―No, nada... algo con el móvil.― Contesto.― Pasado mañana comida con los Carter Blossom. 

Termino de revisar y guardo el móvil para ver por la ventanilla, me quedo viendo el paisaje ― Toc, toc..― Murmuro. Así que saco de nuevo el móvil de mi bolsa. 

QUENTIN VALOIS 

¿Quién es? 

Contesto y con el móvil en la manos y luego vuelvo a guardarlo en la bolsa de adentro de mi saco. 

―Llegamos señor.

―Gracias.― Contesto y me bajo del auto. 

El chofer me da la maleta y luego camino hacia la entrada donde uno de los sirvientes me da la bienvenida, me quita la maleta de las manos y el móvil vibra. 

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