El hombre con la máscara de zorro romance Capítulo 14

El Lunes.

-¿Secretaria Laura, has imprimido los documentos?- Josefina cambió de una vestida blanca de seda con el cuello V, también el escote estaba parcialmente oculto y parcialmente visible.

-¿Qué documentos?- Laura no entendía.

-¿Acaso no lo viste el correo que te mandé el viernes pasado cerca de la hora de término de trabajo?- Josefina enarcó las cejas.

Laura estaba suspensa, por cierto, no miró el buzón de correos, no había pensado que Josefina podía mandar correos aquel ahora, ella realmente estaba en la empresa.

Laura se levantó con las cejas bajas. -¡Lo siento, no lo viste el correo!-

-¿Secretaria Laura, eres poco profesional, no? ¿Acaso no sabes que aunque que sales de trabajo, hay que chequear los correos mutuamente, como la secretaria, no habías chequeado el buzón de correos por dos días?-

-¡Perdón, fue mi culpa!-

-¿Qué hacemos? ¡El presidente va a necesitar los documentos, pero no están traducidos todavía!- Josefina preguntó. -¡Secretaria Laura, fue un asunto dado orden por el presidente!-

-¡Los traduzco ahora mismo!- Laura sabía que Josefina le estaba poniendo dificultad a propósito.

Pero Iris se levantó en este momento, -¿Josefina, cómo es posible de traducir los documentos de tantas páginas dentro de tan poco tiempo?-

-¡Si no se pueden traducir, es su problema, he hecho lo que necesito hacer!- Josefina dejó los documentos en la mesa de Laura, se marchó orgullosamente.

Ninguna de las tres vio que había una figura alta que estaba mirando todo con sus propios ojos en la esquina al lado. Las comisuras estaban hacia un poco arriba, ¡parecía que iba a tener una drama excelente para ver! ¡Sí, muy animada!

-¡Laura, eso es crear dificultades obviamente!- Iris dijo a Laura en voz baja, no le gustaba que Josefina siempre puso líos a Laura.

-¡No pasa nada!- Laura se rio amargamente, sabía sin divinar que Josefina estaba enfadada todavía por el asunto de café de la última vez.

-¡Estos documentos tienen 16 páginas, no puedes terminar la traducción!- Iris dijo.

-¿Las dos señoritas hermosas, quién me puede hacer un café?- El sonido improviso rompió a las dos.

Volvieron la cabeza, Laura vio que era Max, Iris se puso rojo la cara cuando vio la carita guapa de Max, Laura sólo se sentó sin mover, mirando los documentos en las manos rápidamente.

-¡Gerente Max, buenos días! Te lo voy a hacer lo ahora mismo, pero lo que hago yo no es tan bueno como lo que hace Laura!- Iris sólo dijo la verdad, porque incluso al presidente le gustaba tomar el café hecho por Laura.

-¿Sí? ¡Pues lo hace ella, Iris me acompañas de charlar!- Max estaba mirando risueño la cabeza humillada de Laura. -¿Qué pasa, señora Laura no quieres ayudarnos?-

Laura se levantó la cabeza, vio que Max le estaba mirando con la cara insondable, no tenía otro remedio. -¡Voy ahora mismo!-

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