El hombre con la máscara de zorro romance Capítulo 17

Al terminar las palabras, cerró rápido la puerta. Laura acarició el pecho y golpeó la cara con la mano con fuerza. Dios. ¿Qué le pasó a ella? ¡Cómo pudo olvidarse de tocar la puerta! ¡Qué tonta fue ella!

En la oficina, Oscar se arregló deprisa y dijo a Josefina- ¡Fuera!

-¡Oscar! Yo todavía no… - Las palabras que dijo ella se detuvieron por la cara lúgubre del hombre.

Laura iba a sentarse cuando vio que Josefina salió del despacho del presidente insatisfactoriamente. Se le dirigió con enojo. -Laura, si crees que el presidente solo te dio este trabajo tan importante por la admiración, te equivocarás. ¡No tienes tanta belleza! ¡No te olvides de quién eres y recuerda que tocar la puerta antes de entrar en la oficina de presidente! -

-¡Sí!¡Lo siento! - Laura asintió con la cabeza constantemente.

Se fue Josefina con enfado retorciéndose las nalgas propias.

-Laura, ¿qué sorprendiste? - Se le acercó Iris Varela. -¿Acaso estaba haciendo el amor el presidente con Josefina? -

-¡Qué va! - Se apresuró a decirlo. -¡Está lleno de pensamiento obsceno tu mente! -

Le sacó la lengua y Iris dijo sonriendo - ¡Pero es obvio según tu expresión! ¡Miráte cuán rojo la cara como si fueses tú que hizo el amor con el presidente! -

-¡No bromees! - La detuvo en serio. Ofendió al presidente y no sabía si sería despedida. No obstante, no se enfadó Oscar después de que ella esperó mucho tiempo.

Luego de terminar el trabajo, la puerta de la oficina de presidente fue cerrada. Laura se sentaba en su asiento. Casi se fueron todos los colegas. ¡Josefina le dio miradas perversas yendo hacia el ascensor con los zapatos de tacón alto!

Laura estaba muy ansiosa porque no tenía idea si sería despedida.

Sonó de repente el teléfono. Se asustó que casi saltó del asiento. Notó que era el número de la oficina de presidente y oprimió el tecleo. -Laura, tráeme un café.-

Se aseó Oscar en el cuarto interior de la oficina. Se cambió de la camisa arrugada y se miró en el espejo la cara hermosa con una sonrisa irónica.

Fue al escritorio de nuevo para trabajar.

-Señor, ¡el café! - Nerviosamente, Laura entró con el café en la mano y lo puso en el escritorio.

No se atrevió a dar un solo aliento porque podría ser despedida por un error de descuido.

-¡Ayúdame a buscar el documento de la reunión de la mañana! - Oscar señaló los documentos ante él sin levantar la cabeza diciendo.

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