El hombre con la máscara de zorro romance Capítulo 31

-¡Eres la primera mujer que se atreve a vencerme, pero te doy este honor!- su tono era tan dominante como suave.

Ella lo miró aturdida y el corazón se empezó a latir tan rápido. Ella tenía miedo a este hombre que le había traído un sentimientos muy fuerte.

-¡Obedéceme y no me molestes!- él gritó. La amenaza dominante y arrogante hizo que ella se sintiera cada vez más confusa.

-¡Qué loco!- ella estaba tan sorprendida que olvidó el propósito de buscarlo, y rápidamente escapó.

-Laura, ¿qué te pasa en los labios?- preguntó con una mirada curiosa al ver salir corriendo pánica de la habitación del presidente, -¡La boca está hinchada! ¿Acaso te ha besado el presidente?-

-¡Qué imposibilidad!- respondió con la espalda rígida de repente.

Sonrió tan posible como pudo, pero descubrió lo que era difícil. Corrió al baño de prisa. Junto al espejo, agitando los dedos, se acariciaba los labios dolorosos de beso, que todavía quedaba el calor abrasador.

¿Qué significaba él?

¿Qué iba a hacer con tal declaración autoritaria?

Cuando volvió a salir del baño, su rostro estaba lo más tranquilo posible.

Después de eso, Oscar nunca salió de su oficina.

Cuando estaba a punto de salir del trabajo, Laura recibió una llamada de Teresa quien finalmente regresó de Singapur tras del esparcimiento suficiente. -¡Hola! Laura, celebremos por la noche, llevándote a nuestro hijo para ir a comer comida occidental, y lo pagaré.-

-¿Hay la noticia buena?- Laura también sonrió, y se olvidó de ser besada por Oscar hizo un tiempo, -Te ves tan feliz.-

-¡Claro, te hablaré más tarde! Ahora voy a recibir a Iker tomando el coche primero, y luego te toca. A las seis, y en tu empresa, ¡no lo olvides!- dijo Teresa.

-¡Está bien! ¡Nos vemos luego!- Laura colgó el teléfono.

-¿Laura, es tu novio quien te llama?- Iris comenzó a chismear de nuevo.

-¡Sí!- Laura estaría a punto de negarlo, cuando miró hacia arriba a Oscar, poniéndose las pilas, asintió inesperadamente.

-Laura, ¿has tenido novio?- gritó Iris.

Laura echó con secreto una mirada a Oscar y respondió, -¡Claro! ¡Me recibirá más tarde!-

Dijo estas palabras para hablar a Oscar indirectamente que dejara de molestarla porque ya tenía novio.

Los ojos de Oscar se pusieron serio repentinamente y caminó hacia la oficina de Max.

Laura suspiró aliviado porque el presidente ya no iba a molestarla.

Cuando salió del trabajo, Laura bajó al piso tomando el ascensor. Los colegas a su alrededor que estarían hablando dinámicos se callaron repentinamente. Saliendo del ascensor, siempre sintió que innumerables ojos se disparaban detrás de ella.

Fuera del pasillo, vio el auto de Teresa desde la distancia.

Mientras, en el vestíbulo, también se abrió el ascensor especial del presidente.

Laura corrió hacia el vehículo todoterreno con masculinidad de Teresa. Un niño salió del auto y corrió hacia Laura rápidamente. -¡Mamá, vengo aquí para recibirte!-

-¡Ten cuidado!- Laura lo abrazó, -¡Hijo, vamos!-

Tan pronto como Oscar salió del edificio y, cuando volvió los ojos sin darse cuenta, la vio entrar en el coche con un niño en brazos.

-¿Es Laura?- Oscar estaba atónito, -¿quién era ese chico?-

Cuando Laura volvió la cabeza, vio a Oscar de pie en la puerta del edificio. Poniéndose tan nerviosa, le vio caminar hacia este lado...

-¡Teresa, conduce de prisa!- metiendo a su hijo dentro, Laura se subió al auto rápidamente.

-¿Qué te pasa? ¿Le has visto a un fantasma?- Teresa inmediatamente encendió el auto después de escuchar la palabra urgente.

Los ojos de Oscar se entrecerraron para ocultar la señal peligrosa. ¿Realmente había tenido novio de verdad?

-Mamá, ¿te has encontrado con un lobo feroz?- Iker miró hacia la parte trasera del auto, pero el auto ya hubiera alejado.

-¡Me encontré con loco recientemente!- explicó Laura, -Pero no pasa nada, no te preocupes. ¿A dónde vamos ahora?-

-¡Vale! Se inaugura el restaurante occidental de mi hermano mayor, ¡por supuesto que vamos a cenar con la invitación gratuita!- dijo sonriendo Teresa.

-¡Así actuamos como si fuéramos mendigos!- se voló la sonrisa en los labios de Laura, barriendo la depresión de ser molesta hoy.

-¡Hermano mayor, estamos aquí con mi amigo Laura y su hijo Iker para felicitarla!- Tan pronto como salió del auto, tomándole la mano de Iker, Teresa le dio a Tomás un gran sobre rojo al frente del niño.

En cuanto a Laura, le regaló un ramo de flores y saludó, -Tomás, ¡felicitaciones por la apertura del restaurante!-

No era la primera vez ver a Tomás para Laura, pero hoy Tomás se vio muy guapo con traje y zapatos de cuero.

-¡Laura, cuántos años sin vernos!- Tomás estaba un poco estupefacto, y luego miró asombrado al niño que se sostenía por Teresa, -¡Este niño es tan familiar!-

-¡Hermano! ¡Me muero de hambre, nos sirve los platos de prisa!- lo interrumpió Teresa.

-A partir de hoy, eres mío...- Laura estaba distraída por el anuncio arrogante de Oscar.

-Laura, ¿por qué tu corazón late tan fuerte?- ella preguntó a sí mismo.

¡Casi iba a ser loca!

Laura, ¿por qué echaba de menos a ese hombre quien creía que era un loco?

Pero la sensación de calor todavía estuviera en los labios. ¡Le destrozó mucho! Está desordenado con el cerebro también zumbaba sin parar.

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