El Idiota De Mi Jefe (COMPLETA) romance Capítulo 2

Hoy es el primer día en esta hermosa ciudad donde las calles están repletas de gente y mucho ruido, el clima frío y poco de calor.

No me quejo para nada con tan solo que el ruido no arruiné mi siesta todo está de maravilla.

Salí de mi cama y lo primero que hice fue ir a la habitación de mi madre, ahora que solo éramos dos tenía que estar más al tanto de ella.

Mi madre padece de cáncer, es difícil para ella y no mucho para mí salir adelante con esto, pero nunca me rindo sigo las instrucciones del doctor al pie de la letra algo sorpréndete la verdad ya que cuando me enfermo no hago lo que el doctor me indica.

Mi madre no es como la mayoría de la gente que al enterarse de que tienen cáncer caen en una depresión y no luchan, ella siempre está feliz y alegre siempre dice que vencerá esto y todo acabará siempre es así de positiva y eso... Eso me encanta de ella.

Toqué la puerta dos veces y no la abrí hasta que un "adelante" se escuchará del otro lado.

Abrí la puerta y ahí estaba sentada en la cama tapada con los cobertores y un libro en su regazo, sus ojos verdes me miraron y de ellos vi tranquilidad y alegría, una sonrisa apareció en su rostro y eso me contagió.

—Hola, mamá ¿Cómo amaneciste? -me acerco a ella para darle un beso en la frente.

—Bien, mi niña -su voz se escuchó un poco ronca.

—Ya te tomaste tu medicina, acuérdate que dentro de cuatro días tenemos cita con el doctor.

Una risa leve salió de sus labios y negó con la cabeza, su mirada paso de mi al libro que tenía en sus manos lo cerro y lo dejo a un lado.

—Lili, deberías salir y distraerte, no estar aquí cuidándome.

—Sí, saldré, pero a buscar un trabajo, mamá tú eres mi prioridad, sí.

—Hija…

Acomodo su almohada que tenía en la espalda y las sábanas igual. No es que no quiera ir a pasear y ver los alrededores, pero cada que salgo cada minuto que pasó lejos de ella me preocupo y mucho. Hay cosas más importantes que estar haya afuera perdiendo el tiempo valioso.

Salí de su cuarto y fui a la cocina a por un vaso de agua y su medicina, regresé a la habitación y se los di.

—Iré a una entrevista de trabajo, si algo pasa no dudes en llamarme, está claro.

—Pareces mi madre cada que dices eso -hace pucheros- está bien hija tu vete tranquila no te preocupes.

Asentí y le di un beso en la mejilla como despedida, salí de su habitación y fui a la mía, me tomé una ducha rápida -con agua fría para variar- al terminar no corrí a mi armario para ver que ropa usaría hoy ya que se encontraba colgando de un gancho en la puerta de mi armario la ropa que usare hoy, me alegra mucho tener la costumbre de preparar las cosas un día antes para así no estar a la ultima hora corriendo de un lado para otro buscando cualquier cosa que necesite.

Salí de nuestro departamento y fui al elevador, la entrevista era dentro de dos horas aún tenía tiempo, pero aquí en Nueva York nunca se sabe cómo estarán las calles.

Las puertas se abrieron y entre me vi en el espejo y me maquillé un poco. Mire mi celular más de una vez ya que mi hermano me había dicho que hoy vendría a vernos, él ya está casado y con una familia, me ayuda mucho con mamá, él quiere que viva con el pero mi madre se reúsa ya que según ella será una carga y ahí entró yo.

Suspiró y con ello se abren las puertas salgo y en el recibidor no hay nadie abro la puerta y la brisa choca con mi rostro, estaba haciendo frío, pero no tanto para traer cinco chamarras encima tuyo.

Mire por la calle a ver si pasaba un taxi, pero nada, pasó unos minutos y uno se aproximaba lo paro y subo a él le di la dirección donde sería la entrevista y tomamos rumbo. Nunca quite la vista a la calle había mucha gente y muchos carros, el cielo se encontraba nublado.

Al estar atontada perdida en mis pensamientos y viendo afuera no me di cuenta que ya habíamos llegado, le pagué y bajé del carro, un gran edificio se encontraba enfrente de mi era enorme que hasta me marreo al intentar ver hasta dónde acaba. Tomé camino a dentro y una chica alta con un vestido vino me atendió en el recibidor.

—Buenos días, en qué puedo ayudarle -su voz era suave y delicada.

—Buenos días, tengo una entrevista aquí para... -abrí un papelito y se lo di- secretaria.

Ella lee el papel y una sonrisa agradable apareció en su rostro.

—Sí, toma el elevador y en el piso 25 es donde tiene que ir.

Le di las gracias y tomé camino, me arreglé un poco para estar bien presentable. Este no es el primer trabajo que tengo, pero hay que estar bien arreglados, aun así.

La puerta se abrió en el piso y empecé a camino, puede observar una mini sala, con una mini cafetería, al fondo una gran puerta se alzaba al techo acompañada por un escritorio a su lado, cuando avancé una chica rubia, con lentes y tés morena apareció y pude observar el parecido con la chica anterior.

—Ah... Disculpe -la chica alza la mirada- tengo una entrevista.

—¿Por el puesto de secretaria? -pregunta a lo que yo asentí- el señor Evans en unos momentos te atenderá, por lo mientras puede sentarse en aquel sofá –me sonríe- y bueno por si quedas me llamo Samantha.

—Encantada, soy Lili.

Samantha es una chica linda y buena, me contó un poco de qué es lo que hacen aquí y por lo que llevo escuchándola esta empresa tienen una revista donde publican variedad de cosas y una cantidad inmensa de hoteles muy importantes por todo el país y en otras partes del mundo.

Pasó unas largas horas hasta que el elevador abre sus puertas y sale un chico de unos 23 años de edad y con toda prisa, su mirada estaba fijos en unos papeles que traía en la mano y podía ver cómo balbuceaba en voz baja quien sabe qué.

—Señor Evans - lo detiene Samantha antes de que entrara a la oficina- ya está aquí la chica quien viene por el puesto de secretaria para el señor Luke.

—Que pase.

Y con eso se mete en la oficina, Samantha me hizo una señal para que entrara, le di las gracias y toque dos veces hasta que escuche un "adelante" abrí la puerta, puede ver que la oficina era enorme con una gran ventana donde se podía ver con toda claridad la ciudad –de seguro el atardecer se vería espectacular en esta oficina- cerré la puerta detrás de mí y caminé un poco, el señor Evan se encontraba sentado moviendo unos papeles de un lado a otro.

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