El Idiota De Mi Jefe (COMPLETA) romance Capítulo 60

Una tras otro sin parar desde las siete de la mañana me encuentro aquí en la empresa firmando un buen de papeles y junta tras junta sin parar este sería ya mi cuarto o quinto día en el que estoy así, hasta el tope de trabajo y en ningún momento descansó ya que quiero acabar todo esto lo más rápido posible pero cuando veo el final más trabajo aparece que el estrés está apareciendo poco a poco.

-Señorita Lili se saltó una hoja –me avisa mi secretaria a lo que la miro por unos segundos y me regreso.

-Gracias.

Este informe cuenta con más de 150 hojas y voy en la 35 de tanto leer me está doliendo la cabeza y de tanto estar sentada me duele mucho mis pompis el cansancio es mucho ya que mi barriga de embarazada no me ayuda para nada ah estar relajada y de que mi cuerpo no sufra.

Han pasado ya tres meses desde que me case con Luke y han pasado tres meses desde que no lo eh visto ya que regrese a Italia por la empresa y él se quedó en Nueva York por lo mismo.

Postergamos nuestra luna de miel ya que hay problemas en la empresa, en el momento en el que se dio a conocer mi verdadera identidad falsas noticias empezaron a aparecer por todas partes en revistas, periódicos, televisión y en las redes sociales como una plaga y desde hace tiempo eh estado ignorando los nuevos rumores, pero ya eh llegando a un punto en el que ya no lo soportaba más.

Tuve que hacer una gran conferencia de prensa para calmar las aguas, pero no fue para nada fácil ya que hicieron preguntas de lo que paso de mi secuestro, la muerte de mi padre, la salud de mi madre y chismes falsos de que estuve en una relación con media población de Italia y Nueva York algo tonto.

Lo más difícil fue hablar de la muerte de mi padre y como eso estaba ligado con mi secuestro, fue un momento muy difícil, pero supe manejarlo.

Suelto un gran suspiro cerrando la carpeta del informe.

-Esto me tomara décadas –suelto- no veo el final del trabajo ¡cuando acabara todo esto!

-Señorita Lili, si me permite puedo mandar la mitad de esa pila de papeles a su hijo Andy para que así descanse.

Niego con la cabeza- No... él ahora está ocupado con asuntos importantes de su padre –me llevo una mano al cuello para sobarme- mejor dile a los trabajadores que los informes solo aceptare que tengan 40 hojas no más.

-Ahora mismo hago un anuncio.

-Vaya tortura –miro el informe de la muerte- 150 hojas acaso no pueden resumir todo eso.

Me hago para atrás en mi haciendo relajando los músculos un poco, cierro los ojos eh respiro hondo todo mi cuerpo se encuentra tenso necesito moverme porque un minuto más en esta silla no lo soportare.

Estaba a punto de pararme que una patadita de mi bebe me detiene, bajo la mirada a mi barriga eh veo como se mueve, llevo mi mano a esa área y doy suaves toques con una gran sonrisa.

-Has estado un poco inquieto estos días –susurro- tú has sido el más latoso, tus hermanos eran muy tranquilos, se me hace que serás muy idéntico a tu padre.

Me llevo una mano al puente de mi nariz con tan solo pensar en dos Luke en mi vida hace que me de migraña.

-Señorita Lili, es mejor terminar por hoy –dice apagando la pantalla de la Tablet- ya es el toque de queda y por órdenes de su esposo el señor Luke tiene que ir a casa a descansar.

-Luke... -aprieto mis manos hecha puño mirando un punto x- desde cuando el, manda aquí –miro a mi secretaria que a pesar de mi cambio de humor se encuentra neutral.

-Perdón por mi atrevimiento, pero tanto como el señor Luke y yo nos preocupamos por su salud, está embarazada debería estar en casa descansando, pero está aquí en el trabajo.

Bufo- si no estoy yo aquí quien más debería hacer todo este trabajo –me quejo- hay mucho que hacer que si no estuviera aquí esta pila de papeles hubiera sido diez ahora mismo.

-Señorita Lili yo...

Es interrumpida por el toque en la puerta de mi oficina, no espero la otra persona a que dijera adelante, en el momento en el que veo a mi hijo Andy parado hay con un traje, zapatos relucientes y peinado una gran sonrisa aparece en mi rostro eh rápido me levanto.

- ¡Andy! –me moví bruscamente que cuando estoy cerca de él me sostiene con una expresión preocupado.

-Mamá, no te muevas de esa forma –me mira de abajo hacia arriba- te puedes marear y caer oh algo peor.

-Estoy bien –tomo sus manos entre las mías y lo miro- mejor dime ¿Cuándo llegaste? Y ¿Por qué no me dijiste que regresabas?

-No tenía planeado regresar la verdad aun –dice nervioso- Luke tiene mucho trabajo que hasta no va a la casa a dormir se la pasa en la empresa día y noche.

Cuando escuchar decir el nombre de su padre una leve sonrisa se dibuja en mis labios, a Andy aun le cuesta referirse a Luke como padre ya que aún se está acostumbrando a él en nuestras vidas, Luke por otro lado está desesperado aceptó a Andy como su hijo que cuenta los días y noches en que le diga padre, la primera vez que Andy se dirigió a él como Señor Luke estuvo llorando en el cuarto toda la noche acostado en mi regazo preguntando se porque no le dice padre.

Fue una noche divertida que no paraba de reír y decirle que le diera tiempo que un día lo hará y después de tres meses aun no pasa.

- ¿No ha dormido bien todos estos días? –niega con la cabeza- ese hombre acaso quiere preocuparme –camino hacia el escritorio dispuesta a tomar el celular y llamarle.

-Espera mamá el cambio de horario recuerda que tal si está durmiendo y tu llamada lo despierta –me llevo una mano al mentor pensativa- podría al fin estar durmiendo es mejor no interrumpir.

-Tienes razón –dejo el celular y me acuesto en uno de los sofás en mi oficina- mejor luego le llamo.

-Y ¿esta pila de papeles? –cierro los ojos.

-Informes que tengo que checar y reportes –suelto un suspiro- cuando acabe esa pila de papeles aparecerá otra y otra, no veo el final.

-Ya veo –escucho como ojean hojas.

-Déjalo yo lo hare tu mejor ve a casa a descansar vienes de ayudarle en el trabajo a tu padre ve a ver a la abuela y a tus hermanos te extrañan mucho.

-Mateo y Camila –lo escucho suspirar- esos loquillos la abuela me mando mensaje y me dijo que Mateo tenía fiebre ¿Cómo está?

-Mejor dando lata, pero ahora tu hermana está mal –abro los ojos eh miro al techo- al parecer tiene asma.

- ¡Que! –se acerca rápido Andy ubicándose a mi lado.

-Si ese fue el diagnostico –lo volteo a ver- pero no te preocupes es fuerte tu hermana y tu abuela y yo estamos muy pendientes de ella.

- ¿Luke lo sabe? –niego con la cabeza.

-Aun no le digo, eh estado ocupada estos días que saliendo del trabajo y al llegar en casa me enfoco en ellos.

-Qué bueno que regrese.

-Cierto, ¿Por qué regresaste? –la expresión en su rostro cambia tan rápido que evita mi mirada a toda costa.

-Ah... bueno estaba preocupado de ti porque estás trabajando en vez de descansar que por eso vine.

Lo miro entrecerrando mis ojos, Andy es muy pero muy malo mintiendo cada que lo hace pasa un dedo por la punta de su nariz sin que se dé cuenta.

-Andy... me estas mintiendo –rápido niega con la cabeza y da un paso para atrás- no me mientas sabes que con tu madre no ganas.

-Es... la verdad mamá... -dice nervioso- mira la hora que es, ve a casa yo me encargo de todo aquí –dice mirando la hora de su reloj.

-Pero...

-Nada de peros –me ayuda a levantarme y camina conmigo hacia la puerta de la oficina- ve a casa por favor yo acabare esto rápido que en un rato te alcanzo.

-Pero. Andy yo... -me cierra la puerta en mi cara.

Me quedo por un largo rato aquí parada mirando la puerta, miro a mi alrededor y los trabajadores me miran intrigados y otros desvían la mirada rápido.

Trueno la boca, me arreglo el vestido y camino hacia el elevador, no importa cuánto tiempo intente mentirme Andy al final consigo que me diga la verdad y él lo sabe muy bien.

Las puertas del elevador se abren y entro, la puerta estaba a nada de cerrarse que una mano lo impide y es mi secretaria.

-Señorita Lili su bolsa –dice extendiéndola.

-Oh... gracias Joy –le sonrió.

-Que regrese con bien a su casa.

Dicho eso las puertas se cierran, suelto el aire, de mi bolso saco mi celular y le envió un mensaje a Andy que esto no ha terminado de paso checo que hora son en NY que al ver decido enviarle un mensaje a Luke de que espero que este durmiendo bien y comiendo bien porque si no se las verá con una mujer embrazada y son las más peligrosas en el mundo déjenme y les digo.

Las puertas se abren eh salgo del elevador, en el primer piso todos me saludan y me detienen en vez en cuando a pedirme ayuda con unos asuntos a lo que yo le digo que mi hijo Andy se hará cargo y que vayan a la oficina a hablar con él.

Las chicas de la recepción me saludan muy alegres y ven mi vientre que esa alegría veo como se multiplica.

-Señorita Lili se ve muy hermosa hoy –dice una de ellas- el embarazo la hace ver más hermosa de lo que ya está.

-Pero que dices –tomo una de las galletas que me ofrece una de ellas- ustedes están más hermosas yo por otro lado parezco una vaca.

-No diga eso –se inca eh toca mi vientre- ya saben que sexo es su bebe.

-Aun no queremos que sea sorpresa –me llevo otra galleta a la boca- por cierto, Sara a mi madre le encantaron tus galletas.

- ¡Enserio! –espeta muy alegre- que bueno que le haya gustado.

-A mí también y al parecer al bebe también –ambas ríen.

Sara y Saya son hermanas gemelas el primer día de trabajo me costó mucho diferenciarlas que hubo momentos en que les tuve que poner un listón de diferente color para saber quién era quien.

-Mañana le traeré muchas galletas Sra. Lili

-Sra. Lili el auto la espera –dice uno de seguridad que se ha acercado a nosotras.

-Bien mañana espero con mucha emoción esas galletas, nos vemos chicas regresen con cuidado a su casa.

Siguiendo me el guardia de seguridad salgo de la empresa, mi chofer me abre la puerta y con su ayuda entro al carro.

Camino a casa me quedo dormida que cuando siento que abren la puerta de mi lado derecho poco a poco voy despertándome.

-Perdón por despertarla Señorita Lili, pero ya hemos llegado.

Tomo mi bolso eh salgo del carro, me tallo los ojos y bostezo más de dos veces al estar en un lugar muy cómo y relajado hizo que me dieran unas inmensas ganas de dormir, pero no puedo darme ese lujo no ahorita.

El chofer se va a estacionar el carro camino a la entrada de mi casa y antes de que pueda meter las llaves en la cerradura la puerta se abre parando mi acción.

- ¡Hija! Ya está en casa –dice mi madre al verme.

-Si, por lo que puedes ver, ¿Cómo están mis niños? –digo entrando a la casa dejando las lleves colgadas y caminando hacia la sala.

-Bien están es sus camitas no tiene mucho que los subí.

Suspiro, me quito mis zapatos bajos eh subo los pies en el sofá acostándome, estoy tan pero tan casada que saber que mis hijos están durmiendo hace que me relaje y también quiera dormir como ellos.

- ¿Hubo mucho trabajo? –pregunta mi madre a lo que yo solo asiento- deberías dejar que otros se encarguen, tu hermano te puede ayudar, ¿quieres que lo llame?

-No de seguro anda igual oh peor que yo en la otra empresa –suelto en un suspiro- además no te preocupes, Andy acaba de llegar hoy.

- ¡Andy! Mi nieto está aquí –la escucho decir sorprendida y emocionada- mi niño que bueno que está de regreso.

Antes de que pudiera decir algo el sonido de una llama entrando resuena por toda la sala, entre abro los ojos eh veo a mi madre sacar su celular y contestar la llama.

-Sí, ni me... -deja de hablar como si la hubieran interrumpido del otro lado del teléfono, veo que me mira de reojo y luego enfoca su mirada a otro lado alejándose.

Me incorporo y me le quedo viendo esa extraña acción ha hecho que el sueño un poco desaparezca.

Intento escuchar lo que dice, pero ha salido al balcón que no logro escuchar con claridad la plática que se está llevando acabo.

Termina la llamada eh entra a la casa.

- ¿Quién era? ¿algo paso? Me debo de preocupar –empiezo hablar rápido alterándome.

-Tranquila hija, tranquila no es bueno que te alteres no es bueno para ti él bebe.

-Perdón es solo que me miraste de una forma que me ha puesto nerviosa y aparte saliste al balcón como si no quisieras que me entere de algo –trago grueso- ¿pasa algo?

-Lo que pasa aquí es de estas toda alterada y es mejor que vaya a tu cuarto tomes una ducha para relajarte y duermas un poco –toma mi rostro entre sus manos- mira no más tienes ojeras y te vez muy agotada.

Me levanta eh empezamos a caminar a las escaleras.

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