El Jefe romance Capítulo 13

Al salir del casino, en vez de tomar el Mustang pidió que le llevaran el Camaro… subió al coche rápidamente poniéndolo en marcha…

No le tomo mucho tiempo para dar con la mansión de Jonás Campi. Un poderoso empresario multimillonario dueño de todos los moteles de Tampa. En cada rincón de la ciudad existía un asqueroso motel de mala muerte perteneciente a este sujeto, también era el propietario de un sinfín de mujeres destinadas para la prostitución.

El viejo tenía a las mejores chicas, desde la más virgen e inexperta hasta la más experta y sádica. Buscaras lo que buscaras él siempre tenía lo que desearas. Pero eso no le daba derecho de hacer lo que le viniera en gana pensó Lión apretando el volante con fuerza. Como se atrevía a robarle, el muy maldito se las pagaría. Él era el jefe, toda Tampa estaba bajo sus pies.

Lión Walker acelero el coche a todo lo que le permitía el motor por una calle espaciosa que conducía a la mansión de Jonás, de pronto dio un giro repentino metiendo el coche de golpe sobre la verja de la puerta de la entrada de la casa de Campi. Acelero el automóvil logrando que del capote saliera humo blanco, al final logro pasar dentro de la mansión justo cuando cientos de balas impactaron el Camaro.

Este sonrió, ninguna de las balas traspasaría su coche. No era idiota, tenía enemigos por todos lados así que sus coches eran blindados. Este condujo hacia la parte delantera de la casa recibiendo más impactos de balas que antes. Freno abruptamente el coche viendo cómo se acercaban muchos hombres armados, desenfundo la nueve y la mágnum y así mismo salió del coche disparando primero a sus espaldas.

Acertando en todos los disparos, se agacho resguardándose con la puerta del coche. Saco el cilindro vacío de la mágnum para introducir más balas en él. Cuando estuvo listo se puso en pie disparando ambas armas al mismo tiempo. Aniquilando a todos a su paso, camino con paso firme hasta la puerta de la casa. Cuando la mágnum se quedó sin balas la desecho. Continúo disparando con la nueve de manera certera.

Recogió otra pistola de uno de los guardias muerto y con esta continúo disparando. Ambas en diferentes direcciones pero ninguna fallaba. De una patada abrió la puerta, dentro de esta lo esperaba algunos hombres que tan solo verlo abrieron fuego.

Lión se refugió en la pared, sacando otro cargador para la nueve.

— ¡Malditos hijos de putas! Masculla enfurecido.

Esa noche era muy calurosa, Lión sudaba a mares sintiéndose muy frustrado por tener que ocuparse de toda esa porquería. Volvió a levantar las armas y en cuanto tuvo la oportunidad volvió a la contienda disparando ambas pistolas hacia dentro de la casa. Cuando dejo de escuchar disparos, entro en la residencia.

— Jonás… ¡Oh, Jonás! ¿Dónde estás? Llama Lión mientras pasaba encima de los cadáveres.

Presiono el botón de sus armas para dejar caer los empeines, saco dos más de sus bolsillos para volver a cargar las pistolas. El mafioso subió por las escaleras lentamente llevando ambas armas al frente.

—Sabes porque estoy aquí Jonás, tenemos negocios que atender. Le dice con tono de juego. — Ven aquí y conversemos.

Pero nadie respondía, Lión camino por un corredor cubierto por una alfombra impecablemente blanca. En cuanto llego a la primera puerta la tiro de una patada. Pero estaba vacía. Siguió a la contigua puerta pero no logro llegar hasta ella por el sonido de una escopeta bolo la puerta de pedazos. Walker protegió su cuerpo de los pedazos, para luego apuntar hasta puerta.

Camina hasta ésta con cautela quedando a un costado del marco, escuchando pasos dentro de la habitación. Ambas armas se encontraban a un lado de su rostro, en un movimiento rápido se adentró en la recamara disparándole exactamente en l pierna a Jonás, quien detona la escopeta hacia el techo cuando cae al piso… Lión consigue acercarse pateando el arma de sus manos.

—¡Eres un maldito desgraciado Lión! Le gruñe cubriendo el hueco que tenía en su pierna.

—Sí, así me han dicho muchos. ¡Vamos a dar un paseo!

—Púdrete hijo de perra.

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