El Jefe romance Capítulo 14

Lión introdujo un Camaro bastante estropeado en su mansión, al bajarse de este muchos sujetos se acercaron a él con armas en sus manos. Este siguió hasta el maletero del coche, al abrirlo saco a Jonás de este a punta de golpes y empujones.

—Vamos Lión, te devolveré todo. Te juro que no me pasare por ninguno de sus casinos.

—El dinero no es lo que me interesa Jonás, no lo entiendes. El hecho de que te atrevieras a robarme es imperdonable. Decía arrastrando su cuerpo. —Es inaceptable lo que has hecho, y por ello vas a pagar hijo de perra.

—No, no, espera… yo puedo darte lo que quieras… lo que desees.

—Ya debes conocerme, nadie hace tratos conmigo.

Empuja el cuerpo de Jonás al sótano, el sujeto cae de bruces por las escaleras. Lión le sigue los pasos, en cuanto llego al final de estas encendió las luces. Encontrando al crupier atado de manos y pies. Sus ojos y boca también estaban vendados. Este al sentir movimientos se pone en alerta pero sin poder ponerse en pie.

—Maldición Lión, eres un desquiciado. Has traído al repartidor de cartas.

—Todos merecen un castigo.

Lión toma el cuerpo de Jonás para sentarlo en la silla juntando las muñecas terminando de por cerrar unas esposas en ellas. El sujeto estaba muy débil para defenderse ya, había perdido una importante cantidad de sangre. Walker se mantenía callado con la mirada fría y seria.

—Walker… Walker… escucha, hablemos yo…

Pero no termino de pronunciar otra palabra más ya que fijo sus ojos en lo que estaba haciendo el mafioso. Saco un puño de metal de su bolsillo calándoselo en los nidillos, lo pilla sonreír para luego propinarle un golpe en la cara a Jonás. El fuerte impacto logro que Lión aflojara un diente del su víctima. Mira como este escupe mucha sangre meneando la cabeza hacia ambos lados, lo había dejado aturdido.

—Esto te quitara las ganas de volver a robarme. Sonríe propinándole más golpes en la cara.

Cuando el rostro de Jonás dejo de ser reconocible, Lión detuvo los golpes. Se quitó el juguete de metal totalmente ensangrentado. Abrió y cerró la mano varias veces observando el cuerpo de Jonás quien no se movía. Solo permanecía con la cabeza cabizbaja.

Este tomo los tobillos del chico repartidor de cartas, quito el vendaje de sus ojos. Este al verlo abre los ojos como platos y tiembla como gelatina. Litros de sudor corre por su frente y todo su cuerpo al saber que estaba en manos de su propio jefe y gracias a la horrible reputación que se había ganado este el chico sabía que no la contaría.

—Conoces mis reglas, muchacho. Este solo negaba mientras lagrimas salían de sus ojos.

Walker saca el arma de la parte baja de su espalda. La carga y en segundos descarga el cartucho en el pecho del chico quien se retuerce mientras su cuerpo es impactado por todas las balas. La punta del cañón de la pistola de Lión echaba humo cuando esta dejo de soltar balas.

—Eres un hijo… hijo de perra. Balbucea Jonás a duras penas.

Impasible Lión saca el cuchillo que guardaba en su saco, pasa la yema de los dedos por el filo de está manteniendo la mirada puesta en su víctima. Toma el cabello de Jonás elevando su cabeza un poco.

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