El Jefe romance Capítulo 23

— Eileen, pensé que sería yo quien fuera a por ti. ¿Por qué has venido antes? El rubio la recibe en las afueras de su casa.

— Lo siento mucho Williams, es que he venido a por mis cosas para regresar a mi apartamento.

— ¿De qué hablas? Hemos quedado en que te quedarías unos días aquí hasta que tu casa sea más segura.

La pareja entra en la mansión de Williams sentándose en el sofá de la sala… en el camino Eileen había decidido que no podía quedarse en la casa del rubio. Era muy riesgoso, si Lión daba con ella en todos lados estaba segura que ya sabía dónde se encontraba en esos momentos. Lo que la llevo a pensar que lo más probable era que alguno de sus hombres la estuviera siguiendo.

— Yo… estaré bien en mi casa. Termina diciendo al fin.

— Al menos quédate este día, ya por la tarde de mañana tu casa estará lista de esa manera podrás regresar tranquila. Y yo estaré más calmado. ¡Por favor!

Ante una súplica como esa quien podía resistirse, Williams era increíble. Se estaba portando muy bien con ella, estaría totalmente agradecida y más que endeudada con él. De momento se quedaría esa noche, pero al día siguiente regresaría a casa.

— ¡Muy bien! Solo por esta noche.

— Excelente, me dejas menos preocupado. Y para celebrar tu estancia en mi casa te invito a cenar. El rubio le sonríe.

— ¡Qué lindo! Sonríe. — Me encantaría, de verdad pero no me siento mucho con ánimos de salir a ningún lado.

— En ese caso, mandare a preparar la cena aquí en la casa. ¿Te parece bien?

— Eso sí estaría bien. La joven sonríe resignada aceptar su propuesta tan amable, estaba haciendo mucho por ella. Lo menos que podía hacer era acceder a su petición, bueno tampoco es que fuera como un castigo. El sujeto era muy atractivo y no estaría nada mal tener una especie de cita con él.

[…]

El crupier repartía las cartas en la mesa, Lión recibió las suyas observando la mano que le había tocado en ese momento. Tomo el vaso de cristal que estaba a su lado para darle un sorbo al contenido de éste. Una mujer menuda se encontraba encima de él. Acariciaba su cabello mientras él se concentraba en la partida de póker que estaba jugando al privado con ciertos clientes exclusivos.

Llevaba un buen rato jugando al póker, pero su mente se encontraba en otro lado… y la mujer a su lado con aquel vestido que enseñaba prácticamente todo no lo estaba ayudando en nada. Diviso bien la jugada, tenía una buena mano ganaría mucho con ella. En cuanto estuvo a punto de tirar su mano, recibe una llamada.

— ¿Qué pasa? Contesta seco.

Kara estaba del otro lado de la línea dándole noticias sobre Eileen… si su ceño estaba fruncido al principio, ahora se encontraba peor que antes. Apretó el aparato con fuerza al escuchar la información recopilada de la mujer… no eran para nada buenas, solo lo cabreaba más de lo que ya lo estaba.

La rubia había ido a casa de Severu, y por lo que Kara le dijo la chica no había salido de allí desde que llego por la tarde. Éste miro su reloj, era demasiado tarde como para que continuara en esa mansión. ¿Qué se proponía quedándose allí? ¿Acaso pensaba que permaneciendo en esa residencia sería un impedimento para él?

— ¡Muy bien! Corto la llamada, al mismo tiempo que tiro la tanda de sus cartas.

— El señor Walker gana esta mano. Sentencia el crupier.

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