El Papá De Mi Amiga +18 romance Capítulo 4

Se sentía fatal al saberse perdida y rechazada por esa persona que por mucho tiempo estuvo en su corazón y la consideró alguien importante en su vida ahora no sabía ni siquiera que título darle, lo único que sabía era que no volvería a ser la misma de antes no después de haber sentido la explosión qué causó toda la noticia expresada sin anestesia en el momento menos esperado, todo surgió de la nada y salió así nomás sin ella percatarse siquiera de alguna señal de que eso iba a ocurrir.

Ya todo está dicho y sobre la mesa, no se podía cambiar. ¡Maldición!

—¿Que si te puedo dejar quedar aquí? Yo no tendría inconveniente, pero, ¿cómo es que ya no tienes donde vivir? —le interesaba saber todo con lujos y detalles puesto que era algo extraño que de la noche a la mañana la mejor amiga de su hija se apareciera pidiendo alojo, cuando ella misma vivía con su padres. Arrugó el entrecejo y la miró de hito en hito, sabía que hacer eso sometía a la muchacha ya podía verla bajar la cabeza, una señal de timidez qué siempre había visto en ella; quizás por eso le pareció tan interesante entre otras cuestiones que no sé atrevía a mencionar en ese instante, ni siquiera bajo el silencio del pensamiento.

Sonaba demasiado tentador dejarla quedar allí, la verdad es que no sé imaginó nunca tenerla tan cerca y eso despertaba su lado oscuro y hambriento que ella no notaba y esperaba que tampoco fuera evidente en la forma cómo se le quedaba viendo. Aunque de ser así yo hubiera salido despavorida de la oficina.

Cierto o no, estaba por dejar que permaneciera allí en la mansión. Tampoco es que podía negarse tomando en cuenta que se trataba de Hope, amiga de su hija, casi hermana. Desde hace ya un tiempo ellas eran bastante apegadas por lo que era también un peso para que ella pudiera estar ahí. Notó que estaba nerviosa y no dispuesta a narrar la verdad por la que estaba pidiendo ayuda, debía de ser un asunto emuy importante para ella y por eso no era capaz de emitirlo a todo el mundo, supuso en su cabeza mientras se dirigía a la joven nuevamente para hacerla sentir más tranquila.

—Descuida, no debes contarme la razón el motivo por el cual te encuentras acá perdona eh sido un poco indiscreto al formular la pregunta Solo que me parece un tanto raro que de pronto estés aquí y si necesitas quedarte el hazlo el tiempo que necesites y desde ya estás en tu casa. Dime dime a todo le haré saber a la mucama para que te prepare una habitación.

—No, es decir siento que debo contarle el motivo por el cual me encuentro aquí pidiendo ayuda y es que mamá me echó de casa y no puedo entender por qué existen personas tan malas incluso siendo tan cercano a ti. La verdad es que me enteré de que no soy su hija legítima, soy solo su sobrina y todo este tiempo me creí el ridículo cuento de que somos una familia, pero todo ha sido un montaje y ni siquiera sé si si soy de verdad esta persona, esto me cambia completamente lo siento. —susurró, mientras se limpiaba el rostro, ya volvía a ponerse sentimental y no podía evitarlo, todo era un revuelto intenso, en su pecho se sentía el apretón.

El hombre no iba a admitir que todo eso lo sorprendía y lo dejaba un poco perplejo pero estar al tanto de la situación le hizo sentir más humanidad hacia ella sí ya estaba seguro de dejarla quedarse en la mansión ahora con más razón ella no tenía adónde ir y mientras pensaba en lo que le estaba ocurriendo en eso, sintió un poco de lástima por ella.

—Lo siento, es terrible esto que estás pasando no se lo merece nadie y entiendo cómo debes de sentirte de la noche a la mañana enterarse de algo así debe ser fuerte y bastante difícil de procesar pero sabes que cuentas con Alicia y conmigo, nosotros podemos ayudarte en lo que desees, en lo que necesites. Así que no dudes en decirme si solamente es quedarte acá o si necesitas dinero, solo dime y te lo daré. —añadió amable, pero a Hope le parecía vergonzoso decirle tal cosa.

Suficiente con permitirle vivir allí, ¿ahora también pedirle dinero? No podía hacerlo, era demasiado para ella. Suspiro profundo y negó con la cabeza.

—No, es mucho ya lo que está haciendo, yo debo resolver esa cuestión. —se aclaró la garganta.

—Entonces si necesitas el dinero —adivinó él, ella asintió levemente, aunque al instante se arrepintió y negó con la cabeza, demasiado tarde.

Asthon buscó en un cajón y puso a su disposición un fajo de billetes. Anonadada no podía creer lo que él le daba simplemente no podía ceptar y ya además iba a endeudarse y con lo que ganaba en el trabajo, una miseria, no sería suficiente para pagar, es que no podía aceptar por lo que negó con la cabeza, sí, declinar era lo correcto en ese momento si no quería ponerse ella misma la soga al cuello sin importar que sería al padre de su amiga a quién iba deberle.

—No puedo aceptarlo, tardaría una eternidad en devolver cada centavo, por ahora me abstengo, muchas gracias por la intención y por dejar que me quede. De igual modo buscaré un lugar estos días, no quiero incomodar, ni mucho menos.

Aclaro no era su intención permanecer allí meses mucho menos un año sino unas pocas semanas hasta que encontrará un lugar en el que pudiera quedarse y pagar con el sudor de su frente. Por otro lado al hombre no le importaba si era un año o más tiempo lo que ella iba a durar allí, de hecho cada vez que pensaba en ese nuevo presente, le gustaba más la idea, una que lo iba a conducir a un laberinto de perdición que ambos no sé imaginaban, pero estaba a punto de comenzar y justo en ese instante en el que ella había aparecido se adentro al juego.

—Tómalo, anda, ni siquiera te estoy haciendo un préstamo, yo te lo estoy regalando porque sé que de verdad lo necesitas, por favor hazlo por Alicia ella también haría lo mismo, por favor. —insistió, y ya no pudo negarse.

—Me agrada más la idea de que sea un préstamo, porque de este modo me hace sentir mal, ya sabe, así que...

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