El profesor y la virgen nínfula romance Capítulo 13

Me desperté de mal humor. Además de no poder dormir bien, todavía tengo que llevar conmigo el deseo contenido por Celine. Hace mucho que no me despertaba así, porque antes el sexo para mí solucionaba todo, pero ahora tiene que ser sexo con la persona adecuada.

- Espero que esta chica no haga nada hoy, o no respondo por mí mismo. Fui a la universidad, pareciendo unos amigos, recorrí los pasillos con cara seria que los estudiantes venían con la intención de acercarse a mí, y luego se dieron por vencidos. Solo escuchaba los susurros y la charla, como si fueran lo suficientemente discretos como para no escucharlos. ¿"Qué le pasó"? "No lo sé, pero apuesto a que cambio esa cara rápidamente, ¿quieres ver"?

- Ahora no Monique, le dije con rudeza, en cuanto la vi tratando de acercarse. Monique: Cielos, Kyle, qué mal humor.

- Ya te dije que ahora no Monique. Ella frunció el ceño cuando traté de llegar a mi habitación lo antes posible. Todavía faltaban veinte minutos para que comenzara la clase y la sala estaba vacía. Respiré hondo, tratando de no dejar salir la ira que sentía conmigo mismo por ser tan estúpido como para volverme loco por el coño de una chica. Tal vez si me lo como una sola vez, me olvidaré de él como me olvido de los demás. Pero no, si hago eso, le mostraré que perdí.

- ¡Mierda! El sexo de ayer fue genial, pero no cambió en nada esta obsesión que comencé a sentir por el cuerpo, el olor y hasta la forma de Celine.

¿Cómo cambiaría? ese cuerpo no era de ella, y solo Dios sabe cuantas pollas se metieron en ese coño ayer. Sin mencionar que siento un impulso incontrolable de besar a Celine, lo cual creo que es demasiado íntimo para hacerlo. Pero esa boquita debe hacer mil maravillas.

- Mierda, ahora no. Me dije a mí mismo, notando que mi pene respondía a mis pensamientos.

- Que niña cretina, dije un poco fuerte, tratando de desinflar un poco el enojo que estaba sintiendo.

Celine: Espero que no se esté refiriendo a mí Profesor Kyle, ya que soy insolente y grosero solo con aquellos que lo merecen. Entró en la habitación, vestida con una falda corta de cuero, botines y una blusa blanca ceñida a la piel. Estaba a punto de explotar, y ella necesitaba alejarse de mí rápido.

- La clase aún no ha comenzado y quiero estar sola Celine, por favor vete. Dije, apartando la mirada de sus pechos, hacia la mesa, evitando así mis ganas de chupársela allí mismo.

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