El Prohibido Amor de un CEO romance Capítulo 118

"No Lorelay, aunque me tortures no lo haré."

Carolina se niega a llamarle a Paul frente a Lorelay quien vuelve a pedir.

"Por favor Carolina, solo es una llamada."

"No es gran cosa."

"Solo unas cuantas palabras por favor..."

Ruega Lorelay.

"No Lorelay, lo siento."

Carolina resopla.

"Se que quieres saber sobre tu amorcito, pero no lo haré."

Lorelay mira con determinación a Carolina ceda a su petición.

"Solo será una pregunta, puedes colgar después de eso..."

La sensación en el pecho de Lorelay crece.

La abuela Situ al lado de ellas comprende la situacion a medias.

"Que pasa ahora niñas?"

"Porque discuten?

Cuestiona la abuela intrigada

Tanto Lorelay como Carolina guardan silencio.

Ellas no saben como explicar el trato que tienen, pero la abuela presiente que es un tema de hombres.

La abuela llama a la secretaria de Edward para preguntarle por su nieto.

"El señor Situ me pidió que llevara botellas de vino."

"Él se quedó solo después de un tiempo pues el señor Paul se retiró."

Comenta Sandra, quien se desempeña como espía para la abuela en la oficina de Edward.

"Gracias Sandra."

Responde la abuela quien observa a ambas chicas.

"Se que les están dando una lección merecida a esos estúpidos niños, se que lo merecen de verdad."

Asevera la abuela.

"Tanto Paul como Edward han llevado sus vidas como han querido y han cometido demasiados errores."

"En el proceso han lastimado a muchas personas, verdad Emily?"

Tomando de la mano a Lorelay, la chica de siente como aquel momento cuando por primera vez conoció a la abuela Situ en el hospital.

"Pero como te dije antes, no tenses tanto la cuerda o se romperá."

"Pueden parecer duros y resistentes por fuera ese par..."

"Pero por dentro han sufrido demasiada soledad."

"Han pasado por muchas perdidas y desamor también."

Las palabras de la abuela Situ conmueven a las duras chicas.

"Paul no es mujeriego porque si Carolina..."

Le indica a la ruda chica la abuela.

"Mi nieto está en su oficina mi niña."

"Ve con él y dale un poquito de aliento para que pueda seguir adelante."

"Lo suficiente como para que sobreviva a mañana y pueda regañarlo."

Lorelay la abraza.

Antes de irse, le da un golpe en el brazo de Carolina.

"Hablaremos mas tarde."

"Cuida de mi hermano hasta que se vaya."

Pide Lorelay a su amiga antes de apresurarse a regresar a la sala para despedirse de Bruce y Elizabeth.

Bruce le da un beso en la frente a su hermana comprendiendo el porque de su apuro.

Bruce también comprende el porqué ella no podrá ir a despedirlo al aeropuerto.

"Date prisa hermanita."

"Yo pasé por lo mismo, pero tu puedes evitar que Edward acabe en el hospital de nuevo."

Declara confiado Bruce.

James y Dániel hablan mientras Maggie y Johana se ponen de nuevo los tacones.

"Iré contigo Lorelay."

"Se que necesitaras ayuda para trasladar a Edward a su casa."

Lorelay se sorprende cuando Dániel comenta eso.

"Dániel, ya sabías con quien iba?"

Cuestiona curiosa Lorelay.

Dániel se acerca a ella para colocar delicadamente su mano en el hombro de la chica.

"Te conozco y se cuando estás preocupada por Edward."

"Andando."

James le extiende las llaves del Jaguar negro, pero Lorelay lo detiene.

"Dániel, esto lo provoqué yo sola."

"Yo sola puedo remediarlo."

"Ustedes vayan con mi hermano al aeropuerto."

"Por favor cuidenlo para que llegue bien."

"Yo debo irme ya."

Lorelay mira por última vez a su hermano...

Sabe que no es una despedida sino un hasta pronto.

Ella espera pronto poder visitar de nuevo a la abuela Freda.

Lorelay tiene una ligera idea acerca de lo que Edward hizo.

Ella está consciente de sus padecimiento previos, por lo que entra en la cocina de la abuela y toma dos botellitas de líquido morado.

Thomas ya la espera para abrirle el gran portón de la villa.

Lorelay enciende el auto y maneja aprisa a la empresa de Edward.

Está anocheciendo y ella piensa que han pasado unas horas desde que lo dejó en su oficina.

La rubia no puede saber a ciencia cierta cuanto ha tomado licor o vino a ingerido Edward.

Pero ella tiene que intentar aliviarlo.

Paul que espera la llamada de otra persona contesta el celular sorprendido, pues no tiene ese número registrado.

La dulce voz de Lorelay se escucha del otro lado.

"Señor Paul, tal vez le sorprenda mi llamada..."

"Pero tengo un detalle técnico en la empresa que discutir con el señor Situ, pero no me contesta el celular."

"Podría decirme si aún puedo encontrarlo en su oficina?"

"O ya se habra retirado a su casa?"

Lorelay ruega porque le crea su mentira.

"Vaya, vaya la dura mujer cruel sin corazón que está destrozando a mi amigo me llama."

Contesta Paul con algo de odio.

"Sabes que está comenzando a enamorarse de ti, pero eso lo está conflictuando demasiado?"

"Porque no me dices el verdadero motivo de tu llamada?"

"Podría considerar decirte donde está mi amigo en este momento si me dijeras que tu también lo quieres."

"O tal vez te resulte mejor trato si me dices si Carolina está contigo y la pones al teléfono."

A Lorelay no le agrada manejar hablando por celular, aunque sea por bluethoot del auto.

Pero ella no puede perder tiempo orillándose para responderle.

"Lo siento señor Paul."

"La señorita Carolina tuvo cosas que hacer y nos separamos desde que salimos de la empresa."

Responde Lorelay.

"Solo me acompañó unas horas pues estaba detallando algunas cosas conmigo referentes a una compra de arte para ella."

"Será mejor que intente de nuevo marcarle a su celular del señor Situ para solucionar mi problema, gracias Señor Paul."

Lorelay termina la llamada, pero Paul tiene curiosidad.

Sentado dentro de la casa de Carolina, rodeado de miles de flores solo para satisfacerla, hace una llamadas a Edward.

Demasiadas veces, pero no responde ninguna vez.

Una,

dos,

tres,

cuatro,

cinco,

seis,

siete...

Nada.

Simplemente no había respuesta.

Como no quiere irse de la casa de Carolina, Paul llama de nuevo al número de Lorelay.

"Tiene razón señorita Lorelay."

"Edward no contesta su celular, lo cual es bastante raro, ya que siempre me contesta."

La llamada de Paul y sus palabras mortifican aún más a Lorelay.

"Edward se quedó en su oficina y aún debe de estar ahí.'

"Tal vez se quedó sin batería su celular..."

Pero lo que Paul sabe e intuye es que Edward debe estar tan borracho que ni siquiera debe escuchar el aparato sonar.

A Paul lr gustaría ir a verlo, pero Carolina podría llegar en cualquier momento.

Él debe de estar ahí para darle la sorpresa que preparó para ella.

"Gracias Señor Paul, enviaré a mi abogado para que pueda resolver este problemita."

"Buenas noches."

Lorelay termina la llamada mientras fija rumbo a la empresa de Edward.

Si Edward hubiera estado dentro de su casa nueva ella tendría problemas para entrar y verificar que él estuviera bien.

Lorelay sabe que Edward no tendría ama de llaves de planta o mayordomo, ni ayudantes que la dejaran entrar en su casa.

Pero estando en la empresa, el guardia de seguridad interno la dejaría entrar con facilidad.

Estacionando su auto lo más rápido que pudo y corriendo al ascensor exclusivo, Lorelay pulsó el botón para subir de inmediato al piso de Edward.

Ella pudo observar que aun habia algunos autos estacionados, por lo que tal vez habría aun algunas personas en la empresa.

"Rápido, rápido, rápido."

Reza la chica dentro del ascensor para que este se mueva a toda velocidad.

La puerta se abre y cuando ella iba a salir, se encontró de frente con una chica que la observa sorprendida.

Rita tiene mas de cinco años trabajando para la empresa de Edward.

Y como la mayoría de las empleadas, esta enamorada en secreto del guapo y millonario jefe.

Rita había seguido toda la vida personal de Edward muy de cerca.

Ella solo esperaba la oportunidad adecuada para estar a solas con Edward, tratar de seducirlo y ser su novia.

A eso aspira Rita.

Antes de que Sandra tomara el puesto de secretaria, Rita había logrado con éxito poner un somnífero en los puros que Edward de vez en cuando fumaba.

Pero después que Emily desapareciera, Edward no volvió a tocarlos.

Pero Rita se mantuvo paciente esos tres largos años.

Por eso, ella era siempre la última en salir de la empresa.

Ella solo se iba temprano cuando Edward tambien lo hacia.

Al ser del equipo de vicepresidencia, Rita tenía muchas oportunidades de pasar frente a la oficina del guapo CEO.

además que podía preguntarle abiertamente a Sandra por Edward.

Ese día, Rita pudo ver que Sandra llevaba botellas a su oficina.

Disimuladamente Rita observó cuando Paul se retiró.

Cuando Sandra apagó su computadora, guardó sus cosas y se fue a casa, Rita se arregló para que se pareciera a esa chica llamada Emily.

Ella sabe que Edward habia tenido una noche de pasión con ella en un hotel.

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