El Prohibido Amor de un CEO romance Capítulo 144

"Siéntate Black, estás en primera fila para observar el espectáculo sin que nadie te obstruya."

"Así que disfrútalo y relájate."

La voz femenina metálica de Máscara de Plata le ordena a Edward que regrese a su lugar en ese Coliseo.

Edward se sienta lentamente sin entender muy bien como es que esa mujer logró llevar a la arena al Topo.

Supuestamente ese hombre está en su escondite custodiado por su gente!

El celular suena solo dos veces.

"Jefe."

Uno de los hombres de Edward  en ese lugar atiende.

"Revisa el calabozo donde está el Topo, porque lo estoy viendo en persona en el Coliseo donde estoy ahora!"

El hombre baja a realizar lo que su jefe le indica.

El hombre abre la puerta metálica que lleva a los calabozos, donde retienen a los prisioneros.

Y está vacía la jaula.

Cerrada por dentro, pero vacía!

"Jefe no se como explicarlo, esta vacía...

"Esta completamente vacía!"

El asombro de ambos hombres no tiene límites, pues ninguno entiende como es que pudieron sacar de ese lugar al Topo sin que su gente se diera cuenta.

"Espera, Tim aún está en ese lugar?"

Edward pregunta al hombre, pues tal vez ese hombre tiene algo que ver...

"No, después de que usted se fue, Tim se retiró también."

"Todo esto es muy extraño."

Edward tampoco entiende como es posible que el Topo este frente a él.

"Bien, continuemos.

"Como ustedes ya pudieron leer en las hojas que les repartimos a la entrada, los cinco capos,

Román,

Marco,

Dimitri,

Mario y Hans fueron liderados e instigados por el Topo para alzarse contra esta nueva y temporal reina en el inframundo."

"Tal vez, pensaron que yo sería muy fácil de derrotar, no es así?"

Máscara Plateada se para derecha frente al Topo que está muy golpeado, su cara hinchada, pero se niega a caer de rodillas por su estúpido y falso ego.

"Me gustaría que el acusado dijera algo a su favor."

"Maurice, puedes hablar antes de que acabe contigo."

Los hombres y las pocas mujeres que están en las sillas sentados observando y escuchando el espectáculo aterrador, solo pueden permanecer inmóviles en silencio.

Cuando llegaron al Coliseo, la vista de los muertos, hombres que ellos habían conocido en alguna ocasión, yacían de cabeza, casi degollados.

Ese fue un macabro recordatorio de lo que les pasaría si querían iniciar una guerra contra esa Mascara.

Maurice tosió fuertemente para tratar de hablar, pero su voz casi salía como un hilo, por lo que Mascara le acercó un diminuto micrófono a su gordos y morados labios.

"Ninguna mujer debe de gobernar el inframundo, solo los hombres pueden hacer eso...."

Jadeante se detiene un segundo, tose, escupe sangre y continua.

Por más que quisiera no puede abalanzarse contra esa mujer frente a él, pues está amarrado de manos a un enorme poste que le impide moverse.

"Soy el más adecuado para reinar con gran poder y eficacia este mundo."

"Además Mascara de Bronce me debe la vida de mi hijo."

"Él lo mató."

Todos los hombres comenzaron a cuchichear ante esas palabras, pues todos conocen esta historia.

Ellos tambien sufrieron bajas cuando Máscara de Bronce trataba de escalar hasta lo más alto de la pirámide y colocarse la corona del submundo.

"Así que Máscara de Bronce te debe la vida de tu hijo?"

"Que arrogante eres cerdo infeliz!"

"Ese hijo tuyo trato varias veces de asesinar a Máscara de Bronce y su segunda al mando."

"Por eso es que fue condenado a muerte!"

"Si todos siguen las reglas,

pagan sus impuestos a tiempo y en forma, nadie tiene porque violentar la vida de los demás."

"Pero tu estúpido hijo se negó muchas veces a pagar."

"Destruyó muchos puestos con mercancías invaluables!"

"Destruyó mercancía de otros capos también!"

"Declaró guerra contra varios exportadores amigos..."

"Ustedes sabían de sus actividades a sus espaldas?"

Cuestiona Máscara plateada a los hombres y mujeres asistentes.

"A cuantos de ustedes como por arte de magia los cargamentos les fueron confiscados y desaparecidos?"

"O sus lindas chicas fueron robadas?"

Unos cuantos hombres se miran, pues saben que eso les ocurrió hace tiempo.

Pero jamás pensaron que se tratara del hijo del Topo.

"No te dicen Topo solo por tu cuerpo no es así?"

"Escondes más cosas de lo que muestras bajo tierra y jamás dejas que nadie entre a tu guarida."

"Me equivoco?"

Máscara de Plata oprime un botón de una pared cercana.

Una enorme pantalla plana emerge de una de las paredes mostrando videos y cifras de los activos netos del Topo.

Muchas de las ganancias son justificadas a su negocio legal en la ciudad, pero las demás están explícitas.

Había estado robando e inflando sus precios, incluso a sus amigos, para  ganar más dinero a costa de ellos.

Algunos de los mafiosos se pusieron sus lentes al ver sus nombres en la relación de estafados.

Algunas miradas de odio se dirigieron al repugnante hombre que esta abajo atado, pues es un código silencioso entre ellos no estafarse nunca.

"Ahora que algunos ya saben la clase de escoria que estoy tratando de quitar de su camino, alguno quiere defender al Topo?"

"Nadie?"

Máscara de Plata levanta las manos...

Ella. espera una sola palabra, el Topo también, pero el Coliseo de repente se llena de un silencio sepulcral.

"Correcto, ahora lo más divertido?"

"Slguien quiere hacer los honores o quisieran verme en acción?"

Edward se levanta inmediatamente de su asiento haciendo que todo el mundo se sorprenda.

"Black!"

"No esperaba menos de ti."

"Tengo entendido que este hombre te quitó uno de tus elementos preciados de tu organización, no es asi?"

Edward emana un halo oscuro y frío cuando está frente a esa mujer con máscara que brilla.

Algo de ella le resulta terriblemente familiar, tranquilizador y perturbador a la vez...

Todo un dilema sin duda.

Pero de algún modo, ella lo atrae irremediablemente.

Y mucho más ahora que está parado a pocos centímetros de ella en esa arena.

"Así es."

"Dió un golpe contra mis instalaciones."

"Se llevó a mi químico y su esposa, la cual pude salvar."

Responde Edward.

"Ese ataque fue personal, por lo que reclamo el derecho de interrogarlo primero para averiguar el paradero mi hombre."

"Y después matarlo."

Máscara se aleja unos pasos de Edward, pues el aroma de su loción entra por su nariz, haciendo que Lorelay comience a perder enfoque.

"Eso no será necesario Black, tengo a tu hombre en mi poder."

"Sombra muestra al hombre en el monitor del Coliseo."

La pequeña sombra muestra un hombre con una máscara negra, su físico es delgado y está sentado en una silla de ruedas debido al cansancio excesivo.

La sorpresa es mayor cuando una mujer aparece al lado de él en ese mismo palco con vidrio donde está la sombra.

Edward puede adivinar que son Daniel Black y Lara.

"Estoy bien, me rescataron hace un par de días. "

"Ella está conmigo, Blacks, lamento haber sido el elemento mas vulnerable."

"No volverá a suceder."

La voz, aunque algo cansada, es la de Daniel definitivamente, por lo que el asombro es todavía mayor en Edward quien ahora tiene a su lado a Paul, incrédulo de la eficacia de esa mujer.

"Aún quieres ajustar cuentas con el Topo, Black?"

Máscara de Plata se aleja unos pasos de ellos para sacar algunas herramientas de uno de los paneles ocultos de esa arena.

Los posiciona en una esquina antes de  hace una reverencia para que se acerquen los dos Black.

Máscara camina hacia el Topo.

Con un corte rápido lo libera de sus ataduras.

El hombre cae de cara al suelo, levantando una pequeña estela de polvo.

Edward detiene a Paul, quien con solo esa simple acción, comprende que Edward se hará cargo de esa basura él solo.

"Es mío."

"Su miserable y codiciosa vida es mía."

El Topo se levanta con mucho esfuerzo, vuelve a escupir sangre en la tierra y se niega a dejarse vencer tan fácil, tan rápido.

Edward mientras tanto truena su cuello y sus nudillos mientras se acerca a ese hombre.

Esta es la primera vez que Emily/Lorelay/Máscara de Plata verá en acción a Edward.

Ella pudo no pudo ver bien cuando Edward líquido a ese hombre en la playa aquella vez.

La figura negra se sienta en la silla que esta vacía en la arena.

Todos los demás miran con muchísima atención desde sus lugares.

El Topo toma uno de los largos cuchillos que se encuentran sobre la mesa.

Lo empuña débilmente para tratar defenderse de Edward.

El gordo hombre abanica algunas veces el cuchillo frente a Edward, pues antes de ganar todo ese malsano peso, el tipo era un experto espadachín.

Pero ahora, sus años de inactividad, su extrema gordura y su falta de práctica le cobran la factura.

Un movimiento tonto, Edward toma la hoja del cuchillo entre sus dos enormes manos blancas y le arranca con facilidad el cuchillo, empuñándolo ahora él.

Maurice trata de lanzar algunos golpes contra el Black, quien asume que es Edward, pero ninguno atina.

Ni siquiera a llega a acercarse al cuerpo de Edward.

Aburrido y asqueado por el patético encuentro, Edward camina despreocupadamente hacía el gordo hombre.

Él golpea los costados del gordo hombre con sus puños.

Como ya no tiene nada que le interese ese hombre, le rompe el cuello rápidamente.

El cuerpo sin vida del Topo golpea el suelo, abatido.

Edward se de la vuelta dejando el cadáver en el suelo.

Él camina a su silla y la chica se levanta, brindándole unas palmadas en el brazo.

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