El Prohibido Amor de un CEO romance Capítulo 145

"uuuhhhhh..."

Edward deja escapar este sonido debido a los golpes del gigante desquiciado.

Lorelay se mira insolentemente las uñas sin prestar atención a la pelea.

"Ni de broma creías que podías derrotarme o si Black?"

Ruge el gigante con aliento fétido.

"No eres más que un niño bonito que juega a ser un matón!"

"Pero todos lo que estamos aquí en este Coliseo sabemos que solo eres un estirado y despreciable empresario que se cree muy hombrecito para enfrentarme..."

Román no puede terminar sus palabras pues Edward toma con sus dos manos el gran puño de Román para hacer que se estrellara contra la pared lateral de Coliseo.

Dejando una huella algo visible de los nudillos ensangrentados.

"No estoy para sermones de hijos de putas que saben aprovecharse de las mujeres!"

"Yo también se quien eres Román."

"Tu supuesto poder radica en secuestrar chicas vírgenes para venderlas!"

"No eres mas que una mierda!"

Edward apoya una de sus piernas contra la enorme y dura pierna de Román para impulsarse hacia arriba y enrrollarle ambas piernas musculosas, haciendo que Román, tal como lo había dicho antes Edward, cayera de forma estrepitosa al suelo.

"aaaaahhhhhh..."

Las personas en las gradas exclamaron al unísono cuando Román aterrizó fuertemente contra el suelo antes de deslizarse algunos metros sobre su cara, dejándole la piel raspada.

Sin perder tiempo Edward le dio la vuelta al gigante ensangrentado, para sentándose encima de él para asestarle puñetazos en la cara y las costillas, dejándole sus nudillos marcados en sus mejillas.

Román se sacude en el suelo ferozmente, logra derribar a Edward a un costado, trata de patearlo con su enorme bota con casquillo.

Pero Edward toma su pie, con su mismo impulso hace que el tonto gigante de un vuelta en el aire y termine otra vez en el suelo, boca abajo...

Sin saber como había llegado a ese punto.

"Lo dicho, solo eres un puto hablador!"

"Sin tus armas no eres mas que un pusilánime!"

"Levántate y pelea!"

Edward camina hacia donde esta el hacha clavada en la arena firmemente y espera Román pacientemente.

Román al verse humillado de ese modo, mordiendo el suelo varias veces debido a ese flacucho hombre, se levanta decidido a acabar de una vez por todas con él.

"Tu amigo de verdad que tarda demasiado en derrotarlo."

"No deberías ir a ayudarlo para que no se canse?"

La chica se dirige a Paul mientras permanece sentada, mirandose las uñas pues ni siquiera mira la pelea.

Al principio le resultó un poco atractiva, Lorelay siente que Edward se está conteniendo.

Y no está peleando de verdad.

"Espera y veras."

"Solo eso, espera y veras..."

Responde Paul.

Aunque por dentro Paul tampoco está seguro si Edward podrá derrotarlo, pues en estos tres años que estuvo alejado de todas las actividades criminales buscando a Emily, no sabía si Eward había seguido entrenando.

O no...

El gigante lanza un derechazo a Edward, quien esquiva bien el golpe cuando se agacha.

Con su pie golpea en la ingle al gigante quien hinca una rodilla en la arena.

Edward se coloca detrás del hombre en tierra, le patea la espalda y el gigante cae hacia adelante.

De nuevo.

Román observa el filo de la navaja justo en su cara.

Trata de incorporarse, pero Edward se para encima de él sin dejarle lugar para que haga ningún movimiento.

Toma la enorme cabeza del gigante, presiona con ambas manos hacia abajo para que el hacha haga su trabajo.

Román resopla, las venas de su cuello se ensanchan, los ojos rojos casi se le salen de la cuencas.

Colocando ambas manos a sus costados para impulsarse hacia atrás y tirar al hombre que está en sus espaldas, pero Edward le da un codazo en la columna con tanta fuerza que el hombre cae hacia adelante.

Su perdición fue haber perdido la cabeza por su furia.

Su cuello se acerca peligrosamente a la afilada daga.

Las personas en las gradas se asoman para ver de cerca el final del gigante.

Jadenante y resoplando por aire, Román aún trata de luchar contra la fuerza del Black, pero Edward de una patada clava tan bien la cabeza del hombre que se desprende rápidamente como si fuera la cabeza de un pescado en manos de un cocinero experto.

"eeeeeehhhhh!"

Imitando a David y Goliat, Edward se ha coronado el ganador en esa pelea, por lo que el público aplaude furiosamente, apreciando el derramamiento de sangre.

Edward patea la cabeza del gigante a las demás jaulas para que les quede claro lo que les pasara a ellos.

Los demás se preparan para lo que vendrá.

"Muy bien Black, bravo!"

Máscara de Plata se acerca aplaudiendo y contoneándose de forma muy seductora a Edward, quien se hinca en el suelo para recuperar su aliento.

En determinado momento Edward pensó de verdad que no podría matar a ese hombre.

Si él no podría derrotarlo, esa mujer mucho menos, eso pensó Edward mientras levanta la cabeza para observar la mano que la chica le ofrece para que pueda levantarse del suelo.

"Descansa y ahora observame."

"Quiero que todos vean por que no deben ir contra mi ni contra Máscara de Bronce."

"Abran las demás jaulas restantes!"

Los presentes no pueden dar crédito a lo que acaban de escuchar!

Esa mujer de verdad va a pelear ella sola contra los otros tres restantes hombres?

Además hay una variedad de armas, cuchillos y mazos disponibles en la mesa!

Todo el mundo contiene el aliento....

"Tooooommmmyyyyyyy!"

Teresse está tan ronca de gritarle a Tommy desde esa cama donde despertó hacia unos minutos atrás para encontrarse con la novedad de que esta esposada a uno de los postes de la enorme cama.

Trató en vano de soltarse.

Trató de escabullir su pequeña mano por el agujero de la esposa que apresa su mano, pero solo logró lastimarse en el proceso.

Por eso ahora su último recurso es gritarle a su esposo.

"De haber sabido que iba a ser peor que Tommy se comportaría así conmigo jamas hubiera aceptado casarme con él!"

Teresse grita una,

dos,

tres,

cuatro,

cinco veces más el nombre de Tommy...

Hasta que por fin escucha que la puerta se abre y su esposo entra feliz y despreocupado a la habitación.

"Por que carajos estoy esposada Tommy?"

Cuestiona enfurecida la chica.

"Quien te crees que eres?"

"Que mosca te pico a ti para tratarme de esta manera?"

"Esto es absurdo!"

"Desatame ahora!"

Tommy con su habitual calma se acerca a su esposa, observando que su mano sangra un poco, debido a que ella trato de zafar su mano de las esposas...

"Soy tu amante esposo legalmente."

"En este mundo donde quisiste entrar de nuevo, te reclamo como de mi propiedad."

"Eres mi pertenencia más valiosa y por lo mismo yo, como tú dueño, digo que puedes y que no puedes hacer."

Responde Tommy sin más.

Teresse no puede creer lo que escucha...

Su dueño?

Acaso él la compró?

Ella no es ninguna pertenencia de nadie.

Ni es una cosa que se pueda adquirir!

"Tommy, pero te estás escuchando?"

Grita confundida e histérica Teresse.

"Ya te dije que solo quería ayudar a Lorelay, a ustedes!"

"Soy una espía por el amor de dios Tommy!"

"Así me conociste si mal no recuerdas!"

"Ahora suéltame y no me hagas arrepentirme de haberme casado contigo!"

Exige con voz temblorosa y quebrada la chica.

"Donde quedó mi esposo "amante" que me protegía y cuidaba tiernamente?"

"Tommy, no puedes molestarte tanto por nada!"

"Estoy cansada de estar esposada!"

"Me duele la mano!"

"Quiero ir al baño!"

"Suéltame Tommy!"

Teresse tiene la carita roja debido a su intenso y creciente enfado.

A Tommy le parece que está más hermosa que nunca.

La molestia de su esposa le parece valida, pero también su castigo le parece justo.

Teresse ahora es su esposa.

Y como tal no debe de exponerse sin pensar que su vida puede estar en peligro también.

Unas lágrimas de frustración salen de los ojos claros de la chica.

Ella se apresura a limpiárselas pues Tommy solo la mira sin decir nada.

O liberarla.

De pronto, ella se da cuenta que Tommy es un hombre al que ahora desconoce.

Y por esa razón decide que ya no quiere estar a su lado.

"Tranquila, te harás más daño."

"Déjame abrir las esposas y curarte esa mano."

Tommy al ver sus lágrimas, se siente culpable mal por ella.

Él chico considera que ha sido castigo suficiente, por lo que abre las esposas, liberando a la chica, quien se soba la mano mientras otra solitaria lágrima rueda por su mejilla.

Tommy trata de limpiársela, pero ella al ser mas rápida que él da un salto hacía el otro lado de la cama, corre al baño, pues tiene que ir urgentemente y cierra de un portazo poniendo seguro.

"No te atrevas a tocarme nunca más Tommy!"

"Déjame sola!"

Grita enfurecida la chica.

Tommy escucha que jala la cadena del baño y se abre la llave de la regadera.

"Dejaré tu ropa afuera mi amor para que elijas que quieres ponerte."

"Cuando acabes, tienes que bajar conmigo a comer algo, escuchaste?"

Teresse se quita la sangre de su muñeca, mientras que planea como escapar de esa casa sin que Tommy se entere ni la busque.

Ella no va a permitir que él la trate de esa manera.

Y mucho menos que le diga que ella es de su propiedad.

Sollozando acurrucada en el piso de la ducha, Teresse no comprende como es que su tierno esposo se convirtió en esa bestia infernal que hasta la esposó a la cama y la reclama como suya...

Ella lava el cabello a conciencia.

Frota su cuerpo con el gel para baño con olor a vainilla que encuentra en esa ducha.

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