El Prohibido Amor de un CEO romance Capítulo 15

El empresario extranjero Gibrand leía el periódico cuando una noticia le llamó la atención.

El apellido y la foto de la mujer que aparecía hizo que se levantara de  golpe de su asiento.

Se apresuró a tomar las llaves del auto y salió al aeropuerto lo más rápido que pudo.

En su departamento, la señora Lily Mu de desmaquillaba sentada en un banco de madera frente a un pequeño espejo.

Llevaba puesto una pijama de segundamano, pues el dinero no le alcanzaba para comprar sus finas pijamas a las que ella había estado tan acostumbrada en el pasado.

La señora Lily Mu suspiró desilusionada debido a que su vida, su estilo de vida se había ido al carajo.

Y de forma escandalosa y humillante.

La arrogante señora Lily Mu tuvo que conseguir un trabajo en una boutique de ropa.

Por lo que, después de terminar su muy sencilla rutina de belleza, la señora Lily Mu se recostó en su sencilla cama individual.

Ella en verdad odiaba tener que atender a esas mujeres que

se sentían superiores a ella.

Mujeres que la reconocían e incluso la hacían sentir menos.

Pero ella no tenía más opción.

La señora Lily no tenía otra forma de conseguir dinero.

El poco dinero que ella obtuvo tras la venta de algunos de sus amados bolsos de diseñador nuevos y ropa de marca, se había evaporado con demasiado rapidez.

Debido a que el dinero escaseaba demasiado, la señora Lily Mu tuvo que olvidarse de varios de los lujos a los que ella había estado tan acostumbrada.

La señora Lily dejó de desayunar en los restaurantes de lujo que tanto le gustaban a ella.

Tampoco pudo comprarse las nuevas  bolsas de diseñador que habían llegado a las más exclusivas boutiques.

Mucho menos renovar su guardarropa con las nuevas tendencias de moda.

Recostada en su cama, la señora Lily Mu cerró los ojos deseando que un milagro le sucediera.

El timbre de la puerta del departamento sonó una vez.

La señora Lily lo ignoro por completo.

Después, sonó otra vez..

La señora Lily se preguntó extrañada.

"Y ahora quién será?"

La señora Lily cerró los ojos porque no quería levantarse de la cama.

Pero de nuevo, el timbre del departamento sonó, está vez con mucha insistencia.

Molesta, la señora Lily se levantó enfadada de la cama, dispuesta a gritarle a quien sea que la estaba molestado.

"Quien es?"

Gritó la señora Lily furiosa.

"Soy Gibrand, Lily."

"Abre la puerta."

Una masculina voz grave se escuchó detrás de ella puerta.

"Cómo dijiste?"

Nerviosa la señora Lily abrió la puerta.

La señora Lily no podía creer lo que sus ojos veían!

Frente a ella estaba Él.

Mucho más guapo, pues como los buenos vinos, el tiempo solo había logrado que la belleza masculina del hombre se potenciar.

"Si, oh dios mio!"

"Si eres tú!"

Gritó con efusividad la señora Lily abriendo mucho los ojos completamente asombrada.

"Te dije que terminarias mal, y no quisiste creerme, Lily..."

El elegante hombre aseveró.

Vestido con un fino traje a la medida de color oscuro, el señor Gibrand White de había convertido en un respetado y adinerado empresario.

El señor Gibrand camino dentro del pequeño departamento mirando con desprecio las pocas posesiones que ella tenía en ese lugar.

"Yo...yo.."

Tartamudeo la señora Lily.

"jamás pensé que esto pasaría..."

"La verdad es que jamás pensé que nada malo me sucedería."

Avergonzada, la señora Lily bajo la mirada ante el guapo hombre.

Ella ya no era aquella jovencita hermosa que fue hace años.

En esos años ella pudo darse el lujo de  rechazar pretendientes para contraer matrimonio.

Y uno de ellas ha una sido Gibrand White.

"Levanta la cara y mírame"

Ordenó el atractivo hombre de piel pálida y ojos verdes.

Su cabello café claro estaba impecable peinado.

"Y a ti que te importa ya?"

Cuestionó la señora Lily.

"Haz venido a burlarte de mi?"

Comentó enojada la señora Lily.

"Claro que no Lily."

"He venido por ti."

El señor Gibrand se acercó a la mujer quien aún se veía increíblemente guapa.

Tal como la recordaba y añoraba Gibrand en sus pocas horas en las que estaba solo en su mansión.

El señor Gibrand rodeó con sus brazos  a la señora Lily quien le correspondió abrazándolo.

Las lágrimas se deslizaron por las mejillas de la señora Lily.

Ella había tenido que ser fuerte y no había llorado después de todo lo terrible que le había pasado.

"Oh cariño, tranquila."

"Ya estoy aquí por ti y no sufrirás más."

El señor Gibrand aún estaba  perdidamente enamorado de Lily, nunca pudo olvidarla.

Después de que Lily se casará con David, Gibrand se casó también con otra mujer, a la cual nunca llegó a amar.

Se dedicó a sus negocios y en pocos años logró tener un pequeño imperio del cual se sentía muy orgulloso.

Cuando la esposa del señor Gibrand falleció, hacía solo un año atrás, el empresario se enfocó en su negocio por completo.

Pero después de enterarse de la noticia acerca de la quiebra de la empresa de  David Mu, su consecuente arresto, el cual había quedado suspendido debido a que estaba al borde de la muerte en el hospital...

Toda la situación le  pareció al señor Gibrand la oportunidad de oro para poder vivir feliz el resto de su vida al lado de Lily.

El señor Gibrand ya no quería seguir sintiéndose solo.

Además de que añoraba a Lily, así que se había apresurado para poder recuperarla

Al señor Gibrand no le interesaba que Lily fiera todavía la esposa de David Mu.

El tiene este deseo ferviente de convertirla en su esposa.

Y nada se lo impedirá.

Los hombres de negocios como el señor Gibrand saben muy bien aprovechar la vulnerabilidad de sus oponentes.

El señor David Mu estaba postrado en el hospital, por lo que no habría ningún problema en que Lily se divorciara rápidamente.

La puerta del diminuto departamento se cerró para que los nuevos amantes se enredaran en un beso que les hizo sentirse más jóvenes.

Los amantes salieron del pequeño departamento riendo y besándose sin reparo.

Llegaron pronto al lujoso hotel en el cual pasaron la noche amándose...

A la mañana siguiente La señora Lily caminaba por el pasillo del hospital del brazo del señor Gibrand.

Había pasado una noche maravillosa haciendo el amor como nunca pudieron hacerlo antes.

Temprano por la mañana, el señor Gibrand llevo a la señora Lily a las más prestigiadas boutiques para que ella pudiera comprarse ropa de  última moda.

Ahora, vestida impecablemente, la  señora Lily se sentía soberbia de nuevo.

Ambos entraron en la habitación del todavía esposo de la señora Lily.

"Lily!"

"Que bueno que vienes a verme."

"Pero, quien es usted?"

Cuestionó el señor David al ver a Lily entrar en la habitación del brazo de otro hombre.

"David, el es Gibrand, mi novio de juventud."

La hermosa y elegante señora Lily presentó a su nuevo amor al enfermo David.

"Y está mañana he venido a decirte que quiero el divorcio de inmediato."

"Voy a casarme con Gibrand."

Declaró feliz la señora Lily sonriendo hacía el señor Gibrand, quien le dio un beso en la boca.

"Que"

"Lily, estás bromeando mujer?"

Cuestionó el señor David anonadado.

"Ahora que lo perdimos todo, no veo porque permanecer a tu lado."

"Contigo solo puedo padecer penurias, hambre y miseria."

Comentó ligeramente la señora Lily.

"Gibrand me dará la vida de reina que merezco fuera de este maldito país y jamás volveré."

La señora Lily abrazo con ternura a su nuevo amante.

"Te enviaré los documentos para que los firmes David, nos tenemos que ir ahora."

"Nunca más quiero volver a verte."

Mientras que el empresario y la señora Lily se alejaban de la habitación del señor David, las enfermeras corrían hacia la habitación del señor Mu.

"Llamen al doctor!"

"Rápido!"

"El paciente tiene un ataque al corazón!"

Gritó una enfermera.

"Traigan el desfibrilador, que venga todo el equipo ahora!

Las enfermeras de mayor rango ordenaban.

El señor David estaba al borde de la muerte.

"El paciente está muy grave!"

"Dense prisa!"

Doctores y personal se apresuraron a entrar en la habitación del señor David.

"Llamen a sus familiares de inmediato!"

"Deben venir ahora mismo!"

Ordenó un médico.

"Bueno?"

Respondió Flora su celular  extrañada porque no conocía el número del que la llamaban.

"La señorita Flora Mu?"

La voz de una chica la cuestionó.

"Si?"

Respondió Flora.

"Su padre acaba de sufrir un ataque al corazón y está grave."

"Podría venir por favor cuánto antes?"

Flora salió de prisa del departamento, en el cual su madre no estaba.

Emily miraba con detenimiento el diseño de unos de sus compañeros mientras meditaba como mejorarlo.

Escuchó el ruido de la tetera cuando está comenzó a hervir, por lo que Emily caminó para retirarla del fuego.

Ella tenía semanas haciendo el té por la mañana para Edward, Carl y ahora lo hacía para su equipo quienes estaban  encantados por su habilidad.

"Prefieres té medicinal o vigorizante?"

Preguntaba Emily a todos los del departamento de diseño.

Cuando ellos le decían cuál preferian, Emily les preparaba el té.

Cuando terminó se dirigió a la oficina de Edward, quien estaba leyendo unos contratos.

En silencio entró y se dispuso a preparar su té de mediodía como de costumbre.

Por el rabillo del ojo, Edward la observaba a detalle.

Edward tenía que admitir que se había acostumbrado a que está pequeña mujer lo sirviera en todos los aspectos cotidianos.

Aunque el aspecto que más le gustaba, por supuesto,  era cuando ella lo satisfacía en la cama.

Apartó la mirada de Emily para  volver a concentrarse en sus papeles cuando el sonido del celular de Emily hizo que levantará la cabeza para verla.

"Perdón, olvide silenciarlo, jefe."

Se disculpó rápidamente Emily.

"Puedo contestar rápido?"

Cuestionó ella tímidamente.

"Está bien, pero date prisa."

Emily asintió antes de contestar la llamada de un número extraño.

"Bueno?"

"Si soy Emily."

Edward presto atención a la llamada de Emily.

"Que?"

"No!"

"No, por favor no..."

Sin que le importará Edward, Emily salió corriendo de su oficina hacia el elevador.

"Emily!"

"A dónde creed que vas?"

Gritó Edward al ver que Emily salía corriendo de su oficina.

Ella había dejado caer una costosa taza de porcelana china con miles de años de antigüedad.

La cual ahora, era solo pequeños fragmentos de porcelana esparcidos en el suelo.

"Emily!"

"Estás bien?"

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