El Prohibido Amor de un CEO romance Capítulo 157

"Esto es ridículo Edward!"

"Donde está toda tu inteligencia y perspicacia de la que siempre te jactabas?"

"No solo estás logrando ponerte en ridículo a tí, si no también a la familia Situ."

"Y peor aún!"

"En la boda de tu hermana, donde están todos nuestros amigos e invitados!"

La abuela Situ alza regaña a su tonto nieto, quien solo está siendo usado por esa joven duquesa.

"Esto tiene que parar aquí y ahora, ven conmigo."

"Duquesa Jaensen, por favor vaya por su hermano, esta ofensa debe de ser tratada de inmediato entre nuestras familias."

La nueva Duquesa Aneka Laensen, acostumbrada a conseguir lo que quiere no está dispuesta a dejarse dar ordenes por nadie.

Y mucho menos por una anciana que no tiene nada que ver con su familia y que rara vez esta en Dinamarca, por lo que ignora a la abuela para tomar el pequeño atomizador del afrodisíaco para seguir seduciendo a Edward.

Edward la aparta de su lado y sale corriendo tras Dániel y Lorelay.

Aneka lo detiene, rogándole.

"Edward, porque conformarte con una mujer ordinaria cuando puedes tener alguien de tu misma clase y elegancia?"

"Yo soy más adecuada para ti!"

"Soy más joven, puedo complacerte cuando quieras y prometo..."

Harto por el constante parloteo de la joven y molesto consigo mismo por dejarse engañar por ella, Edward aparta las manos que de la chica que lo agarran fuertemente de su saco.

Fulminandola con la mirada, Edward sale de la habitación dispuesto a alcanzar a Lorelay.

"Edward espera!"

Aneka trata de correr para alcanzarlo, pero la abuela Situ la detiene agarrándola fuertemente por el brazo.

"Esta es una ofensa a mi familia que no dejaré pasar y que arreglaré en este momento."

"Ve por tu hermano."

"Diganle a los sirvientes que los veré a ambos en el gran salón de conciliación familiar."

La abuela Situ camina segura de si misma con paso firme custodiada por Tim y Thomas, quienes no solo fungen en esta ocasión como guardaespaldas eficaces, si no también como acompañantes y confidentes de la abuela.

"Esto es demasiado Dániel."

"No puedo creer que sea tan fácil de engañar!"

"Y todo por que?"

"Para tratar de aliviar su culpa y remordimiento por todo lo que le hizo a la tonta de Emily..."

"Ahora no se si me ama a mi o ama al recuerdo de Emily..."

Lorelay se queja mientras camina molesta por haber presenciado la escena repulsiva entre Edward y la chica, que si bien es bella con su cabello largo café claro, ojos verdes apagados y misterioso, tez blanca con algunas pecas y delgada figura, no se parece en nada a ella en su etapa de Emily.

"Lorelay!"

Escucha que Edward grita detrás de ellos, por lo que tanto ella como Dániel se giran para encontrarse con un Edward con expresión arrepentida.

"Que quieres Situ?"

"No estabas muy ocupado con tu joven conquista?"

"Solo te estamos dando privacidad para que sigas disfrutando de tu intimidad con ella."

"Como dije antes eres un bastardo que no sabe lo que significa amar ni ser fiel."

"Pero es algo a lo que estás acostumbrado, no es así?"

"A tener mujeres solo para satisfacerte como si fueran tus prostitutas de alta categoría."

"La única que si era una prostituta y de la mas baja categoría fue tu amada Lucy, sin embargo a ella la trataste como si fuera la mujer más pura del mundo!"

"En cambio a mi..."

"A Shirley..."

"Nos trataste como si fueramos basura!"

"Como si solo fueramos tus amantes de turno con el único propósito de complacerte en la cama!"

Dániel abre los ojos al escuchar las fuertes palabras que Lorelay grita perdiendo un poco su control tan practicado.

La hermosa cara de Lorelay muestra toda su frustración.

Lorelay quiere que Edward vea su evidente enojo y no piensa retractarse de sus palabra.

Ella ya esta harta de la estúpida actitud de amante dolido de Edward la cual le parece hipócrita.

Edward al escuchar sus palabras se asombra, pero después camina hacia ella todavía repasando sus palabras en su mente.

"Te trate como basura a ti?"

De pronto Edward siente que puede ver a través de ella por su enfado, pero una voz masculina lo distrae de sus pensamientos.

"Edward Situ, como te atreves a seducir a mi hermanita Aneka?"

El Duque Jens sube las escaleras con evidente enfado.

Lorelay tiene su hermosa mano en el brazo de otro hombre, el cual el duque considera otro contendiente por el amor de la bellísima chica.

Pero en ese instante, Jens fulmina con la mirada a Edward, quien solo observa a Aneka detrás de su hermano sonriendo triunfalmente.

"Que escándalo es este Duque Situ?"

"Es cierto lo que la joven duquesa nos ha comentado con ojos llorosos?"

Algunos invitados de la realeza que estaban charlando muy amenamente con el joven duque Laersen pudieron observar y escuchar cuando la joven Aneka se acercó con llanto en sus ojos a su hermano diciendo que el duque Edward Situ había querido abusar de ella en una salita apartada del castillo aprovechando que nadie los observaba y que está en su castillo.

La indignación ante esas palabras se hizo evidente en la cara del duque Jens, quien tomó de la mano a su hermanita para ir a esclarecer ese asunto.

Y reparar la dignidad de su hermanita y su familia.

Pero no lo hizo solo, pues las personas que estaban presentes se sintieron ofendidas ante tales palabras, por lo que también se unieron al duque para buscar justicia para la joven heredera.

Aunque los Situ son una de las familias mas prestigiosas y poderosas de toda Europa, al no pasar el suficiente tiempo en sus dominios, se les ha considerado entre las demás familias reales como extranjeros en su propio país.

Por lo que una acusación como esta, de abuso sexual no sería consecuentada ni perdonada.

"Este asunto lo trataré yo."

"Soy la matriarca de esta familia y ha no ser que las familias quieran romper vínculos con nuestra familia, me permitirán como anfitriona de este castillo resolver todos los asuntos que dentro de el se desarrollen."

La abuela luce imponente hablando con su hermosa voz ante las personas que se arremolinan al pie de la escalera.

"Queremos satisfacción a esta acusación Duquesa Aline Situ."

"Aunque respetamos la memoria de su fallecido esposo, comprenderá que es una acusación fuerte contra su nieto."

Explica una condesas que siempre se había sentido celosa de la posición de la familia Situ en su país.

"Lo sé, pero no creo que ninguno de los amigos de mi familia estén cuestionando ni socavando mi autoridad en este país."

"No es cierto condesa Burgh?"

La condesa tuvo que bajar la mirada, pues no es lo suficientemente poderosa como para pelear contra la influencia de la familia Situ.

Mucho menos enfrentarse a la Duquesa Aline.

"Bien."

"Informaré los resultados en breve."

"Duques Laersen, Lorelay, Edward, síganme a la sala conciliadora."

"Dániel puedes retirarte, este asunto lo manejaré yo."

Dániel mira a los ojos de su protegida renuente a dejarla.

Lorelay lo tranquiliza dándole un beso en la mejilla y pidiéndole que no le dijera nada aún a Bruce.

"Está bien Lorelay, no estoy de acuerdo, pero haré como tu digas."

Dániel le da un beso en su frente para dejarla marchar.

Cuando Lorelay se gira para subir hacia donde la abuela les dijo que fueran Las manos de Edward y del duque aparecen frente a ella.

Compitiendo por el honor de escoltarla a la sala.

"No mereces tocar a tan angelical creatura con tus sucias manos Situ."

"Por si no recuerdas, casi mancillas el honor intachable de mi hermana."

"Aleja tus asquerosas manos de la bella damisela."

Jens se posiciona frente a Lorelay impidiéndole avanzar a Edward.

Lorelay camina alrededor del duque para tomar la mano de Edward y subir sin dirigirle ni una palabra a ninguno de los dos.

Aneka no solo está indignada por la actitud de Edward hacia ella cuando el efecto de su afrodisíaco pasó.

Ahora también está celosa y envidiosa de la actitud de ambos hombres.

Su hermano y su interés romántico compitiendo por esa simple mujer sin título nobiliario.

Resoplando molesta, Aneka toma el brazo a su hermano sin que se lo hubiera pedido para subir dispuesta a hacer lo que fuera para que Edward fuera suyo.

Y no de esa mujer llamada Emily o Lorelay.

Tim enciende el fuego en la enorme chimenea de la vasta sala conciliadora.

Thomas enciende las cámaras de seguridad para grabar todo lo que en esa sala se diría y se haría.

Dentro de la sala se encuentran diversos sillones y una mesa de madera imponente.

Algunas armaduras de antiguos soldados Sittuu que habían peleados en algunas batallas ancestrales se erguían en los rincones de la sala donde en antaño, las familias más reconocidas de Dinamarca se habían reunido para tratar asuntos de política y negocios.

"Entren por favor lo más rápido posible y tomen asiento frente a mí."

La abuela Situ toma su distinguido lugar mientras que Tim se posiciona al lado de la abuela.

Edward y Lorelay se sientan juntos.

Los duques hacían lo mismo hablando algo en voz muy baja.

"Debo decirles que estoy completamente decepcionada de la forma en que se conducen jóvenes duques y me gustaría saber si sus padres están al tanto de sus acciones."

La abuela Situ rompe el silencio.

"Pero quiero escuchar la versión de la joven Aneka, así que por favor duquesa, dígannos exactamente que paso."

La joven con la cabeza agachada levanta la vista con los ojos vidriosos, mira por un segundo a su hermano.

Después a Edward y por último a la abuela para comenzar a decir algunas palabras con voz temblorosa.

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