El Prohibido Amor de un CEO romance Capítulo 159

Las abuelas sonríen tomadas del brazo ante la hermosa y tierna escena que derrama miel por todos lados.

Pero tanto los guardianes como James, Maggie, incluso Bruce con Elizabeth tienen una calma tensa.

Todos saben lo desgraciado que Edward fue antes con la pobre e inocente Emily.

El que muestra una cara de total desaprobación es el Duque Jens, quien tomando a su hermana por la mano se marchan derrotados de la fiesta.

Ambos juran hacer algo para vengar su amor frustrado.

Edward encerrado en ese momento sublime de amor se siente en el paraíso besando a Emily disfrazada de Lorelay.

O tal vez solo Lorelay ahora.

Los labios de la chica siguen siendo tan suaves como los recordaba.

Edward bebe el dulce aliento de Lorelay como si su vida dependiera de ello mientras que sus manos aprisionan el tonificado y definido cuerpo de la bella chica que tiene en brazos.

Sus manos dormidas parecen despertar de su letargo y recorren con calma su delicado cuello para tomar la cabeza de la chica sujetándola por la nuca y profundizar el beso que los trasporta a los dos a una época donde Lorelay amaba demasiado a Edward.

Olvidandose de donde se encuentran y que hay muchas personas que los observan, el cuerpo de Edward reacciona al recordar a la perfección cada rincón del cuerpo de la chica...

Cada pequeño recoveco de la chica...

Cada suave centímetro de la deliciosa piel blanca de la chica.

Lorelay siente perfectamente como el cuerpo de Edward se tensa,

como eleva su temperatura y escucha a la perfeccion sus ligeros gemidos y jadeos en su boca, la cual está siendo saqueada sin reparos.

Ninguno puede negar la intensa y fuerte química que los abrasa como un fuego sin control que recorre todas las terminaciones nerviosas de ambos avivando cada fibra y celula de sus cuerpos que ahora parecen fusionados en uno solo.

No obstante, solamente Lorelay puede sentir, ver, palpar e incluso hasta oler la unión única entre sus almas.

Solo ella es capaz de ver el torbellino de energía que se crea y gira ferozmente alrededor de ellos apretando más y más el nudo que los ha unido por tantas vidas en el pasado.

Como si toda la fiesta contuviera el aliento ante la romántica y candente escena de beso que se desarrolla ante ellos todas las personas se mantienen en silencio.

Incluso los músicos.

Tal parece que están viendo una romántica película donde el héroe de la misma, después de haber sorteado miles de obstáculos y vencido a miles de enemigos, por fin puede darle un largo beso a la bella damisela.

La primera en terminar el beso al ser consciente de que todo el mundo está pendiente de sus acciones es Lorelay, quien con una actitud fría, característica de Edward, aparta las manos del hombre que la sostienen fuertemente.

Con sus manos le acaricia la cara un segundo.

Pero después de solo unos segundos de mirar fijamente los ojos de Edward que la miran embelesados, Lorelay le da una bofetada tan fuerte que la cara de Edward voltea y puede sentir un intenso dolor que lo apabulla.

Todas las amigas de Lorelay se ríen y los chicos chocan las manos felices de lo que acaban de presenciar.

Las abuelas sonríen de nuevo negando con la cabeza, pues ya esperaban esa reacción de su nieta, por lo que aplaudiendo vuelven a ordenar música para que continue la fiesta.

"Lo merezco..."

"Eso y más, pero no importa."

"Todo lo que me hagas lo aceptaré."

"Debo resarcirte mucho sufrimiento."

Edward se masajea su mejilla adolorida mientras intenta tomar de la mano a Lorelay.

Ella lo aparta de un solo movimiento y camina furiosa hacia el castillo para alejarse de él.

Las risas se vuelven más estruendosas ante la escena, pero solo Paul no se ríe de la desgracia de su amigo, aunque Carolina está encantada por la reacción de su amiga.

Y es que todos y en especial ella no esperaban menos de Lorelay.

Ese bastardo merece que lo haga sufrir mucho, demasiado,por sus estupideces que le costaron tantas lágrimas a Emily.

"Lorelay!"

"Lorelay, espera!"

"Emily!"

Ofuscado porque la chica no detenía su paso cuando entra al castillo, Edward trata de llamarla, pero al ver que no le hace caso la llama por su antiguo nombre.

Lo cual hace que la chica se detenga y lo enfrente con una mirada diabólica.

"Ahora escúchame bien Edward Situ, no vuelvas a llamarme por ese nombre!"

"Ese no es mi verdadero nombre."

"Ese nombre me fue dado por mi padre adoptivo cuando era una niña ignorante de mi pasado."

"Durante estos años que desaparecí y  me mantuve escondida de tu búsqueda exhaustiva entrené duro física y mentalmente para ser una mujer completamente diferente a la niña tonta e ingenua que tanto lastimaste en el pasado."

Los meseros y la gente de la cocina se quedan quietos mirando la escena que se desarrolla en mitad de la estancia del castillo.

Edward toma la mano de su amada para subir las escaleras para poder hablar con ella en privado.

A nadie le importa más que ellos lo que tienen que decirse.

"No me siento tranquilo, algo no me deja estar tranquilo."

"Johana ahora regreso, debo asegurarme que Lorelay esté bien."

"No puedo estar sentado aquí sin hacer nada."

Dániel intenta levantarse de la silla donde está sentado con todos los demás amigos, incluso Paul está en la mesa degustando más tranquilo un canapé de caviar que les han dejado en una hermosa y elaborada bandeja de plata.

"Oh no, no harás nada de eso Dániel."

"Se que somos sus protectores, pero est no es una guerra que ella no pueda ganar."

"De hecho se preparó tanto tiempo para enfrentarlo, por lo que ahora tiene que hacerlo sola."

Johana detiene a su amado.

"Comprendelo mi amor."

"Yo también siento esa opresión en mi pecho al saber que ella pueda necesitarme, pero lo que tengan que arreglar es solo entre ellos dos..."

"Y nada más."

Johana le pone la mano en la pierna para que se vuelva a sentar en su silla.

Dániel lo hace de mala gana.

Bruce también está molesto con la escena de su hermana besando a ese Situ y la desaparición de ambos en el castillo, pero sabe que es un conflicto de pareja y meterse nunca es buena idea.

"Lorelay no necesita de nuestra ayuda, pues ya vimos que puede poner en su lugar a ese pedazo de idiota."

"Ahora les pido que nos divirtamos."

"Esta es mi boda!"

"Beban, coman, rían y bailen!"

"Si algo llegara a pasar la abuela Situ sería la primera en enterarse, así que animo!"

Bruce levanta a su esposa de su silla y la lleva a la pista de baile para bailar una alegre y festiva pieza de música.

Poco a poco el barullo de la fiesta retoma su cauce.

Todos hablan de los acontecimientos que sucedieron ese día.

Todos comentan que esa boda será recordada por muchos años y generaciones venideras.

Las abuelas caminan y hablan con los invitados rogándoles su discreción y recordándoles que ellas serán las primeras en enterarse si se llega a filtrar alguna foto o declaración a algún medio sensacionalista acerca de todo lo ocurrido en la fiesta.

Los invitados les aseguran a ambas que mantendrán el secreto intacto con ellos.

No se puede decir lo mismo de los Laersen, quienes se retiraron previamente, pero las abuelas saben como tratar con esos chicos por medio de sus padres.

"Tienes vigilados a los niños Aline?"

La abuela Freda le pregunta a su amiga cuando por fin se sientan en la mesa para descansar un poco de tanta agitación y melodrama en la boda.

"Si, están en la habitación de Edward en este castillo."

"Pudiste sentir la enorme y majestuosa energía que los rodeaba?"

Cuestiona la abuela Situ a su amiga.

"Incluso la energía de Leila que estaba a mi lado no se sentía tan fuerte como la de ellos."

"En verdad que son demasiado poderosos los dos."

"Pero tu nieto aún no comprende esas fuerzas."

Indica la abuela Freda.

"Tendré que entrenarlo lo mas rápido y duramente posible para que alcance a mi nieta lo antes posible."

La abuela Freda acepta el vino que uno de los meseros le ofrece y lo bebe con elegantes sorbos.

"Esta bien."

"Se que aún no está preparado ni es digno del amor de Lorelay."

"Ella no le hará la vida fácil."

"Mira ahora, están resolviendo sus diferencias."

La abuela Situ le muestra una pequeña tablet que solo muestra esa habitación donde se puede ver qué Edward y Lorelay mantienen una acalorada discusión.

"Sabes bien que hice esto porque estoy harta que siempre te la pases persiguiendo el fantasma de Emily!"

"Solo de ella hablas!"

"Parece que solo vives por ella!"

Grita enfurecida Lorelay.

"Pero yo se la verdad Edward!"

"La verdad es que quieres calmar tu terrible remordimiento y culpa por todo lo que me hiciste!"

"Yo conocí un Edward que era más duro, fiero, atemorizante, más inteligente y más centrado cuando estaba conmigo!"

"Aunque tengo que reconocer que siempre has sido fácil de engañar en cuestiones del amor, pues Lucy pudo engañarte completamente y tu caíste tan profundo en su trampa."

"Y todo porque?"

"Solo porque ella llevaba este dije alrededor de su cuello cuando la conociste?"

"Ay Edward, al parecer solo te ensañaste con la estúpida de Emily, porque incluso con Shirley fuiste más benevolente!"

Lorelay grita sus reclamos.

Acercándose a Edward con aire de superioridad, Lorelay lo mira con ojos de ira para seguir diciéndole todo lo que ha guardado en su corazón y mente por tantos años.

Edward guarda silencio ante sus palabras pues no tiene como contradecirla.

En cambio, él se maravilla con lo diferente que es ahora.

En lo hermosa e intrigante mujer en  que se ha convertido.

"Dejame decirte que esa pobre chica que tanto te esforzaste por denigrar..."

"Esa pobre chica que violaste en ese cuarto de hotel tan duramente cuando era vírgen!"

"Porque tu te robaste mi virginidad y mi dignidad en esa terrible noche!"

"Esa pobre chica que podías amenazar y extorsionar por medio de dinero y de su padre moribundo en el hospital..."

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: El Prohibido Amor de un CEO