El Prohibido Amor de un CEO romance Capítulo 190

Los fuertes y sincronizados pasos que resuenan en el piso pulido y limpio del hospital hacen que Johana guarde silencio y se quede inmóvil mientras espera ver quiénes son las personas que producen ese sonido.

"Las posadas son de botas militares..."

"Son militares los que se acercan."

"Que demonios está pasando?"

Se cuestiona la chica con el ceño fruncido.

Varios hombres con trajes de camuflaje emulando a militares se detienen frente a la habitación donde Johana permanece recostada.

El Comandante de los militares, quien es un hombre robusto, corpulento y bronceado por el sol hace un riguroso saludo militar a la chica al verla.

El hombre porta una oscura boina militar, ropa formal militar y enormes lentes oscuros que no logran cubrir todas las duras facciones del hombre.

"Usted es la artista Aurora?"

Cuestiona el hombre con voz autoritaria.

"Quien lo pregunta?"

"Como sabe mi nombre y que quiere aquí?"

Cuestiona de vuelta Johana con la misma prepotencia.

"Cálmese señorita."

"Yo hago las preguntas, usted no está en una posición para hacer preguntas."

"Lamentamos terriblemente la perdida de su primer hijo está mañana en la playa."

"Lamentamos que nuestras acciones le hayan causado un daño irreparable."

Se disculpa de manera rígida el Comandante.

"Sus..."

"Sus acciones?"

Murmura con voz temblorosa Johana.

"Así es."

El hombre asiente de forma dura.

"Nuestro grupo atacó el velero."

"Pero fueron tan inexpertos en cumplir su misión que usted terminó lastimada."

"Por tal motivo, queremos disculparnos de la gomas más sentida y sincera."

Está vez la voz del hombre se suaviza...un poco.

"Lo único que buscábamos era pedirle su amable asistencia a una fiesta privada que nuestra líder organiza en su honor."

"Usted honra a nuestro país con su presencia."

"Mi jefa es una entusiasta coleccionista de sus obras de arte y adora todo lo referente a usted y el pintor James."

"Incluso ella ha comprado algunos cuadros de su esposo Dániel."

Johana escucha todo sin comprender bien.

"Lo que menos queremos ahora es que tenga miedo de nosotros."

"Pero espero que comprenderá que no podemos presentarnos en su hotel e invitarla a una cena esta noche."

Johana mira al hombre en shock mientras trata de incorporarse de la cama.

La chica trata de mantener la calma ante el hombre que parece una maldita muralla sin emociones.

Johana analiza si tiene una verdadera oportunidad de escapar de esa habitación, pero un rápido vistazo hacía la puerta, la única vía de escape, le indica que su intentó sería un fracaso.

Todos los hombres que están afuera portan armas largas, se ven bien adiestrados y tienen un poderoso y musculoso cuerpo.

Negarse a cumplir sus demandas o luchar para liberarse podría significar la muerte.

Y Johana no quiere morir todavía.

"Y dígame señor, cual era su nombre perdón?"

Cuestiona Johana, pero el hombre no contesta.

"Si de da cuenta, no puedo salir en este momento."

"Estoy hospitalizada."

"Por lo cual no creo poder asistir a ninguna cena hasta que la doctora encargada diga que puedo irme."

"Además, me gustaría que mi esposo me acompañara."

Johana trata que su voz sea firme y que no suene alterada.

"Tal vez no se note, pero estoy aterrada por está situación."

"Soy solo una artista sin ningún conocimiento de defensa personal ni combate como usted."

El hombre frente a ella sonríe levemente después de escuchar sus palabras antes de acercase lentamente a la chica.

"Estoy consciente que parecemos intimidantes, pero que célula de la mafia no es así?"

"Pero no sé preocupe señorita Aurora, tengo ordenes explícitas de mi jefa de no dañarla más o a su esposo."

"Somos el grupo que le brindara protección."

Declara orgulloso el hombre.

"No tiene que preocuparse de nada más."

"Su esposo está en la camioneta con nosotros, esta sedado solamente, no golpeado."

"La doctora Renata también está con nosotros."

"La trasladaremos en una ambulancia fuertemente custodiada, usted solo tiene que relajarse."

La mano del hombre sujeta la mano de Johana quien quiere apartarla de su toque cuando siente un pinchazo el cual poco a poco la deja sumida en dulce sueño del que no despertaría por la siguiente hora.

"ANDANDO!"

Ordena de forma dura el comandante.

"Ya saben que hacer."

"Si cometen estupideces otra vez, los asesinare y a sus familias."

El comandante del grupo elite amenaza a sus hombres quienes se mueven para cumplir las órdenes.

Los hombres empujan la camilla de la artista hacía una ambulancia que el grupo black desarrolló para trasladar a enfermos y heridos de gravedad.

"QUE?"

"Como que Johana y Dániel desaparecieron?"

"Como puede ser eso posible?"

Cuestiona con voz llena de miedo Lorelay.

Del otro lado del celular Tommy tampoco entiende como ed posible que los rastreador del celular de Dániel y el Johana hubieran dejado de transmitir la señal para ubicarlos.

"No se..."

"En verdad estoy sorprendido también Lorelay."

"No comprendo, pero te prometo que averiguaré que ocurrió muy pronto."

"Dame un par de horas para que tenga noticias de ellos."

Declara confundido todavía Tommy.

"Tommy, estamos hablando de mis guardianes!"

"No tienes un par de horas Tommy, tienes solo una hora para averiguar en que parte del mundo están!"

"Y si están bien!"

Lorelay ordena con ansiedad pues tiene miedo que algo malo les haya ocurrido a los recién casados.

"Si tú no puedes encontrarlos tomaré el avión privado para ir a buscarlos yo misma!"

"Ahora, enfócate en encontrarlos, vivos!"

Lorelay termina la llamada completamente mortificaba.

Su mano tiembla debido al miedo que la invade y no estará menos.

Lorelay no quiere pensar que algo malo les haya ocurrido a sus guardianes y sus amigos del alma.

Cómo fue posible que ellos simplemente desaparecieran?

Ella estaba viendo lo acontecido en el hotel donde se hospedaron Dániel y Johana para terminar el viaje de luna de miel cuando la llamada de Tommy para decirle que la pareja había desaparecido en Colombia la preocupó de muerte.

"Lorelay, está todo bien?"

Teresse cuestiona cuando entra en la oficina de la chica.

"Tommy acaba de decirme que la señal de los rastreadores de los celulares de Dániel y Johana despareció."

"Ni Tommy ni yo entendemos como eso es posible que haya pasado eso."

Responde Lorelay todavía ofuscada.

"Se que Tommy los encontrará, Lorelay."

Teresse trata de infundir confianza a la afligida chica.

"No sabía que se podía inhibir el rastreador."

Reflexiona Teresse para si misma.

"En teoría nadie debería poder inhibir la señal."

"Todos tenemos esos rastreadores en caso de emergencia, pero ahora..."

Lorelay suspira porque siente impotente al no poder hacer nada mas que esperar cuando el vicepresidente entra para pedirle que atienda a un nuevo inversor de la empresa.

Lorelay asiente, pues debe realizar su trabajo.

Ella sale de su oficina dejando dentro a Teresse para que ordene papeles urgentes.

Cuando la CEO pasa al la lado de unas empleadas que están en su descanso, ella puede escuchar sin querer su plática.

"Oh es tan terrible!"

"Como pueden ser tan desalmados con los artistas!"

"Esta ciudad esta peor cada día!"

"Primero fueron los asesinatos a los mafiosos, luego la guerra que enfrentamos con las explosiones recuerdan?"

Las chicas mueven la cabeza asintiendo.

"Lo más espantoso fue cuando explotaron el edificio de diseño!"

"Y ahora el robo de arte en la casa estudio de la artista Aurora!"

"Que sangre fría de esos ladrones de meterse a robar en esa casa!"

"Ya no hay seguridad en esta ciudad en verdad, que seguirá después?"

"Volveremos los secuestros como antes?"

"Ni se lo digas!"

"Antes no podías salir a la calle sin temor a ser secuestrada o violada!"

Dejando atrás a las chicas, Lorelay medita en lo que dijeron

ROBO EN LA CASA ESTUDIO DE AURORA!

Nadie le dijo que habían robado cosas del estudio...

Espera!

Y si esos robos estaban ligados con la desaparición repentina de Dániel y Johana?

Lorelay tuvo que guardar las apariencias y recibir de forma profesional al nuevo inversor de Empresas Situ.

El joven elegante, refinado y obviamente millonario extiende su mano hacia Lorelay tan pronto ella entra en la sala de juntas VIP.

"Muy bien señor Andrew, su inversión esta segura con nosotros."

"Le gustaría quedarse unos días para supervisar las obras de reconstrucción casi terminadas del edificio principal que albergará al más eficiente y prestigiado equipo de diseño?

Cuestiona Lorelay con tono amable pero impersonal.

"Gracias señorita Lorelay, pero solo quise invertir en esta empresa debido a que usted es la representante de los artistas Aurora y James."

"Mi interés es meramente artístico."

Lorelay asiente antes de terminar la breve reunión.

Cuando se despide del joven Andrew, Lorelay puede notar la inmensa tristeza en sus ojos.

También pudo sentir su pesar y dolor por el amor perdido.

"Señor Andrew, me permite invitarlo a cenar junto con Edward Situ, el antiguo CEO de Empresas Situ para que podamos hablar de otras posibles alianzas?"

Andrew afirma una sola vez ante la petición de la CEO antes de marcharse.

Lorelay se siente mal por el pobre hombre que tiene tan roto y congelado en alma y corazon.

Sin embargo, Lorelay tiene cosas más importantes de las cuales encargarse en ese momento.

Tal vez...

Tal vez por eso Edward se había ido de la empresa con tanta prisa.

Lorelay llega ala conclusión que Edward aún cree que ella está débil y frágil, por lo que no le oculto el robo de las pinturas.

Como respuesta a la tensión y estrés, Lorelay saca fuerzas de sus flaquezas para hacer frente a la nueva apremiante situación.

Edward mira en su celular que el nombre de la mujer que más ama y teme en la vida lo llama.

"Hola mi amor, cómo va todo en la empresa?"

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