El Prohibido Amor de un CEO romance Capítulo 195

"Me sorprende que hayas viajado tu sola..."

"Tuviste una pelea con Edward, Lorelay?"

Lorelay deja de abrazar a Ryan antes de sonreir de forma triste, pues nadie la conoce mejor que él.

"Como están las nenas y mi hermana?"

Cuestiona Lorelay como respuesta.

"Las tres están muy bien."

"No saben que llegaras hoy, ni siquiera David ni mis padres."

Informa Ryan.

"Todo esto fue repentino, por lo que presiento que escapaste, cierto?"

Ryan cuestiona a Lorelay quien desvía la mirada permaneciendo en silencio.

Por lo que Ryan solo puede abrazarla para consolarla, pues sabe que ella ha tenido que ser fuerte, pero ahora Lorelay se ve vulnerable.

"Tu hermano Bruce y tu primo James saben que estas aquí?"

"No quiero que me acusen de secuestro o algo así cuando descubran que no estás en la ciudad."

Ryan necesita saber más lo que está ocurriendo.

"No pasará nada, lo prometo, podemos irnos?"

Pide Lorelay alzando la mirada.

"De acuerdo."

"El auto nos espera y tengo lista la reservación en un lugar tranquilo donde podremos hablar."

Lorelay ocupa un lugar en el asiento de atrás del asunto al lado de Ryan quien vigila en su celular las notificaciones por la desaparición de su amiga.

"Estabas en una fiesta Lorelay?"

Mientras el auto se pone en movimiento Ryan cuestiona a la chica debido a su vestuario y maquillaje el cual resalta su belleza femenina la cual ha crecido y madurado con el paso de los años.

Atrás quedó la niña de grandes lentes negros son una gota de maquillaje y que sin embargo poseía una belleza natural que lo enamoró.

"Estaba en la boda de Carolina y Paul."

"Pero no quiero hablar ahora de eso Ryan, podemos esperar hasta llegar al lugar?"

Suplica Lorelay con amabilidad.

"Por supuesto, pero solo quería hacerte saber que te ves absolutamente hermosa."

Lorelay agradece el cumplido de su amigo antes de fijar su mirada hacía la vista de la ciudad que se aprecia desde la ventanilla del auto.

El auto se detiene delante de un restaurante el cual tiene un salón privado esperándolos.

"Vamos Lorelay, todo está listo."

Cuando entran el salón, Lorelay admira el amplio lugar el cual parece  una habitación de hotel, pero sin cama.

Solo hay grandes sillones cafés, una mesa con sillas para catorce personas, muebles antiguos de madera que le dan un toque de elegancia al salón, jarrones blancos con flores exóticas y un balcón con sillas blancas que esperan por ser usadas.

"En el baño encontrarás tu ropa."

"Me tome la libertad de encargar ropa que usabas antes."

"Lo siento, estoy demasiado desactualizado con tus gustos."

Ryan le indica pues no sabe cuál es su estilo de vestir de la chica ahora.

"Lo que hayas elegido para mí estará bien, regresaré en un segundo."

Agradece Lorelay caminando hacia el baño para cambiarse de atuendo.

Ryan toma asiento en uno de los sillones antes de llamar a su secretaria para que cancele todas sus citas de la tarde y noche.

Después de terminar la llamada, Ryan le manda un mensaje a Flora informándole que tiene una reunión urgente con Lorelay.

Pero le pide que guarde el secreto, pues Lorelay de cualquier modo se quedaría a dormir con ellos, pero tenían que hablar de ciertas cuestiones a solas.

Flora responde enviándole varios emoticones de sorpresa y alegría a la vez.

Ella le pide que le envíe mensaje cuando esten listos para regresar a casa para preparar una cena de bienvenida para su hermana.

Mandando varios mensajes más en su celular, Ryan observa de reojo cuando  la puerta del baño se abre para que dejar salir a una chica de sudadera negra, jeans ajustados la cual está descalza y lleva un moño desenfadado en el cabello.

Ryan tuvo un deja vu al ver a Lorelay vestida de esa manera informal.

Parece que el tiempo ha retrocedido al momento en que la vió por la calle y la reconoció como su compañera menor de la escuela.

Tímida, algo distraída, inocente, pero naturalmente hermosa.

"Creo que no es mi estilo, pero me siento comoda, justo es lo que necesitaba Ryan, muchas gracias."

Agradece Lorelay algo cohibida.

"No es nada."

"Toma asiento por favor pues necesito que me expliques porque te escuchabas molesta cuando me llamaste."

"Que sucede Lorelay?"

La chica toma asiento frente a él mientras suspira porque ya esperaba ese cuestionamiento de su amigo.

Lorelay ordena sus pensamientos antes de responder algo a Ryan.

Mientras ella piensa como comenzar,  en la ciudad, Edward lee una y otra vez la nota que le dió la chica cuando por fin logro atraparla después de haber jugado con él a las escondidas durante toda la tarde.

"Que dice Edward?"

Cuestiona Paul a su amigo antes de que apriete el papel en su mano.

"Que soy un imbécil y un idiota lento, eso dice."

Responde Edward con voz dura y llena de amargura.

"Disculpen, pero no quiero arruinarles la fiesta por su bida."

"Tengo que irme."

"Yo pagaré por su la luna de miel, ustedes diviértanse."

Declara Edward enfadado consigo mismo.

"No Edward, no es necesario."

"Puedo pagar mi propia luna de miel, tu concéntrate en encontrar a tu mujer."

Paul  tranquiliza a su amigo, pero se nota perfectamente su dolor y enfado.

Cuando todo el mundo notó que Edward no podía localizar a Lorelay, todos la buscaron.

Incluso los hombres de Carolina y Bruce registraron el lugar de arriba a abajo y dieron con la chica que se hacia pasar por Lorelay pues usaba el mismo vestido que ella, incluso el mismo peinado, solo que su cara era diferente.

Cuando la interrogaron la chica mostró fue la nota que le dio Lorelay, la cual leyó a Edward quien se sintió la peor mierda del mundo.

El sabe que debió haber hecho su movimiento el mismo día que supo que Lorelay era Emily.

Su adorada y amada Emily.

Su amada que había regresado para estar con él de nuevo y sacarlo de su vida miserable pero...

Pero la había hecho esperar demasiado tiempo para hacerle la proposición de matrimonio y ahora ella quiere un "tiempo fuera" para pensar las cosas entre ellos.

Por su maldita culpa, Lorelay quiere estar lejos de él para pensar acerca de la relación que tienen y si vale la pena seguir al lado de Edward.

Después de todo lo que han pasado, sufrido y gozado!

Tiempo fuera, si como no...

Edward jamás iba a permitir que eso ocurriera!

Ellos ya tuvieron un doloroso tiempo fuera que dejó a Edward al borde de una existencia vacía, fría y miserable, todo por sus estúpidas acciones.

Y de nuevo,  por la lentitud de sus acciones, Lorelay había escapado de él y Edward no sabe donde está pues su celular esta apagado y el aparato de rastrea no emite señal alguna.

Edward sabe que ella esta bien pues Lorelay es muy lista, poderosa y puede cuidarse bien sola, pero...

Pero ahora Edward confirma que Lorelay si estaba molesta por el asunto de la boda y no puede hablar con ella para remediarlo.

Tantas bodas de han celebrado y la que más esperaba ansiosa la chica era la suya, la cual Edward lo prometió, le insinuó, pero jamás le cumplió.

Y esa fue su más imbécil y perdedora decisión.

Una decisión que solo deja roto su corazón y alma.

Todo porque no pudo hacer actuar antes para demostrarle su amor a Lorelay!

"Por favor sigan disfrutando su fiesta."

"No tengo ánimos de quedarme."

"Debo buscar encontrar a mi amada, de acuerdo?"

Todo el grupo de amigos y los recién casados miran con cierta tristeza cuando Edward sube a su auto para ir a la villa de la abuelas.

Edward necesita hablar con ellas con urgencia.

"Mi hermano es demasiado lento!"

"Si un hombre ama a una mujer no se tarda tanto en pedirle matrimonio!"

"Y menos si sabe que esa mujer ya ha desaparecido antes de su vida dejándolo vacío por dentro!"

Elizabeth fue la única que habló después que Edward se fue.

Ella es la única que sabe todo lo que ha pasado con ellos desde hace tiempo.

Los demás abrazan a sus amados antes de que la fiesta continue sin ninguno de los dos.

"Que se escuche la música y sigamos divirtiendonos!"

"No me casaré dos veces en esta vida!"

Exclama Carolina quien admira más a Lorelay por alejarse de Edward para  reflexionar acerca de su amor de pareja.

Ella misma intento escapar algunas veces de Paul, pero siempre la encontraba.

"Crees que Edward la encuentre?"

Paul baila despacio una canción romántica con Carolina cuando ella pregunta.

Pero Paul no responde porque hace girar a su esposa para recrearse la vista pues Carolina se ve tan deliciosa con ese vestido entallado a su delgada figura.

"Carajo Carolina!"

"Ojalá pronto se acabe la boda para poder consumar nuestro matrimonio!"

Susurra Paul en el oído de la chica con voz llena de deseo.

"Eres un tonto Paul."

"Hemos consumado nuestro amor muchas veces antes."

Asevera Carolina con una risita burlona.

"Es un decir nena."

Responde Paul quien no deja de admirar el bello cuerpo de su esposa.

"Yo espero que Edward no encuentre a Lorelay."

"Creo que ella quiere estar sola, no piensas lo mismo Paul?"

Paul no contesta la pregunta de su amada, pero si comprende el dolor que su amigo debe sentir al estar lejos de su chica.

Pero él también quiere comprender a Lorelay, pues ella es una mujer centrada, fuerte y admirable, por lo que la mejor respuesta es estar de acuerdo con su esposa.

"Tienes toda la razón mi amor."

La respuesta de Paul hace feliz a Carolina.

"Bien dicho mi amor."

"Ya estás comenzando a ser más sensato y astuto."

Asegura la bella chica.

La fiesta siguió su curso, los invitados bailaron, rieron, comieron, festejaron hasta que los recién casados partieron a su luna de miel.

Un viaje secreto, pues Carolina no tiene idea de a donde irán y porque no llevan maletas.

Solo llevan sus pasaportes y una mochila donde Paul guardó todas sus pocas pertenencias.

Vestidos con ropa informal Carolina y Paul se despiden de los invitados y de su familia antes de abordar el auto para ir a su destino final.

Cuando se fueron, la fiesta siguió hasta el amanecer.

"Como que se fue?"

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