El Prohibido Amor de un CEO romance Capítulo 236

Las ventas en las galerias de arte marchan bien, eso lo constata Lorelay despues de revisar la contabilidad, pero tal vez es buen momento ahora para organizar una nueva subasta con obras ineditas.

Las recientes muertes de los mayores ha causado un fuerte impacto en las jovenes vidas de todos, pero en especial de Lorelay, James, Maggie y Johana quienes parecen ponerse de acuerdo para volver a ponerse frente a un lienzo en blanco.

En sus estudios de dibujo, los cuatro permiten que sus emociones mas profundas y recluidas se apoderen de ellos como si fueran demonios a exorcisar plasmandolos en pinceladas de color.

Esta forma de catarsis les ayuda no solo a expresarle al mundo sus emociones reprimidas en su interior, sino tambien a sanar sus heridas profundas, las cuales parecen dejar de sangrar mientras mas formas abstractas dibujan.

Deteniendose un momento para limpiarse las lagrimas, Lorelay deja su brocha a un lado para hacerse ovillo hasta llegar al suelo.

Recordar la muerte de su padre, la abuela Freda y de la abuela Situ quien la adoraba mas que a Edward es demasiado duro para la afligida chica quien de nuevo vuelve a sentir ese agudo dolor de alma y corazon atravesarle el cuerpo.

Respirando trabajosamente, la chica se levanta del suelo para tomar un poco de infusion calmante para seguir su trabajo.

Pero ella no es la unica que mientras pinta o esculpe es victima de sus recientes recuerdos que la atacan para volver a hacerla sentir deprimida.

James se detiene un segundo cuando escucha los leves sollozos de Maggie, su esposa, para ir a consolarla en sus brazos.

Johana mientras tanto pinta su frustracion y tristeza pues ella tambien adoraba a las abuelas quienes la amaron, pero en especial a la abuela Arana quien le ayudo tanto cuando sufrio la perdida de su bebe en aquel fatidico accidente en sus vacaciones en Colombia.

En verdad que las abuelas fueron un pilar fundamental en la vida de los chicos quienes ahora tratan de mantenerse unidos y fuertes por sus pequeños.

Una llamada en el celular de Johana interrumpe la concentracion, la chica se apresura a contestar de inmediato.

Lo que escucha no la deja tranquila por lo que sin importarse si tiene la cara  manchada con pintura, esta usando un overall de mezclilla oscuro para no manchar su ropa o usar un moño apretado para que su cabello no se manchara, la chica camina fuera de su estudio.

Cuando lo hace se encuentra con James, Maggie y Lorelay quien, al igual que la chica, sin importarle su vestimenta o limpieza se miran un segundo antes de pedir que los lleven a la guarderia de los pequeños.

Cuando llegan al edificio que aun humea, la avenida y calle estan mojadas, los enormes camiones de bomberos impiden el paso de vehiculos particulares mientras que la policia acordona el lugar, impidiendo el paso de curiosos.

"Exijo entrar, mi hija estaba en esa guarderia!"

Grita Lorelay encabezando el grupo de la familia.

"Lo sentimos mucho pero ni usted ni nadie mas puede pasar."

Comenta un joven oficial quien obviamente no sabe con quien esta hablando.

"Dejaras entrar a mi esposa y mi familia, policia novato."

La fuerte declaracion masculina detras de la chica no asombra a nadie pues esperaban que en cualquier momento Edward apareciera en ese lugar.

"Señor Situ..."

"Lo siento, pero no se quien es esta pintora..."

"Es su esposa, eso dijo usted?"

Cuestiona nervioso el chico quien mira la atemorizante cara de Edward frente a él.

"Dejen que la familia Situ Baek entre."

Ordena el inspector en jefe de la policia, los novatos policias retiran la cinta amarilla que acordona el area para que la familia completa entre.

"Que sucedio capitan Soreti?"

Cuestion Edward al hombre joven de cabello castaño, fisico delgado y cara seria.

"Un incendio provocado, eso fue lo que sucedio señor Situ."

"Los bebes juntos con las niñeras, cuidadoras y maestras fueron evacuadas a tiempo, pero el edificio se quemo por completo."

Indica el capitan con voz tranquila y serena.

"Ya estamos tras la pista de los piromanos responsables de este ataque."

"Señor Situ, sus pequeños y niñeras estan siendo valorados por medicos y enfermeras en esta tienda vigilada, por favor entre usted y su familia."

El capitan quien viste un oscuro traje con camisa blanca sin corbata le indica a Edward y la familia donde debe entrar, todos lo hacen despues de agradecerle al hombre.

Los bebes son los primeros en alegrarse al ver entrar a su madres quienes corren para abrazar a sus adorados retoños.

Las chicas preguntan a las niñeras si estan bien, ellas responden que si.

Los hombres se reunen con sus esposas para verificar que sus preciados tesoros se encuentren bien antes de salir a hablar con el capitan.

"Resolveremos esto nosotros mismos, este incendio no puede quedarse impune."

Declara Edward, Bruce asiente.

"Mi gente buscara a los responsables y los hara pagar por esta mierda."

"Mis pequeños estaban en esta guarderia antes que se incendiera, pagaran por poner en riesgo a mis principes."

El capitan asiente pues conoce perfectamente al Rey del Inframundo y su poderosa y temible familia ancestral.

"Dejo esto en sus manos."

Comenta el capitan quien atiende a los demas padres llenos de temor quienes tambien llegan de forma intempestiva debido a la terrible llamada que recibieron hace apenas unos cuantos minutos atras.

Bruce ordena a sus hombres que investiguen esto, pronto una suma importante de dinero por la presentacion con vida del o de los responsables se hace conocer en el inframundo.

"Lo mejor que podemos hacer ahora es llevar a los pequeños a casa."

Comentan las madres quienes abrazan a sus pequeños en brazos.

Bruce se apresura a cargar a su hermosa pequeña Cassandra, ella es su perdicion.

"Iremos a mi villa, ahi cuidaremos a los bebes mientras espero respuesta de mis hombres."

Declara Bruce quien observa que su pequeño guerrero Erik no ha soltado la manita de su amada niña Alondra en todo este tiempo.

Cuando el humo y el pequeño incendio comenzo, los pequeños ya habian sido advertidos por la abuela Freda quien jugaba con Sören y Emily.

Fue la abuela Situ quien les dijo a los pequeños que no lloraran ni gritaran ni se preocuparan por nada, que todo estaria bien, asi que ellos se prepararon solo para caminar de la mano de las maestras y niñeras para salir del recinto.

Asi que no estan ni lastimados, quemados ni asustados.

"Sera lo mejor."

Declara Edward quien abraza a su esposa e hija, Sören mira a su niña desde la seguridad de los brazos de Dániel, su fuerte y protector papá.

"Ire tambien porque..."

Exclama Edward con voz seria y llena de enfado, pero en ese momento el tono de llamada de su celular lo interrumpe, su vicepresidente le informa que el señor Yuzura desea hacer video llamada con él.

De inmediato.

Comprendiendo que esta es una buena oportunidad para arreglar el tonto descuido en el contrato Edward se despide con un beso en los labios de su esposa, despues besa las mejillas de su princesa Emily antes de subir a su auto manejado por Thomas para ir a la empresa.

"Señora Lorelay, ire con ustedes para ayudarles en cualquier cosa."

Comenta Tim pues su pequeña estaba tambien entre los pequeños evacuados, su esposa llega en ese justo momento.

"Muchas gracias Tim pero regresa a la villa de la abuela Situ..."

La chica presiente algo pero no sabe muy bien que es.

"Me sentire mas tranquila si la villa de la abuela Situ no esta vacia."

Tim cree comprender a lo que se refiere Lorelay por lo que se retira junto con su esposa e hija, los demas entran de nuevo a las camionetas para ir rapidamente a la villa de Bruce y Elizabeth.

Los bebes se dirigen rapidamente a la zona de juegos que tienen los gemelos en la villa!

Las pequeñas Cristine, Emily, Alondra y Cassandra corren riendo felices hacia el area llena de inflables rosados, toboganes, cocinitas y albercas de pelotas que tienen a su disposicion.

Ethan y Luke corren hacia el laberinto con resbaladillas, pelotas que golpear, muro para escalar con diversos obstaculos, Erik y Sören miran a sus niñas abandonarlos para ir a jugar.

"Dejen que ellas jueguen un momento solas, ustedes jueguen son sus primos tambien."

Indica Johana a su bebe Sören y a bebe Erik, los dos pequeños, sin mas remedio, acceden y se unen a la loca carrera que sostienen los aguerridos Ethan y Luke.

"Los cuidaremos, ustedes averiguen quien se atrevio a poner la vida de mis bebes en peligro."

Ordena con voz enojada Elizabeth, Bruce sabe que ella esta sumamente furiosa.

"Lo hare mi reina."

Asevera Bruce besando el dorso de la mano de su amada.

Tal vez el rey del inframundo pueda mandar sobre toda su gente y sobre los criminales y capos, pero solo Elizabeth puede mandar al rey.

Junto con Elizabeth, Johana y Maggie se sientan en las sillas para vigilar a los bebes que juegan y rien felices mientras Carolina y Lorelay llevan a las niñeras a la sala para interrogarlas acerca de lo ocurrido.

Todas las niñeras dicen dan exactamente su misma version de los hechos, el humo comenzo de improviso, se extendio rapido pero en una zona pequeña primero, antes que se evacuaran a los pequeños.

Despues, cuando ya no quedaba nadie dentro, el edificio ardio rapidamente sin control.

"Es como si quisieran darnos una advertencia de algo."

Determina Carolina quien habia estado muy tranquila disfrutando de la maternidad con su bebe Luke, pero esta agresion contra su pequeño la tiene furiosa y con una sed de venganza asesina.

"Tengo que hacer esto yo misma."

"Cuida de Luke, Paul llegara en un par de horas."

Comenta Carolina quien no se siente tranquila ni bien estando ahi sin hacer nada de investigacion en las calles.

"No sera necesario que hagas nada Carolina."

Comenta Bruce quien aparece en la sala junto con los demas hombres.

"Mi gente ya localizo a quien se atrevio a incendiar la guarderia de nuestros pequeños."

Ni bien Bruce termina sus palabras, el porton reforzado y vigilado de la villa se desliza hacia un lado solo lo suficiente para dejar entrar dos autos oscuros.

Cuando se detienen enfrente a la entrada principal de la casa los hombres malencarados, vestidos de negro y con lentes oscuros cubriendoles los ojos descienden del auto antes de abrir las puertas traseras de los autos.

Atadas y amordazadas tres chicas que lloran y suplican en silencio algo que no se logra comprender.

"Son personal de la guarderia."

Una de las niñeras indica, todos miran a las chicas resistirse a caminar cuando los hombres toman sus brazos para forzarlas a entrar a la sala para hacer que se sienten, a la fuerza, en los sillones.

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