El Prohibido Amor de un CEO romance Capítulo 24

Edward se despertó con un sentimiento de melancolía y nostalgia que no podía comprender.

Recostado en la incómoda cama de hospital tenía la mirada fija en el techo tratando de entender el vacío tan profundo que sentía en el pecho.

Había escuchado a Lucy entre sueños y la tristeza se volvió a apoderar de su corazón.

Aunque con Emily había calmado un poco sus ansias, Edward todavía tenía a Lucy muy dentro de su mente.

"No podemos seguir aquí, la seguridad ha sido comprometida."

Un hombre de los Black habló muy molesto.

"Debemos de interrogar a todo el personal o matarlos y contratar a nuevos empleados más leales a nosotros."

Aseveró otro miembro Black.

"No solo eso, debemos averiguar quién dió las coordenadas de nuestros laboratorios y preparó tan bien los ataques..."

Terció uno más realmente molesto.

"No podemos quedarnos así, mis hombres murieron en ese campo, quemaron todo!"

"Robaron las fórmulas!"

Los tres Blacks seguían discutiendo en la sala donde estaban.

Tenían al personal arrodillados en el pasillo a punto de pistola por los pocos hombres que aún tenían.

"Cálmense, porque hacen tanto escándalo?"

"Parecen mujeres quejándose..."

"Que tanto les molesta?"

Preguntó Edward mientras sostenía el trípode con su suero conectado a su brazo.

"Acaso te parece poco que una mujer se infiltrára y tomara foto de nuestras operaciones legales o ilegales y tuviera en sus manos nuestras vidas?"

"Además te parece poco que estamos peor que al inicio?"

"Edward perdimos casi todo!"

"Incluso querían asesinarnos!"

"Casi lo logran contigo!"

"Cómo puedes estar tan tranquilo en estos momentos de crisis?"

Edward miraba a sus amigos quienes estaba de verdad enfadados por toda esa situación que los había rebasado.

Él mismo se preguntó si la voz de Lucy que había escuchado en sueños también habria sido obra de esa mujer.

"Observa por ti mismo lo que ella nos hizo Edward."

Aunque los vídeos de la camara de seguridad habían sido alterados un poco, con algo del ingenio de John los habían recuperado en su totalidad.

Edward pudo ver cómo la enfermera lo acariciaba mientras estaba en coma.

Como lo besaba...

Se sintió asqueado al ver eso.

Quería ducharse para quitarse todos los rastros de esa mujer.

Lo que más le indignó, fue cuando observó que ella puso una grabadora de mano cerca de su oído y le inyectaba algo en su suero.

También veía como esa supuesta enfermera entraba en las habitaciones de sus amigos, tomaba las fotos y los besaba en la boca tambien.

Se habían confiado y alguien les había hecho ver de la peor forma su arrogancia y falsa seguridad de la que tanto presumían.

"Matenlos."

Dijo fríamente Edward.

"No podemos confiar en ninguno de ellos.

"Asegurense de contratar solo dos médicos nuevos y dos enfermeras nuevas."

"Amenacen a sus familias si es necesario, pero queremos gente leal en nuestras filas."

Las órdenes de Edward se cumplirían al pie de la letra.

Edward estaba profundamente enojado, asqueado y jodidamente cansado.

Cansado con todos y por todo.

Había perdido días de torturar a su mascota preferida por culpa de ese ataque.

Había estado hospitalizado y en coma días útiles en su vida.

Había perdido negocios lucrativos.

Y encima de toda, como si no tuviera bastante mierda ya que procesar ahora había descubierto que todo el tiempo jugaron con su mente.

Los Black colocaron los silenciadores a sus bellas y costosas armas.

Unos pocos sonidos se escucharon salieron de esa habitación de hospital y todo quedó en silencio después.

Por acciones como estás es que Edward era el líder de los Black.

Acciones dónde se necesitaba mano firme y nada de sentimientos.

El mundo en el que se movían era crudo y solo el mas fuerte sobrevivía.

"Debo regresar ahora, prepara un avión Paul."

Ordenó Edward.

"Edward antes de que te vayas tenemos que hablar..."

"A solas."

Pidió de manera amable Paul.

Rodeó con sus manos los hombros de Edward para conducirlo a otra habitación.

"Los médicos encontraron principios de cancer de intestino..."

"Per ahora, con todo lo que ha ocurrido con el personal ya no estoy seguro de su diagnóstico."

"Edward te recomiendo que veas un especialista al regresar a la ciudad."

Habló lo más tranquilo que pudo Paul.

"Lo haré."

La voz de Edward sono algo sorprendida por ese "diagnóstico."

Sin embargo, al saber que todo el personal podría haber estado corrompido decidió buscar una segunda opinión.

Daniel ayudó a Edward a quitarse la intravenosa para que pudiera ducharse.

Con cuidado lo apoyo para que se vistiera, ya que aún se mareaba si se agachaba.

En la ciudad, Dorian acariciaba la suave y delicada mano de Emily con sus manos.

Emily cerraba los ojos y trataba de relajarse.

"Porque no quieres que te recoja después de que termines tu horario de trabajo Emily?"

"Eres mi novia ahora y es mi deber protegerte."

Declaró Dorian dándole un beso en el dorso de su delicada mano blanca.

"Dorian, no quiero molestarte en verdad."

" Se que tú debes de estar cansado después de terminar tu turno y con tanto trabajo que tienes, lo que menos quiero es ser una carga para ti."

Trató de dar excusas válidas Emily.

"No es ninguna molestia Emily, adoro estar contigo."

Dorian volteó la cabeza de Emily tomando delicadamente con sus dedos el mentón de la niña y cerrando los ojos la besó en sus delicioso labios.

Si Dorian la hubiera conocido en otras circunstancias sería la novia perfecta.

Sería la novia ideal.

Su futura esposa y madre de sus hijos.

Porque tuvo que conocerla bajo estás circunstancias adversas?

Dorian no quería hacer lo que le habían dicho que tenía que hacer.

Él joven se estaba quebrando la cabeza ideando formas discretas de advertirle lo que pasaría pero...

Pero al recordar que ese dinero ayudaría a su hermano a salir de la cárcel, donde estaba injustamente encerrado, suspiró y se limitó a abrazar a Emily.

Sarah corría muy asustada por la acera.

Tres matones enormes la perseguían.

"Maldición, yo no hablé con nadie!"

"Porque tengo que ser castigada?"

Gritó furiosa Sarah.

"Creías que escaparías de mi?"

Una voz masculina habló detrás de ella

"No por favor, hice todo bien!"

"No dije nada a nadie!"

Lloró desesperada Sarah retorciéndose entre las manos de los asquerosos hombres.

"Atenla firmemente."

"Debo preparar la cámara y asegurarme de filmar todo a detalle."

"No los necesitaré como mirones y solo yo participaré."

"Tienes suerte princesita de que el jefe solo quiera que sea un escarmiento leve..."

"De otra forma con muchísimo gusto disfrutaríamos violarte en grupo."

"Nnoooo!"

"Suelteme!"

"Nooooo!"

"Ayyyuuddaaa!"

Gritó presa del pánico Sarah.

"Eso, grita grita!"

"Se escucharan tan bien tus gritos en cámara!"

"Lucha para que sea una escena emocionante de ver cuando termine de filmar el vídeo que necesito enviar!"

"Nnoooo...mmmmhh...!"

Los tres tipos amordazaron a Sarah y se la llevaron cargando a un almacén abandonado.

Paul llamaba a su gente por celular mientras Edward supervisaba el entierro de los cadáveres.

Este trabajo requería que fuera así de duro.

Pero Edward no siempre fue así de insensible ante las demás personas.

Una noche su vulnerabilidad fue expuesta y su vida fue salvada por ella.

Pero, ahora sin ella podía volver a ser el bastardo sin sentimientos que solía ser.

Cuando Lucy estaba al lado de Edward, Él había relegado esos trabajos clandestinos a sus amigos la mayor parte del tiempo.

Edward quería dedicarse en cuerpo y alma a su amada el mayor tiempo posible.

El rechazo de su abuela hacía Lucy fue un aliciente para tomar las riendas de su vida por primera vez.

Edward queria hacer algo diferente de lo que todos esperaban.

Quería ser egoísta y hacer algo solo para Él.

Anhelaba dedicarse a algo que solo lo beneficiará a Él.

Quería ser feliz por una vez en su corta vida.

Despreocuparse un poco de ser el jefe y sucesor de la noble familia Situ.

"Porque aún no llega el avión Paúl?"

Cuestionó Edward.

"Edward no lo vas a creer pero los aviones a nuestra disposición están averiados... "

"Ni siquiera el helicóptero que siempre usamos está en buenas condiciones en este momento."

Se quejó Paul.

"Esos bastardos nos jodieron muy bien está vez."

"Dame las llaves de tu auto Paul."

"Dónde está mi guardaespaldas?"

Edward buscaba tanto el auto como a su hombre de confianza.

"Se fue hace un tiempo."

"Dijo que tenía que hacer algunas investigaciones."

Respondió Paul.

"Esta bien."

Sin el avión Edward tardaría dos días manejando en llegar a la ciudad.

Ryan se sorprendió que esa mañana Sarah no lo había llamado para que pasara por ella a su casa.

Pero se sorprendió más al ver a Flora con un enorme oso de peluche y chocolates en su mostrador.

"Flora, tienes un admirador secreto?"

"Un novio escondido tal vez del que yo no se nada aún?"

Preguntó Ryan con un sentimiento raro comenzando a germinar en su pecho.

"Ryan estoy tan sorprendida como tú..."

"De verdad no sé quién pueda estarme mandando esto."

Explicó Flora mostrándose genuinamente sorprendida por los enormes regalos.

"Te cambiaré de puesto Flora."

"A partir de hoy estarás a cargo de la recepción de mi oficina solamente."

"Debido a nuestros recientes descubrimientos no podemos confiarnos ni fiarnos de nadie."

Ordenó algo molesto Ryan mirando al oso que sonreía como burlándose de Él.

"Pero Sarah se enojará Ryan si estoy ahi."

"Ella estará conmigo dentro de mi oficina Flora."

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