El Prohibido Amor de un CEO romance Capítulo 26

Emily descansaba sentada en el regazo de Dorian y Él acariciaba su suave cabello mientras la besaba.

Su cabello de la bella jovencita olía a fresas y su piel era muy suave.

Dorian había llegado muy temprano al departamento de Emily.

Había comprado el desayuno para Maggie, Emily y para Él.

Maggie después de acompañarlos en el desayuno fingió haber olvidado algo en su oficina.

A toda prisa se arregló y tomó sus cosas para salir del departamento.

Quería darles un tiempo a solas, pues ella aprobaba a Dorian.

Y quería que Emily fuera feliz otra vez.

"Dorian, no me mires..."

"Debo verme muy desaliñada.."

"Ni siquiera me he quitado la pijama."

Dijo Emily bajando la mirada apenada pues Dorian había llegado a las 7 de la mañana.

"Te ves hermosa así Emily."

"No quisieras que fueramos a tu cama a destenderla más?"

Insinuó Dorian.

"Dorian!"

"Que malo eres."

Emily le dio un golpe juguetón en su brazo fingiendo molestia.

"Jajajaja no te asustes Emily!"

"Tendremos intimidad cuando tú lo decidas Emily."

"Yo esperaré por ti pacientemente."

Dorian habló mirándola tiernamente.

Sin embargo las cálidas manos de Dorian comenzaron a acariciarla debajo de su pijama.

Emily sintió sus grandes manos en su vientre y después en su espalda...

Cerró los ojos apoyada en su pecho.

La respiración de ambos se agitó.

"No... Dorian..."

"Aún no,por favor..."

Rogó Emily con voz temblorosa reuniendo toda la fuerza de voluntad que tuvo.

Ella no sabía si se podría contener.

"Te deseo Emily..."

"Ambos somos adultos y te prometo que te cuidaré..."

"No te haré daño."

Trato de convencerla Dorian con una voz encantadora.

"Por favor Dorian..."

Suplico Emily.

"Aahh...está bien Emily."

Algo frustrado Dorian se puso de pie.

Caminó hasta la mochila que había traído consigo.

También había llevado consigo en un porta trajes el disfraz que usaría para la fiesta de la empresa de Emily más tarde.

"Toma, los compré para ti, espero te gusten."

Dorian le extendió una cajita a Emily.

Dentro de ella habían unos pupilentes azules.

"Gracias Dorian!"

"Con ellos complementare mi disfraz!"

Agradeció emocionada Emily.

"Si, a qué hora nos vamos de aquí Emily?"

El tono de voz de Dorian era de enfadó.

Emily se acercó a Él para intentar animarlo.

"Perdoname Dorian, no te enojes conmigo..."

"Es solo que yo..."

"Bueno quiero esperar un poco más para conocerte un poco más."

"Eso está mal?"

Preguntó la niña intentando que Dorian la mirará a los ojos.

Dorian iba a contestarle, pero una llamada del número que ya conocía sonó en su celular.

"Emily, debo contestar."

"Estaré en el pasillo afuera mientras tú te cambias de acuerdo?"

El chico habló mientras salía del departamento de Emily.

"Si, Dorian, está bien."

Emily se sintió algo culpable.

Pero es que ella aún no quería hacer algo tan íntimo con Él.

En ese momento recordó a Edward y sus amenazantes palabras hicieron que un escalofrío recorriera su espalda.

Sintió como si le estuviera siendo "infiel" a Edward.

"Que tontería."

Pensó la niña

Y cantando su canción favorita de K-Pop comenzó a cambiarse de ropa.

"Soy Dorian."

Dorian contestó la llamada.

"La mitad del dinero ha sido depositado a tu cuenta, puedes revisarlo."

La voz masculina contestó.

"La otra mitad se te dará mañana en persona en el lugar que ya conoces."

"De acuerdo."

Contestó Dorian.

"Si no haces lo que acordamos retiraré todo el dinero y te mataré junto con tu hermano."

Amenazó la voz masculina.

"Lo sé, no se preocupe, cumpliré."

Dorian colgó.

Guardó ese horrible celular en su bolsillo.

Él tocó la puerta le avisó a Emily que iría rápido al banco ya que tenía que revisar un deposito.

Le dijo que regresaría en dos horas.

Emily contestó que estaba bien y Dorian se fue corriendo al banco

Con ese tiempo antes, Emily visitó a su padre en el hospital.

Ella se sorprendió que la salud de su padre, David había mejorando mucho.

Las enfermeras le informaron a Emily que su padre había estado siguiendo todos los procedimientos al pie de la letra y comía bien.

La operación sería fijada en un par de semanas más.

Emily le contó de la fiesta de disfraces en la nueva sucursal de diseño.

David le pidió que se divirtiera mucho y la felicito por ahora estar trabajando en lo que ella realmente era buena y lo que le gustaba.

De regreso a su departamento, Emily iba muy feliz con sus audífonos escuchando música, pero sintió que alguien la seguía.

Por más que ella observó ansiosa por todos lados si había algún auto o alguna persona con actitud extraña.

Pero no pudo ver a nadie y prefirió apresurar el paso hacia su departamento.

Edward en el gimnasio golpeaba un saco de box para prepararse para esa noche.

No le había avisado a Carl que había regresado, ni a nadie.

Aún estaba enojado porque le habían dicho que Emily tenía un "novio."

Edward quería destriparlo con sus propias manos.

Y a esa infiel  de Emily encerrarla en algún departamento suyo para que solo Él pudiera verla y tenerla en su cama.

Además, Edward había visto que ese tal Dorian la había casi violado...

Golpeó con más fuerza el saco con su puño.

Revisó su celular de última generación y buscó la canción que  traía dándole vueltas en la cabeza.

Cuando estuvo en la terapia con Lía, la escuchó, pues Sten y Lía eran muy aficionados a los juegos en línea.

Alcanzó a escuchar algunas estrofas en inglés y le parecía adecuadas las letras para lo que se preparaba a hacer.

"Se llama The Howling, de Whitin Temptation..."

"Lía, no solo tienes influencia sobre  Sten."

"Ahora también me influenciaste a mi."

Pensó Edward.

"Hummm interesante..."

"Esta música me incita a  golpear con más ganas a alguien..."

"Es muy adecuada para mi ánimo de matar traidores."

Un vídeo llegó a su chat.

En ese  vídeo se podía apreciar a su antigua espía muerta.

"Estúpida."

Pensó Edward.

Buscó en su mente a quien podría entrenar para ser su espía personalizado.

Ryan tenía formados a todos los empleados de oficinas frente Él.

En voz autoritaria los interrogaba acerca del asunto de la hoja sospechosa.

Ninguno de sus empleados nunca  había visto tan furioso su jefe desde que los había contratado.

Al ni obtener las respuestas que quería escuchar Ryan les pidió que firmarán sus renuncias.

No quería darles otra oportunidad ya que sentía que todos ellos estaban en su contra.

Claro que les dió  con sus respectivas liquidaciones de ley.

Flora estaba con Ryan y tomaba nota de todo lo que ocurría.

Sarah aún todavía permanecía hospitalizada.

Así que por el momento Flora fungía como asistente personal de Ryan.

"Flora, pide a recursos humanos que comience la búsqueda de talento que sea más fiel a la empresa."

"Así lo haré Ryan."

"Pero tú estás bien?"

Inquirió Flora al verlo tan molesto.

"Si Flora, gracias por preguntar."

Fue la respuesta de parte de Ryan.

Flora le dió una sonrisa algo resignada y salió de su oficina.

"Flora! Flora!"

"Espera!"

"Ryan que pasa?"

"Ocurrió algo mal de nuevo?"

"mmmhhh...."

Flora había entrado deprisa a la oficina de Ryan.

Tenía miedo de que de nuevo algo extraño pasará debido a todo lo que había ocurrido.

Flora nunca espero que cuando su mano empujó la puerta Ryan la abrazó hacia Él para besarla.

Ryan actuaba por impulso y la necesidad de refugiarse en ella en ese momento tan estresante para Él.

Flora no pudo resistirse.

"Perdona, perdoname Flora..."

Dijo jadeante Ryan cuando se separaron sin dejar de abrazarse.

"Yo lo necesitaba."

Declaro Ryan acariciando la pequeña carita de Flora.

Ella trataba de  tranquilizar su corazón palpitante.

"Besas tan bien Ryan."

Flora lo abrazó pensando esto.

Ambos quedaron en silencio de pie abrazados fuertemente, con los ojos cerrados en medio de la oficina.

Ninguno sabía que estaba pasando con los sentimientos del otro...

Solo sabían que esos besos robados les sabían a gloria.

"Ryan...ya debo irme a recursos humanos."

Flora intentó separarse de los brazos de Ryan.

Pero Él la abrazó apretándola a su cuerpo.

"Aún no Flora, por favor..."

"Déjame estar así contigo un momento más."

Rogó Ryan en voz baja.

"Tengo miedo de enamorarme de ti Ryan..."

"Tu ya estas saliendo con Sarah."

"Temo que no mi amor no sea correspondido...."

Pensó Flora quien trataba de contener en sus ojos las lágrimas que estaban a punto de caer.

"Yo tampoco se que me pasa..."

"La razón me dice que no está bien lo que hago por Sarah."

Ryan habló dándole besitos en la  frente de Flora.

"Pero no puedo evitarlo Flora, y simplemente no puedo evitarlo."

Declaro Ryan suspirando.

"Ryan te  comprendo."

"Los dos podemos....mmhhhh..."

Se fundieron en un beso urgente y una lágrima silenciosa rodó por la mejilla de Flora.

Ryan con su gran mano la limpió sin dejar de besarla.

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