El Prohibido Amor de un CEO romance Capítulo 29

Emily despertó en el momento que Edward comenzaba a quitarle el disfraz desgarrado de Salior Scout.

Los movimientos de Edward eran gentiles.

Incluso se podía decir que transmitían amor y cuidado hacía ella.

Temerosa y sumamente nerviosa de estar en sus manos, Emily no respiraba bien.

Se sentía muy mareada.

Las imágenes de Él disparandole a Dorian se repetían una y otra vez en su mente.

Emily no sabía que  Edward podía ser tan despiadado.

Pero,  Edward la había rescatado de Dorian...

Si Él no hubiera aparecido justo en el momento, Dorian habría abusado de ella con éxito.

Por eso, ahora la forma en la que la trataba la confundía demasiado.

Emily creía firmemente, que si Él descubría que estaba saliendo con alguien a sus espaldas la torturaría inmediatamente.

O la mataría de alguna forma muy dolorosa.

Emily esperaba lo peor de Edward.

Con sumo cuidado Edward envolvió a Emily en una suave sábana para llevarla a la  bañera.

La sentó con cuidado en el wc mientras revisaba que el agua tuviera la temperatura adecuada.

Quería darle un baño a conciencia a Emily.

Edward quería eliminar todo rastro de las manos de Dorian.

Sus inmundas manos que se habían atrevido a tocar lo que era suyo.

"Edward..."

Dijo Emily débilmente.

Ella buscaba su mirada pues quería saber si Él estaba jugando con ella psicológicamente.

"Sshhhh...no hables Emily."

Edward  comenzó a desvestirse lentamente.

Emily se tapó el rostro con sus manos, pues no quería verlo desnudo.

Divertido por verla actuar como una niña, Edward sonrió.

Vertió algo de burbujas en la bañera  y preparó hielo para la mejilla inflamada de Emily.

Además de que tenia en su poder algo  especial para más tarde...

Sin que ella quitará las manos de su rostro, Edward la levantó.

Emily obedientemente dejó que Él le quitará la sábana revelando su hermoso y pequeño cuerpo desnudo.

Edward por fin sentía que tenía todo bajo control.

Alguien había estado confundiendolo con el recuerdo de Lucy y eso lo había distraído.

Pero ahora tenía a Emily con Él en ese momento.

Ella era real, podía tocarla, abrazarla, besarla tanto como quisiera.

Y Emily dejaba que Él hiciera con ella lo que quisiera sin protestar.

Edward le dió la mano y ambos entraron a la enorme bañera llena de burbujas de jabón y escencia de fresa.

Emily abrió los ojos despacio cuando se sentó...

Tenía miedo de que Edward la ahogara en la bañera, por lo cual se aferró con sus manos a una orilla de la bañera.

Edward por su parte tenía un as bajo la manga para obligarla a estar con Él indefinidamente.

Y está vez se encargaría de que se portara bien.

Tomó una suave esponja y se dispuso a limpiarla.

Emily no emitió ningún sonido mientras Edward lavaba su cuerpo.

Ella fue muy dócil en sus manos mientras su mente pensaba mil cosas.

Todas ellas terribles y mortales.

Ella creyó que Dorian era un príncipe azul para ella y que por fin sería amada por alguien bueno.

Pero Dorian había fingido tan bien amarla que ahora Emily se sentía dolida, usada y lo peor...

Ella había caído como una tonta en su juego.

Dorian casi se había aprovechado de ella.

"Parece que te divertirse cuando estuve fuera Emily."

"Dime, Él te trató mejor que yo?"

Edward habló.

Su voz grave interrumpió los pensamientos de Emily.

"Edward..."

"Tú simplemente desapareciste y no supe que hacer..."

Se excusó Emily.

"Claro que supiste que hacer Emily."

'"Estuviste con alguien más no es así?"

Declaró Edward mientras frotaba con cuidado la espalda de Emily.

"Así que es tu elección decirme ahora que tanto pasó con ese tipo..."

"O puedo usar el "suero de la verdad."

"La decisión es toda tuya Emily."

Emily sabía a qué se refería Edward por "suero de la verdad."

Ya lo había usado antes en ella.

De ese modo Edward se había enterado que le había dicho a Ryan que había aceptado ser  su amante.

Rompiéndole el corazón a Ryan en el proceso.

Emily comenzó a ponerse nerviosa...

Debería decirle todo lo que pasó con Dorian?

Todos los besos y caricias que compartieron?

Edward sin prisa lavo el cabello de la niña con un shampoo especial con olor a fresas.

Después lo enjuagó delicadamente.

Sin importar lo que Emily le dijera, Edward de todos modos usaría el suero de la verdad en ella.

Quería saber hasta el último detalle incomodo e íntimo que ellos dos tuvieron.

De ese modo, Edward podría elegir el mejor el castigo para ella.

"Por cierto, tu amiga Maggie llamó."

Dijo Edward.

"Se oía afectada al dejar el mensaje de voz en tu celular..."

Emily volteó a ver a Edward.

"Le mandé un mensaje donde le decías que pasarías la noche fuera."

"Y que la verías el domingo por la noche."

Emily solo asintió en silencio.

Si bien, le agradecía a Edward que la hubiera salvado de Dorian...

Había sido necesario matarlo?

"Esta noche te quedarás conmigo y continuaremos como siempre me escuchaste?"

Ordenó Edward fríamente.

"Pero fui transferida al edificio de diseño por el señor Carl...."

Respondió Emily en voz baja.

"En serio?"

" Hum, en ese caso..."

"Deberás dejarme mi té preparado en mi oficina antes de que vayas a la sucursal de diseño."

"Estarás bajo mis ordenes solamente."

"Tienes prohibido acercarte a otro hombre, haz entendido?"

Dijo Edward con severidad.

"Si."

Respondió sumisa Emily.

Edward se relajaba mientras Emily se tensaba cada vez más...

Las grandes manos  de Edward dejaron a un lado la esponja y comenzaron a acariciar el cuerpo desnudo de Emily.

Sus dedos comenzaron a jugar y entrar en ella.

Emily comenzó a jadear y gemir mientras trataba de controlarse, pero una parte de ella extrañaba a Edward.

Ella se preguntaba si era masoquista.

"Cómo extrañé estar dentro de ti estos días"

"Creo que los siguientes viajes de negocios irás conmigo Emily."

"De esa forma me complaceras en la cama durante mi estancia."

Le dijo Edward mientras la levantaba un poco por la cintura para que pudiera entrar en ella.

"Mmhh..."

Emily murmuró mientras se mordía los labios cuando penetró en ella.

Edward le susurró....

"Ningún otro hombre tiene derecho a tocarte más que yo."

"A mí no me gusta compartir mis posesiones y nadie más podrá disfrutar de ti."

Sin decir más la recargó en su pecho y comenzó a besarla.

Emily sentía sus manos, sus embestidas, sus labios que la devoraban.

Ella se dejó llevar por las deliciosas sensaciones.

Edward se levantó junto con ella para recostarla todavía mojada en la suave cama.

"Tenemos toda la noche para seguir jugando Emily."

"Pero antes tienes que decirme la verdad."

Sin decir más, Edward inyectó a Emily con el suero.

En una Villa, Carl y Lucy degustaban una botella de buen vino mientras conversaban de lo que harían a continuación.

"Edward mató al chico, la chica sin está en el hospital, que haremos ahora?"

Preguntó Lucy.

"Buscaré la forma de que mi abuela me venda sus acciones y así poder competir con Edward."

"Su grupo clandestino aún no se recupera del todo."

Dijo Carl.

"Ahora tendremos que ser más cuidadosos."

"Debemos ir despacio si queremos destruirlos por completo."

"En cuanto al chico, tenemos un vídeo interesante que si queremos podemos hacer llegar a las autoridades..."

"Aunque dudo que lo vinculen a menos que presentemos el arma."

"Seguiré apareciendo furtivamente para desetabilizarlo y así confundirlo."

Dijo Lucy bebiendo de su copa.

"Me parece bien."

"Por ahora deberé aparentar ser el primo amable y bondadoso de siempre..."

Carl también sorbió de su copa.

"Lucy me temo que te dejaré una temporada pues tal vez mi primo me mande a un sucursal lejana."

"Volveré lo más pronto posible y te daré instrucciones de que debes hacer, de acuerdo?"

Carl acarició la cara de Lucy.

"Si mi amor."

"Entonces, podemos comenzar a despedirnos en la cama?"

Lucy parpadeó coquetamente.

"Claro que sí, tus deseos son mis ordenes Lucy."

Abrazados, mirandose fijamente, Ryan y Flora estaba felices debajo de las sábanas.

"Que somos ahora Ryan?"

Preguntó Flora.

"Seremos lo que tú quieras Flora."

"Yo prefeririá que fueras mi novia oficial si estás de acuerdo Flora."

Dijo Ryan acariciando su hombro desnudo.

"Y Sarah?

Preguntó Flora.

"No te preocupes, hablaré con ella y entenderá..."

"De acuerdo."

Flora se recargó en su pecho.

"Entonces...es un si Flora?"

"Si Ryan...si...mil veces si!"

La felicidad embargó a Ryan quien abrazó a Flora más fuerte.

La pegó a su pecho mientras la inundaba de besos en todo su rostro.

Los labios de ambos se buscaron y sus manos comenzaron a recorrer el cuerpo del otro.

Una nueva ronda de sexo sudoroso, vigoroso y delicioso, comenzó en la habitación.

Ambos se disfrutaban, sin prisas.

Emily miraba al hombre que la secaba con una toalla.

Nunca había notado el marcado físico que tenía.

Pero también tenía heridas viejas, rasguños y moretones.

Con el suero corriendo por sus venas, Emily le contó todo acerca de ella y Dorian.

Como lo había conocido.

Como se hicieron novios.

Le dijo que jamás habían intimado para satisfacción de Edward.

También le dijo como la había engañado para llevarla a ese cubículo para violarla por el bien de su hermano.

Edward la escuchó con calma y no le mencionó nada del vídeo alterado ni de qué la había mandado seguir.

"Muy bien, estoy satisfecho con tus respuestas."

"Comprendes que eres mía y que nadie más puede estar en tu vida?"

Edward la miraba atentamente.

"Si."

Emily miró sus ojos.

"Buena chica, ahora ven, complaceme en la cama."

"Si lo haces bien no te castigaré."

Edward acarició a Emily.

"Tengo entendido que ganaste un viaje para dos personas a la playa..."

"Creo que nos vendría un fin de semana juntos para relajarnos no te parece?"

Edward esbozo una sonrisa malévola.

Él ya estaba imaginándose y saboreando todo lo que podía hacer con ella en esos dos días...

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: El Prohibido Amor de un CEO