El Prohibido Amor de un CEO romance Capítulo 33

De pie, Emily observaba la cinta amarilla de "Prohibido el Paso."

Con esa cinta la policía había acordonado el cubículo dónde habían encontrado el cuerpo sin vida de Dorian.

Los recuerdos, como flashazos de lo sucedido esa noche, pasaron por la mente de Emily.

Pudo verse a ella, a Dorian, la fuerte bofetada que le dió...

Pudo escuchar de nuevo el sonido que hizo su disfraz al ser desgarrado por las manos de Dorian con mucha rudeza.

También recordó como Edward había forcejeaba con Él y después el disparo.

Aunque no fue alto el ruido al tener silenciador el arma, si la estremecío.

Poco a poco se fue poniendo de cuclillas mientras una de sus manos tocaba su mejilla derecha como si le doliera aún el golpe.

Sollozó muy bajo.

"Emily!"

La voz de su Jefa la regresó a la realidad.

La niña alzó un poco la cara mojada por las lágrimas que inundaban sus ojos.

"Emily, no te atormentes, ven, levántate."

"Quien te dejó subir?"

Cuando Emily regresó a la sucursal de Diseño, se le había informado a todo el personal de la triste noticia.

De lo trágico que sería para Emily ver por sus propios ojos la escena.

Por lo que se les pidió a todos que NO la dejarán subir.

Ella se había escabullído en un descuido de su compañera asignada a vigilarla por una semana y había tomado el ascensor al segundo piso.

Cuando caminó hacia el cubículo se sintió pesada y rara.

Pudo sentir el toque de Dorian, escuchar sus palabras amorosas...

Esa noche era la niña más feliz del mundo.

Sentía que tenía un novio guapo, considerado, amable, que la amaba y respetaba.

Un novio que la ayudaría e impulsaría ser mejor diseñadora.

En sus fantasías más locas y uno que otro sueño mientras estuvieron juntos, ella había imaginado su vida al lado de Dorian.

Tal vez casarse con Él, tener hijos, casa, un o dos mininos, plantas, un auto....

Nada de eso pasaría nunca.

La Jefa había recibido la llamada informándole que Emily había desaparecido.

Por lo que se apresuró al cubículo y en efecto, ella estaba ahí.

Agazapada y llorando.

Ambas salieron del edificio y fueron a una cafetería cercana.

La Jefa ordenó bebidas calientes para ambas y tomó las manos de Emily entre las suyas.

"Se que ahora debes estar devastada al enterarte del asesinato de Dorian."

"Pero todos te apoyaremos y ayudaremos lo mas posible."

La tranquilizó su Jefa.

"Fue terrible que le pasara eso y confiamos que pronto el culpable sea encarcelado y pague por su crimen."

Declaró confiada la Jefa.

Emily sintió escalofríos cuando escuchó las palabras "culpable" y "encarcelado" en la misma frase.

"Emily, el señor Carl me pidió que te diera horario flexible debido a lo que pasó."

"Me indicó que te encargará trabajos más relajados."

Mirando a su Jefa, Emily negó con la cabeza y pronunció muy lentamente.

"Jefa, de verdad aprecio la amabilidad de ambos y su preocupación por mi."

"Pero me gustaría que me tratarán igual que siempre."

"Quiero retos para poder olvidar todo esto."

"Si trabajo más olvídaré lo que pasó."

La Jefa de Emily sonrió con tristeza.

En la cara de Emily se dibujaba la tristeza.

Pobre niña.

Ambas bebieron y salieron de la cafetería.

Al principio la Jefa de Emily había sentido envidia de ella por ser buena dibujando.

Después por preparar tan buen té y después por Dorian.

Ahora, al ver lo preciosa de la vida y lo fácil que era perderla en cualquier momento, ella dejó atrás esos sentimientos.

Ella quiso ayudar a Emily a superar su sufrimiento genuinamente.

Ambas entraron a una farmacia pues la Jefa de Emily tenía que comprar una prueba de embarazo.

Temía estar embarazada.

Ya tenía unos días de retraso.

Un hombre desde la ventana de fuera las observaba.

Cuando ambas salieron jaló del brazo a la Jefa y ella jaló a Emily, pues ambas iban agarradas del brazo.

Sin saber qué pasaba, la Jefa forcejeó con el hombre.

Cuando le quitó la gorra que le tapaba la cara y el cubrebocas descubrió que era su ex-esposo.

"Max, suéltame, que demonios te pasa?"

Le gritó la jefa muy molesta.

"Porque compraste una prueba de embarazo?"

"De quién es el bebé?"

Cuestionó el hombre.

Emily estaba de pie al lado de ellos y quería irse.

Pero al ver lo enojado que estaba el hombre, ella no quiso dejar sola a su Jefa.

"Porque te fuiste de la casa?"

"Acaso tienes un amante?"

La cuestionó duramente el hombre.

"Max, estamos casi divorciados.'

"Me mudé porque no quería que me siguieras golpeando!"

"No soportaba más tus gritos como ahora, déjame en paz!"

"Emily vámonos."

La jefa quiso irse, por lo que tomó la mano de Emily.

Max la jaló tan fuerte que Emily se tropezó con su Jefa.

Max empujó a Emily al piso golpeándose las rodillas y un brazo.

"Lárgate de aquí si no quieres que te golpee a ti también!"

"Este problema es solo de ella y mío, anda vete!"

Max gritó amenazando a Emily.

Sujetó a la jefa por el cuello.

"Te voy a hacer un aborto ahora mismo gratis maldita puta!"

Gritó enloquecido Max por la ira.

Emily quiso levantarse pero el dolor le hizo arrodillarse.

Al ver a su Jefa casi morada de la cara por el agarre del hombre, se lanzó hacia Él en un esfuerzo para que la soltara.

"Sueltala idiota, la vas a matar!"

Gritó Emily.

"No te metas en lo que no te importa estúpida!"

"Lárgate, esto es entre ella y yo."

"Ahora voy a matarla por haberme engañado!"

Max quiso volver tirar al piso a Emily.

Ella al ser empujada esperó el golpe pero en cambio sintió que alguien la atrapó.

"Así que te gusta golpear y empujar mujeres cobarde?"

"Espero que seas tan bueno peleando con un hombre desgraciado!"

Habló fuertemente un hombre...

Emily no tuvo tiempo de ver quién había hablado.

Ella vagamente reconoció su voz.

Emily corrió hacía su jefa cuando la vió caer al suelo golpeándose la cabeza y quedando inconsciente.

Nerviosa, marcó el número de emergencias y pidió una ambulancia.

Y a la policía.

Entonces ella, agachada junto a su jefa veía pelear a ambos hombres.

"James!"

Gritó Emily al reconocerlo.

Él no le prestó atención, pues quería seguir golpeando a la basura humana que tenía en el suelo ya.

"James, déjalo ya!"

"La policía vendrá y lo encarcelará."

Pidió Emily.

James no se detuvo, Max ya estaba muy golpeado y no se defendía ya.

Emily se paró despacio y con dolor, pero no quería que James fuera acusado de matar a alguien.

Si eso pasaba, James perdiera su reputación por ese hombre.

Poniéndose frente a Max en el suelo, Emily gritó lo más fuerte que pudo.

"James, BASTA!"

"Déjalo ya, no te comprometas!"

James estaba por tirar otro puñetazo cuando la escena frente a sus ojos lo asustó.

Se parecía a otra escena años atrás.

Respirando, James se tranquilizó y ayudó a Emily a levantarse del suelo.

La abrazó y le dijo.

"Perdona, no quise asustarte."

"Odio que los hombres golpeen a las mujeres indefensas, no puedo soportarlo."

Dijo James recuperando el aliento.

"Gracia James, te debemos mucho por ayudarnos."

"Nos habría matado a ambas."

Emily le agradeció.

La policía llegó al lugar y tomó declaración de lo ocurrido.

Los testigos confirmaron que James solo había actuado para defender a las chicas.

Esposaron en la ambulancia a Max.

La jefa fue al hospital para qué la revisaran.

Le dijo a Emily que se tomará el día libre.

Ella después hablaría con Carl acerca de lo ocurrido

James sostenía a Emily en brazos mientras le preguntaba.

"Emily, no te duelen los raspones?"

"Un poco James, pero no te preocupes, me curaré."

James la llevó a una pequeña farmacia con servicio de médico para que los curara a ambos.

"James, puedo agradecerte invitandote a comer o tomar algo?"

Le preguntó la niña.

"Gracias Emily, pero no estoy de humor para comer en este mom."

"Podemos ir a una cafetería por favor?"

Pidió James.

Ambos caminaron lento a la cafetería más lejana del lugar donde estaban.

James se sentó cerca de Emily.

Ella ordenó infusiones de varias hierbas especiales buenas para los sustos y la recuperación del cuerpo.

James, distraído solo cerró los ojos para poder descansar tranquilo.

"James, algo te molesta?"

Cuestionó preocupada Emily.

"Emily...alguna vez te has sentido atrapada en una situación que no puedes controlar?"

Emily sabia de que estaba hablando.

"Si supieras James..."

"Edward, mi padre, mi vida no es mía ahora."

Pensó Emily tristemente.

James continuó.

"Necesito una amiga en este momento..."

"Tu podrías escucharme Emily?"

Rogó James ansioso.

"Por supuesto James."

James estaba muy perturbado aún por lo que había pasado anoche.

Él no quería estar en casa de la abuela Situ.

Elizabeth le había dado un afrodisíaco y ella también lo había tomado para que ambos tuvieran relaciones sexuales.

James por un momento se dejó llevar...

Besó a Elizabeth con mucha pasión y sus manos recorrieron sus cuerpos desnudos.

Elizabeth estaba muy extasiada.

James estaba muy confundido.

Las palabras de su madre resonaron en su cabeza y Él apartó a Elizabeth.

"No, no puedo."

"Lo siento Elizabeth."

"No puedo, lo siento."

Dijo James alejándose de ella.

"James, yo te amo y te deseo!"

"Ahora estamos solos aquí."

"Puedo ver qué tú también me deseas...por favor!"

Rogó Elizabeth temblorosa.

"Elizabeth, no quiero tener sexo, quiero hacer el amor."

"Y no con ayuda de afrodisíacos."

Dijo James.

"Tal vez esta noche no."

"Pero, podemos intentarlo alguna otra noche?"

Elizabeth suplico.

"Elizabeth, quiero hacer las cosas bien contigo."

"Quiero que seamos novios y ambos nos conozcamos más."

"Si ambos queremos después..."

"Haremos el amor, de acuerdo?"

James intentó convencerla.

"NO!"

"Quiero tenerte ahora!"

"Que no lo entiendes?"

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