El Prohibido Amor de un CEO El viaje. Segunda Parte

Emily maravillada veía las luces de la ciudad desde el avión.
Todo era muy animado y colorido!
Ella estaba recogiendo su equipaje cuando se preguntó como pagaría el taxi para ir al hotel reservado.
Caminó un poco a la salida y se encontró con un hombre que sostenía un cartel con su nombre.
"Hola!"
"Soy Emily Mu."
"Usted viene por mi?"
Preguntó al hombre del cartel.
"Así es señorita mu."
"Soy su conductor en este viaje."
"El señor Situ me ha pedido que la recoja."
"La dejare en el hotel, permítame su equipaje, yo lo llevaré."
"Eres muy amable!"
"Mil gracias!"
Dijo Emily feliz.
Ella lo siguió hasta el auto.
"Otro auto lujoso."
Pensó Emily mientras el conductor metía su equipaje en la cajuela.
"Por favor."
El conductor hizo un ademán para que ella subiera a la parte trasera del auto.
"Gracias."
El chófer manejó especialmente despacio para que Emily pudiera admirar los adornos, la gente, las festividades y las luces del pueblito.
A pesar de ser pequeño y tener pocas personas, alrededor de 2,000 solamente, el carnaval reunía a muchísima gente de todo el mundo.
Pero también era muy vigilado.
Debido a eso Edward había elegido está playa en específico.
Y en esta fecha.
Así, no tendría que estar en guardia todo el tiempo.
Edward podría relajarse y pasear como cualquier turista normal.
La gente reía y se divertía.
Había bares a reventar, hoteles en toda la costera y parecía una noche muy festiva.
Llegaron a un hotel sumamente lujoso, alejado del bullicio del centro del pueblito.
El conductor le pidió a Emily su reservación.
"Señorita Mu, me haré cargo de su check-in, espere aquí por favor."
Le pidió amablemente el conductor indicándole que se sentara en una silla de playa.
Hacía mucho calor aún de noche.
Emily traía pantalón y blusa, que la hacían sentir aún más acalorada.
Afortunadamente su maleta estaba con ella.
Eligió un vestido hasta la rodilla negro de tirantes que se amoldaba bien a su cuerpo pero era vaporoso.
Tomó unas sandalias con la mano y entró al baño para cambiarse rápidamente.
"Ah! Me siento mucho mejor."
Dijo ella retocandose en el espejo y haciéndose una cola alta.
Se puso un collar y pendientes que combinaban con su atuendo.
El reflejo que el espejo le devolvió le gustó.
A pesar de que estaría con Edward se sentía afortunada de poder disfrutar de la playa, del carnaval.
Tambien pensaba una estrategia para que Edward no la encerrara todo el tiempo en la habitación del hotel...
Regresó a la silla y la recepcionista la saludo y le pidió que la acompañará.
Su suite estaba casi en el último piso y era la mejor de todas.
"No podría ser de otra forma tratandose de Edward."
Meditó Emily mientras escuchaba a la chica que le mostraba la suite.
Emily se asomó por la ventana.
Las luces se veían a los lejos, invitandola a la fiesta del pueblo.
Se apuro a desempacar.
Se dió un último vistazo en el espejo, dejó la tarjeta de crédito junto con otras cosas que no eran suyas y salió de la suite.
Esta era una oportunidad de oro sin su controlador maligno para divertirse como cualquier chica.
Encargó la llave en la recepción.
Llevaba solo un diminuto bolso con su celular y un poco dinero.
Emily decidió caminar al pueblo.
Edward estaba enterrado en su oficina bajo contratos aburridos cuando una notificación llegó a su celular.
La leyó y encendió un cigarro.
Se había escabullído de casa de su abuela para regresar a la empresa.
Quería terminar de firmar los documentos y contratos más importantes.
Regresó, firmó los más urgentes y tomó su saco.
"Prepara mi avión, llegaré en 30 minutos."
Ordenó Edward.
Tomó con su mano la maleta a su lado.
Quería llegar antes y sorprender a Emily.
Las calles llenas de gente desbordaba algarabía y ruido.
Música, bebida, luces, personas riendo y toda clase de curiosidades se asomaban en los puestos callejeros.
Cada cierta distancia había diferentes espectáculos callejeros.
Mimos, cantantes, bailarines de break dance, músicos...
Emily no sabía adónde mirar!
Una mano se estiró y una chica la tomó del hombro.
"Mariana!"
"Aquí estás!"
"Te busqué por todos lados."
La chica estaba roja de la cara del sol.
Y estaba algo borracha.
Emily la sostuvo cuando otra chica salió de otro lado.
"Rina!"
"Aquí estás!"
"Perdone señorita, que amable, bebió demasiado, de hecho tenga..."
Le dió un vaso lleno de una bebida azul con dulces variados en una brocheta.
"Tengo que llevarla a casa ya, diviertase!"
Emily sintió cuando la chica le quitó la mano alrededor de hombro.
Ella le dijo adiós con la mano.
"Que bella es la vida!"
"Te amo y a ti y a ti guapo...ven!" "Besame!"
Gritaba animada la chica borracha por el alcohol.
Todos reían y su amiga se apenaba.
"Tu amiga si que sabe divertirse."
Le dijo un chico que apareció al lado de Emily.
"La acabo de conocer..."
Habló sin pensar Emily.
Sin prestarle más importancia ella volvió a caminar hacía el siguiente espectáculo.
Ella tiró la bebida a la basura en su camino.
El chico la miró irse...
Emily se probaba collares de conchas marinas y se veía en el espejo.
El vendedor la elogiába por lo bien que se veía ella.
Sin embargo, Emily no se dejó convencer para que comprará todo lo que le ofrecía.
Siguió viendo artesanías, joyas y curiosos recuerdos.
"Esta me gusta para Flora...y para Ryan este llavero."
"Señor, cuanto cuestan?"
Preguntó Emily al vendedor.
Era demasiado elevado.
"Bueno gracias, regresaré después."
No llevaba tanto dinero por el momento.
"Yo pagaré por eso."
Dijo el chico de unas calles atrás.
"No gracias, no te conozco."
"No puedo aceptarlo, no señor no gracias."
Sin dejarlo hablar más, ella se fue a otro lado.
Esta vez camino a propósito en la multitud para perderlo.
Se sentó junto a unas chicas que observaba a los chicos hacer suertes con patines y patinetas.
Realmente a ella no le gustaba mucho eso, pero quería sentarse sin miedo a que aquel chico la siguiera.
A lo lejos lo vió.
"Ay no...porque?"
Emily se escondió detrás las chicas.
Él caminó a otro lado y se fue.
Emily respiró hondo.
La chica a su lado le dijo.
"Tu novio ya se fue..."
"Ten, usa esta peluca para que no te reconozca."
Le dio una peluca de cabello natural morado.
"Estas segura?"
"Te la pagó?"
Preguntó Emily.
"No, para nada."
"Me la gané en la feria haciendo un tiro perfecto."
"Llévatela, la necesitas más que yo."
"Estás sola?"
Cuestionó la chica a Emily.
"Si..."
Respondió ella.
"Entonces ven, te ayudaré a qué no te busque más."
La chica le acomodó la peluca.
Le puso un chal en los hombros y sonrió.
"Lista, diferente, solo que tus lentes, a ver déjame ver..."
Le hizo fleco a la peluca y le mostró a Emily en un espejo.
Pues no se veía mal...
"Muchas gracias, que linda."
Le agradeció Emily.
"Cuídate, recuerda que el carnaval es inofensivo si vienes acompañada."
Sentenció la chica.
"Gracias, me voy entonces."
Emily con cautela bajó de las gradas.
Caminó de regreso al hotel...o eso creyó ella.
Cada calle la confundía...
Todo le parecía igual!
"De aquí vine no?"
"Esto no lo vi cuando pasé..."
"Donde estaba ese vendedor?"
Emily comenzó a preocuparse.
Una angustia creciente la hizo temblar.
Se retorcía las manos mientras caminaba entre las personas y pedía indicaciones.
"A qué hotel vas?"
Oyó Emily atrás de ella.
Era el mismo chico del que se había escondido.
"Por favor, no quiero, ni busco problemas"
"Estoy perdida."
"Voy al Golden Palace...o Golden Place...ay! ya no recuerdo."
Expresó ella mirando a todos lados.
"Maldición!"
"No debí de haber salido."
Pensó Emily mordiendose los labios de miedo.
Un hueco en el estómago se le formó y por primera vez repetía en su mente el nombre de Edward con desesperación.
No conocía a este chico y no sabía si podría herirla, robarle el celular o algo más....
"No te preocupes, el Golden Place está derecho toda esta calle."
"Ves esa torre iluminada de color dorado?"
"Ahí es."
El chico señaló a la lejanía.
Estaba bastante lejos...
Emily había caminado mucho absorta en todo lo que
Tanto que no se dió cuenta que se alejaba más y
"Muchas gracias, de verdad, adiós!"
Dijo Emily apresuradamente.
"Espera..ten, esto es tuyo."
El chico le extendió una pequeña bolsa de yute adornada con conchas marinas.
los recuerdos por los que no había podido pagar antes.
"No no puedo aceptarlo..."
Se disculpó Emily.
"Por favor, no es nada."
"Tómalo como cortesía de carnaval.."
Respondió el chico.
"Vienes sola?"
Cuestionó el chico.
"No, mi novio está por llegar
Declaró Emily.
"Y te dejó salir sola?"
"Yo, mejor me voy, gracias."
Emily caminó deprisa.
Notó que los puestos recogían sus mercancías y apagaban sus luces.
Había menos gente en las calles.
Más bien solo habían pocos chicos en las calles.
Apretó con sus manos la correa de su bolsa y comenzó a trotar.
no había musica en las calles.
Pudo ver la entrada del hotel y una mano la
"Puedo invitarte una bebida?"
El chico la había seguido todo este tiempo.
"Gracias, pero mi novio es muy celoso y no quiero problemas."
Emily se alejó del insistente chico.
"Solo será un rato."
"Vamos, conozco un bar que está abierto toda la madrugada."
Dijo apretando su mano alrededor de su brazo.
"Sueltame, me duele."
Se quejo Emily.
"Creíste que con un gracias y una sonrisa sería suficiente para mí?"
"Verás que puedes ser muy amable
La mano del chico escondía una pequeña cápsula de afrodisíaco potente.
Con los dientes la rompió y besó a Emily a la fuerza.
El líquido pasó por su garganta.
Ella lo empujó con fuerza.
Corrió hasta la entrada e iba a pedir ayuda pero...
El chico la abrazó y le tapó la boca con la mano.
"No te muevas o te apuñalaré."
El joven sacó una pequeña, pero muy afilada navaja, que brilló por las luces.
Emily comenzó a llorar.
Se arrepintió de no haber solo ido a la playa privada o a la alberca.
"No...no...otra vez no.."
Pensó Emily.
Ella mordió la mano del hombre.
"Maldita puta, ven acá."
Dijo el chico con enojo.
Emily veía tan cerca y tan lejos la seguridad hotel a la vez!
El afrodisíaco comenzaba a calentarla...
La adrenalina de salvar su vida fue más fuerte.
Se agachó y encontró una roca.
La levantó y comenzó a correr hacia la calle al costado del hotel.
El chico la siguió sin correr.
escondió detrás de un auto.
El afrodisíaco también estaba haciendo efecto en Él.
Lo estaba volviendo más ansioso.
Emily rodeó el auto, se quitó las sandalias para que pudiera correr más
Agachada, caminó hasta otro auto
Edward había llegado diez minutos antes de que Emily comenzará a defenderse del chico.
Con desgano caminó a la suite y comenzó a buscar a
su equipaje y sus cosas pero ella no.
La tarjeta también estaba ahí.
Edward dejó su maleta y miró por el ventanal.
Pudo ver un hombre moviéndose por entre los autos como buscando algo.
Marcó el número de Emily y comenzó a sonar.
Sonó una vez, dos veces, tres veces...
Ella no contestó.
Una figura pequeña fue iluminada por la farola
Edward pudo ver a una mujer pequeña agazapada.
Traía el pelo morado y un vestido muy diferente al que usaría Emily pero aún así...
Bajó corriendo las escaleras y fue al bar del hotel.
No estaba ahí Emily ahí.
No había nadie en la alberca.
"Tonta mujer, se fue al pueblo."
Edward iba a tomar las llaves del auto rentado cuando escuchó ruidos provenientes de
mujer del pelo morado forcejeaba con un
distinguir una navaja en
mordiste, ahora me toca morderte
Decía el joven."
"Déjame...no!"
Decía la mujer.
vendrá por ti, es mejor para
Amenazó el hombre.
deseas esto, no te
fuerzas casi, Emily dejó que su boca gritara lo que su mente
"Edward!"
"Edward!"
tus gritos para cuándo
El chico la atrapó.
en ese momento estaba regresando al hotel cuando escuchó que gritaron
corrió hacia donde creyó que había provenido
se escondió detrás de un árbol que tapaba la luz de las farolas
manosear a Emily quien respiraba
resguñaba en la cara y el pecho para tratar
le quitó los lentes y ella vió solo
y rezaba por qué no
eso pedía, seguir viva después de
De nuevo.
e ir al psicólogo para superar el trauma de ser
Pero si moría...
Su padre.
Su hermana.
"Papá... lo siento.."
"Flora lo siento.."
"Edward..."
cerró los ojos y dejó que el afrodisíaco
abrió los ojos cuando aterrizó el
Otro hombre golpeaba al chico ferozmente.
Emily no veía más que sombras que peleaban y
golpes se escuchaban y ella se hizo
La pelea no duró mucho.
chico fue apuñalado en
lo cargó y lo dejó en un
navaja y se la guardó en su
donde estaba la mujer y le quitó
Si era Emily.
le dijo que fuera a echar un vistazo a la pareja que
Había oído susurrar su nombre.
"Emily...."
mientras la trataba de
lo miró sin lentes y pudo distinguir vagamente sus
"Edward?"
"No, déjame!"
"Edward vendrá por mi!"
Sollozó Emily.
"Emily, soy yo, tócame."
Habló sereno Edward.
"Edward?"
creía que era una alucinación de ella por la
"Eres tú?"
"De verdad eres tú?"
"No puede ser!'
"Edward me dijo que llegaría mañana."
Declaró Emily confundida.
rato y no te
"Porque saliste sola?"
abrazo fuerte y lo
Edward se sorprendió bastante.
"Edward, ayúdame por favor."
"Ese chico..."
dio algo, no se
"Me siento mal..."
"Por favor ayúdame."
abrazada a su pecho como una
"Afrodisíaco."
Pensó Edward.
a Emily de ambos brazos
hecho jirones dejaba ver su
quitó la camisa y se la puso encima para
cargó y entró con ella
nada por ser huésped
habitación Emily se retorcía, se nuevo, por la incomodidad y
"Ya había sentido esto antes..."
"Cuando?"
Pensaba Emily respirando agitada.
Leer El Prohibido Amor de un CEO novela El viaje. Segunda Parte de Liliana Situ
En El Prohibido Amor de un CEO El viaje. Segunda Parte, lo entiendo perfectamente, el matrimonio contigo es forzado. Pero aun así aceptó, porque su corazón pronto se dio cuenta de la mitad de su vida. En El viaje. Segunda Parte, la toleró, la mimó y se sacrificó por ella. Él la dejó seguir sus propios pasos, pero como estaba preocupado de que se cayera, todavía la observaba para sostenerla. Su amor no es un cliché, ni irrealmente dulce, sino muy verdadero y abnegado. Lee El Prohibido Amor de un CEO El viaje. Segunda Parte del autor Liliana Situ en readerexp.com