El Prohibido Amor de un CEO romance Capítulo 38

Edward se levantó de madrugada para poder checar varios datos de sus variadas empresas en su laptop.

Emily dormía exhausta en la cama.

Ella soñaba con algo debido a que movía un poco sus manos y sus pies.

Edward se acercó a ella para arroparla con la ligera sábana.

Realmente Edward se sentía más relajado al estar con Emily.

En especial después de todo lo que había pasado unos días antes.

Estar en ese paraíso escondido con ella era un placer.

El sol comenzaba a salir por el horizonte pintando de amarillo débil el azul verdoso del mar.

Edward salió al balcón a fumar sentandose a disfrutar de la brisa marina.

Unos blancos veleros se alejaban de la costa para adentrarse en aguas profundas.

"Tengo ganas de navegar, hace mucho que no lo hago."

Reflexionó Edward.

Consideró si sería una buena opción llevar un capitán o tal vez Él mismo navegaría solo con Emily.

Se acomodó la laptop en las piernas para trabajar mejor, sacudió las cenizas de su cigarro del teclado para  mandar un mail importante.

No tardó ni 5 segundos cuando su celular sonó.

Él contestó de inmediato, pues ya sabía quién lo llamaba.

"Señor Situ, buenos días."

La directora de rentas de veleros de lujo habló de forma elegante.

"Claro que tenemos el mejor velero a su disposición inmediato."

"Así como un capitán muy capaz para llevarlo a dónde usted guste."

Le informó solicita la directora.

"Le recomiendo que visite una isla cercana."

"Las aguas son más cristalinas, los peces y los corales se pueden apreciar a simple vista."

"Un pequeño y lujoso restaurante está a su exclusiva disposición por el día de hoy o el tiempo que usted guste."

Edward lo pensó un momento decidiendo que sería mejor.

"Solo será por hoy directora."

"Llevaré al capitán."

"Quiero vino y frutas en mi velero."

"Hay algún platillo especial que puedan prepararnos?"

Ordenó Edward.

"Irá acompañado señor Situ?"

Cuestionó la directora.

"Así es."

Respondió Edward.

"Por supuesto que los esperamos."

"Prepararemos el especial para atenderlos a usted y su acompañante de la mejor manera."

"Su velero llegará al embarcadero de su hotel a las 11am."

"Y regresará a su hotel a las 6pm, está de acuerdo?"

Cuestionó amablemente la directora.

"Muy bien."

Edward colgó.

Dejó la laptop en la mesita de cristal del balcón y se estiró.

En momentos como esos, Edward agradecía ser millonario.

Aunque tuviera que trabajar de sol a sol para ello y tuviera que  resolver demasiados problemas de vez en cuando.

"Despierta Emily, debemos apurarnos."

"Tu y yo iremos a un lugar."

Moviéndole el hombro con suavidad, Edward trató de despertar a Emily.

Varias marcas moradas y algunas rojas se podían ver en su cuello, clavícula y arriba de sus senos.

Le gustaba ver esas marcas en la hermosa piel nivea de ella.

Pero disfrutaba aún más hacerlas.

"A donde iremos?"

Preguntó Emily bostezando.

Se frotó los ojos con sus manos para ponerse los lentes.

La sábana resbaló por su cuerpo y sus senos desnudos se asomaron.

Edward se quedó mirándolos.

Se acercó a ella y le puso la bata encima.

"Báñate primero y arréglate, regresaré en unos minutos."

"Está bien."

Emily lo observó irse de la habitación.

Ella se levantó de la cama estirandose.

Se observó en el espejo y pudo ver un ligero bronceado en sus mejillas.

Además de que pudo ver una hilera de pequeños chupetones que también debería de cubrir con más maquillaje.

"Edward va a agotar mis reservas de maquillaje de un año."

"Tal vez deba pedirle que me preste dinero para comprar más."

"Él es el responsable de gaste más..."

Mientras se lavaba el cabello se dió cuenta de algo.

Había comenzado a tratarlo como si fuera su novio o algo por el estilo.

Ella se baño rápidamente.

Eligió un vestido rosa pálido casi al tobillo, sandalias blancas y comenzó el proceso de maquillarse y arreglarse.

Terminaba de cepillarse el cabello cuando recordó que no había mandado mensaje en dos días a su hermana o a Maggie.

Tomó su celular para mandar dos mensajes iguales.

Su tono de llamada la sorprendió y algo temerosa contestó.

"Porque no me dijiste que te irías de vacaciones sola?"

"Yo quería ir contigo mala amiga!"

La voz de Maggie sonaba decepcionada.

"Maggie, perdóname!"

"Es un viaje de la empresa."

"Solo me dieron un boleto y una reservación."

Se disculpó Emily con ella.

Maggie estaba algo molesta con Emily.

Pero también sentía un poco de envidia de ella.

"Y bien?"

"Cuantos chicos guapos ya conociste?"

"Oh Emily, prométeme que iremos juntas después de vacaciones eh?"

Sonriendo, Emily se sentó en el pequeño taburete frente al tocador.

"Por supuesto!"

Respondió Emily feliz.

"Vendremos muy pronto juntas a esta playa."

"Y no, no quiero ligar con ningún chico."

"Maggie puedes guardar un secreto?"

Preguntó Emily pegando más el celular a su boca pues había bajado el tono de su voz.

"Alguien quiso propasarse contigo?"

Preguntó Maggie.

"Si..."

Contestó Emily tristemente

"Emily lo siento mucho!"

"Si hubiera estado ahí..."

"Le habría dado una fuerte patada en su entrepierna al bastardo para que nunca pudiera tener familia!"

Respondió Maggie algo enojada.

"Lo sé Maggie!"

"Debo irme, quiero desayunar ya, tengo mucha hambre!"

"Tráeme un recuerdo y no te asolees demasiado Emily!"

Ambas colgaron riendo.

Edward llegó cuando ella estaba acomodando un poco la habitación.

Colgaba la toalla mojada en una silla del balcón.

Emily tomó con su mano el cenicero para sacudirlo en el bote de basura.

"Fumar es demasiado malo para tu salud, porque no intentas dejarlo Edward?"

Edward abrió la puerta completamente sin hacerle caso a las palabras de la niña.

Varios carritos blancos empujados por personas entraron en la habitación.

Edward se acercó a Emily, le quitó el cenicero de la mesa para dejarlo en la mesita de centro.

"Te ves bien, deja que el personal haga su trabajo."

Le dijo mientras la abrazaba por la cintura para llevarla al balcón.

Un enorme yate se veía en el horizonte.

Emily, apoyada en la barandilla del balcón, suspiró.

Animada por lo bien que se habían llevado Edward y ella en esos días, Emily le confesó algo.

"Sabes?"

"Te agradezco mucho este viaje."

"También por haberme salvado antes."

Sin ser capaz de seguir mirando a los ojos a Edward, Emily bajó la cabeza apenada.

Ella se acercó para abrazarlo tiernamente recargando su cabeza en el duro pecho de Edward.

Quería estar de esa forma, porque lo que a continuación le diría podría hacer que Él le tuviera lástima.

O tal vez no...

"Yo jamás había salido de vacaciones a ningún lugar."

"Gracias por darme tan fabulosas primeras vacaciones."

Edward se quedó atónito ante lo que escuchó.

Nunca había tenido vacaciones en su vida?

Pero no era hija de la familia Mu, que  fue rica en algún momento?

Edward reflexionaba mucho lo que le había dicho Emily.

Emily notó que Él se había quedado algo confundido.

"Soy adoptada...."

"Debido a eso yo jamás iba a las vacaciones familiares."

Declaró Emily con gran tristeza.

"No lo sabía."

Comentó Edward.

"Vamos a desayunar Emily."

El personal ya había terminado de armar una mesa especial para ellos dos.

Edward la llevó de la mano para  sentarla en la silla.

Siguiendo los consejos nutricionales de Emily, había frutas picadas, yogurth, jugos naturales de frutas, pan tostado, hot cakes, varias clases de huevo, té y leche.

"Se ve delicioso!"

"Pero creo que deberíamos de comer un poco de mariscos."

Exclamó Emily.

Edward solo le pasó un plato de fruta que Él le había servido.

"Gracias".

Agradeció Emily.

Ambos disfrutaron de un desayuno delicioso y tranquilo con el fondo del murmullo de las olas rompiendo en la arena.

Cuando terminaron, Edward y Emily caminaron descalzos por la playa.

Llegaron hasta el embarcadero dónde un enorme y blanco velero estaba atado.

Emily lo contempló.

Era enorme y lujoso!

"Wow!"

"Nunca había visto un velero de cerca."

Emocionada, Emily corrió a verlo más de cerca.

Edward caminó sin prisas.

Subió al embarcadero extendiéndole la mano para ayudarla a subir.

"Podemos subir a Él?"

Preguntó inocentemente Emily.

"Navegaremos este día en este velero."

"Después podremos ver qué otra actividad hacer."

Edward comentó.

Se alejó para saludar al capitán del velero.

El capitán Mark saludó amablemente a Emily tambien.

Todos subieron y el velero zarpó del muelle.

Emily se acomodó en uno de los sillones a los costados del velero y estiro una mano para sentir el agua del mar pasar entre sus dedos.

Edward descendió la pequeña escalera del velero para revisar si todo lo que había pedido estaba en orden.

Subió a la cubierta del velero con una caja para Emily.

Antes de acercarse la observó.

Nunca había conocido a alguien como ella.

Podía estar feliz con poco.

Parecía que todo era nuevo para ella.

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