El Prohibido Amor de un CEO romance Capítulo 49

La sala de espera del hospital, estaba en silencio absoluto cuando unos pasos apresurados hicieron que las tres personas voltearan a ver quién llegaba.

Dániel estiró una mano para recargarse en la pared y dobló las rodillas para poder recuperar el aliento.

El chico había corrido lo más rápido que pudo desde su departamento hasta el hospital.

Y lo había hecho en tiempo récord!

Las tres personas estaban sumidos en sus pensamientos, pues no hacía mucho tiempo la abuela Situ se había ido.

"Dániel?"

Cuestionó tímidamente Emily levantándose de su silla.

"Emily..aaahh..."

"Cómo estás?"

Dániel aún resoplaba por aire.

Emily caminó el chico.

Flora y Ryan vieron con extrañeza al recién llegado.

"Emily...pasaba por aquí y te ví..."

La excusa más estúpida del mundo fue lo primero que se le ocurrió decir a Dániel.

Sin responder, Emily lo tomó de la mano y lo condujo a otro pasillo lejano.

"Que haces aquí?"

Lo interrogó Emily con ojos rojos.

Daniel vió en sus ojos una gran preocupación.

La niña no traía maquillaje, se veía cansada y tenía marcadas ojeras.

"Quiero disculparme si te ofendí de alguna manera el otro día."

"Perdóname Emily por favor."

Pidió Dániel calmando su corazón que no sabía si latía fuerte por la carrera o por estar frente a ella.

"No te conozco Dániel..."

"Pareces lindo pero y si eres como Dorian?"

Se repetía Emily en la mente.

"Dániel, este no es un buen momento para mí, por favor vete."

Pidió la niña con determinación.

Su cabeza tenía mil cosas que pensar y Dániel no era una de ellas.

Se dió la vuelta para regresar, pero Dániel sostuvo su brazo para que no se fuera.

La atrajo hacia él para abrazarla delicadamente.

Emily se asombró, pero pronto envolvió sus manos en su cintura.

Necesitaba ese cálido abrazo.

En verdad se parecían un poco físicamente Dániel y Edward.

Solo que Daniel es más cálido.

Necesitaba ese abrazo aunque ella lo negara, ya que ella no podía abrazarlo a Edward en ese momento tan difícil.

Que la abuela Situ apareciera y hablara con ella solo había hecho más difícil ese día.

Dániel encontró una habitación vacía y sosteniendo la puerta, cargó a Emily un poco y entró con ella.

Ella no se negó, cerró los ojos y lo abrazó más fuerte sin hablar.

Daniel se sentó y sentó en sus piernas a Emily sin dejar de abrazarla.

En ese momento parecía solo una niña asustada y triste, con un montón de dudas y temores de lo que le deparaba el futuro.

Dániel no sabía que decir, por lo que se limitó a abrazarla fuerte a su pecho y escucharla sollozar.

Emily se hizo ovillo en sus piernas.

La niña quería fundirse con Él y en su calor que la reconfortaba.

Odiaba admitir que extrañaba a Edward, ese abrazo negado de la mañana se lo daba ahora a Dániel.

Edward no entendía porque la llamada no conectaba.

Simplemente cuando marcaba el nuevo número de Emily, no se escuchaba nada.

Estaba a punto de irse a buscarla cuando su abuela entró a la oficina.

James se quedó afuera entreteniendo a Shirley por órdenes de la abuela.

"Abuela, que haces aquí?"

Preguntó Edward.

"Buenos días para ti también mocoso."

"Siéntate, debemos hablar."

Ordenó cerrando la puerta con seguro y señalándole el sillón con su bastón.

"Hoy conocí y hablé con Emily Mu."

Sin rodeos la abuela habló.

Edward sintió una corriente fría recorrerle el cuerpo, pero en su rostro no hubo cambios.

"Es muy bella, dulce y educada..."

"Hablé con ella unos minutos para pedirle perdón en nombre de la familia."

"También me disculpé con su hermana Flora por el embrollo que hizo el tonto de tu padre."

"Sorprendentemente, Emily no te maldijo por lo que le hiciste...."

Prosiguió la abuela observando a su nieto con ojo crítico.

Ninguna reacción de su parte se le escapaba.

"Su padre está siendo operado en este momento, pero eso ya lo sabes."

"Pagaste por la operación no es así?"

Cuestionó la abuela, pero más bien  ella quiere la confirmación de las acciones de su nieto.

"Cómo lo sabes abuela?"

Sorprendido, Edward respiró hondo para calmarse.

"Mocoso, podías engañarme antes, pero no ahora."

"Es tu forma de disculparte con ellas o solo con Emily?"

Preguntó seria la abuela.

Edward pensó que había sido muy cuidadoso con ese pago.

Incluso había usado una cuenta de terceros para no levantar sospechas.

"La niña me ha encantado y pienso verla a menudo."

"Te aviso para que no te tomé por sorpresa verla alguna vez en mi casa."

"No le causes más problemas, oíste?"

"Es una advertencia."

Ordenó severamente su abuela.

"Shirley sigue contigo, como van las cosas con ella?"

La abuela vió como la cara de Edward cambió a una expresión de fastidio total.

"Hum...interesante."

Pensó ella.

Unos toquidos interrumpieron sus pensamientos.

Desde afuera de escuchó.

"Abuela soy Carl!"

Edward se levantó y abrió la puerta.

"Mi niño!"

Lo recibió su abuela con un abrazo y un beso.

Carl es más efusivo que Edward.

"Abuela, hace tiempo que no te veía por aquí!"

"Ya almorzaste?"

"Quieres un café o té?"

"La señorita Emily hace un té increíble, si quieres puedo.."

Comentó Carl con una sonrisa, pero su abuela lo interrumpió.

"No gracias Carl."

"James me espera pues tenemos otro lugar que visitar ahora.

"En otra ocasión será."

Se despidió de su nieto la abuela con un beso.

"Abuela, hoy iré a verte por la noche!"

Se despidió Carl para salir de la oficina de Edward.

La abuela volvió a cerrar con seguro y caminó hasta donde Edward estaba sentado poniéndose frente a Él.

La matriarca Situ no es muy alta, pero su presencia es demasiado  imponente.

"Ella me gusta y tú la quieres."

Aseguró la abuela.

Edward alzó la vista y sus ojos sorprendidos se encontraron con los de su abuela.

Parecía poder ver sus pensamientos en ese momento.

"Me voy, tengo que hacer otra cosa."

Dándole un fugaz beso en la mejilla y caminó con gracia a la puerta para abrirla.

Cuando iba a salir, la abuela comwnto.

"Emily te ama."

Salió cerrando la puerta dejando sin habla a Edward y sumido en sus pensamientos.

Le había lanzado una bomba y había funcionado.

Edwardo está asombrado por  completo.

"Cómo es posible que supiera eso?"

"Emily le dijo que me quiere?"

Se preguntaba Edward muchas veces en la mente.

"Emily..."

Susurró Edward antes de cubrir su hermoso rostro con sus dos manos.

Quería correr a dónde ella estaba en el hospital.

Primero abrazarla y besarla.

Despues regañarla por devolverle el celular y haber cambiado su número.

Después ,encerrarla junto con él en Golden Osmanthus una semana y no salir de ahí para nada...

Las piernas de Edward no reaccionaban.

También deberían estar ahí Flora y Ryan.

Que debería hacer?

Estaba volviéndose lento para pensar!

Shirley entró en su oficina y encontró al guapo hombre con una expresión de duda.

La cual cambió a serio.

"James es encantador y tú abuela es muy linda."

Comentó ella.

Edward sin hablar salió de la oficina para ir a fumar.

Shirley se quedó enojada dentro.

La enfadada chica llamó a su padre.

"Papá, adelanta la boda, quiero que sea ya."

Ordenó molesta por la actitud de Edward.

Cuando Edward regresó de esos días, él no le dirigía la palabra.

Incluso se atrevió a ignorarla y eso ella no lo toleraba.

"No ha nacido ningún hombre que se me resista o me rechace..."

"Y tú lo haces bastardo de segunda, pero no importa."

"Seré la señora Situ y te doblegáras a mí."

"Controlaré tu empresa y la mía."

Pensó Shirley muy enojada, planeado como vengarse de Edward por ignorarla.

En el auto, de vuelta a su casa, la abuela meditaba y repasaba todo en su mente.

Su suposición es cierta.

Los dos habían tenido un inicio fatal, pero habían acabado enamorándose.

La edad hace más sabias a las personas y su abuela había visto y había experimentado tantas cosas, que nada se le escapaba a su edad.

Emily pudo haberle dicho que era un bastardo, idiota, que le había arruinado la vida y a su familia, a su hermana...

Decir mil groserías.

Pedir compensación económica demandarlos por daños y perjuicios, decirle que se largará.

Pero solo había dicho que su nieto no se habría fijado nunca en ella de otro modo.

Y que no sabía si Él estaría de acuerdo en que ella fuera a su casa a cenar.

"Se preocupa por él."

James observa detenidamente a la abuela.

"James, tu padre como está?"

Preguntó de repente la abuela.

"Está bien, pero me preocupa ya sabe quién."

Comentó James señalando un auto que los seguía.

"Se ha vuelto más atrevido."

La abuela marcó un número en su celular.

"Auto gris, estándar, los quiero vivos, quiero preguntarles algo yo misma."

Cuando llegaron a la casa, Elizabeth los recibió con un montón de cosas de su empresa.

"Abuela, James!"

Gritó feliz la niña antes de lanzarse a los brazos de James quien la sostuvo justo a tiempo.

Le dió un beso sonoro y dijo a ambos.

"Miren!"

"Quiero su opinión!"

Arrastró a ambos a los sillones para mostrarles su nueva línea de Cosmética.

James suspiró decepcionado.

Ese gesto tampoco pasó por alto la abuela.

Emily se había quedado dormida, por lo que Dániel la recostó en la cama de la habitación.

Se veía aún más linda dormida pacíficamente.

Le sostenía una mano entre las suyas.

Con otra mano, sacó su celular y le tomó una foto.

El mensaje de Tommy hizo que se alejara de Emily para llamarlo.

"Lo encontraste?"

Preguntó con tono bajo Dániel.

"Si, estoy seguro.

"Todo por medio de Emily."

Aseveró  Tommy.

"Emily?"

"Cómo es posible?"

Cuestionó Dániel.

"Cuando termines de consolarla, regresa."

"Debemos de trazar la estrategia contra Él."

"Esta vez hay un mujer ayudándolo."

Agregó Tommy antes de colgar.

Dániel iba a darle un beso de despedida e Emily para irse, pero en ese momento entró Flora, quien preocupada de no ver a Emily la buscó.

"Y Emily?"

Preguntó la chica.

"Esta dormida."

Señaló a la cama Dániel.

Pidiéndole que salieran, Flora y Dániel cerraron la puerta,  dejando dormir a Emily.

"Quién eres tú?"

Preguntó Flora.

Dániel ya sabía que ella es hermana adoptiva de Emily.

Y que el chico que estaba con ella era Ryan su prometido.

"Soy Dániel."

"Conocí a Emily un día en una competencia en el supermercado y ganamos."

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