El Prohibido Amor de un CEO romance Capítulo 50

Observaba en sus ojos atentamente sus emociones.

La belleza natural de Emily cautiva a Dániel.

El chico esta rendido ante ella, por lo que despacio besa una de sus mejillas a la vez que dice.

"No"---beso delicado.

"Voy"---beso en la otra mejilla.

"A"---beso en el delicado puente de la pequeña nariz de Emily.

"Lastimarte"---beso en la frente.

Con sus manos Dániel acaricia con suavidad las mejillas de la niña sin dejar de mirarla a los ojos.

"No quiero lastimarte Emily."

"De verdad..."

"Si quieres un amigo seré un amigo incondicional."

"Aunque me gustaría más ser tu  novio y protegerte incluso del clima."

Las palabras de Dániel hacen latir alegremente el corazón de la niña quien lo observa.

"Emily, see que esto puede ser  muy rápido..."

Dániel baja la mirada hacía el suelo un segundo, sintiendose nervioso por lo que va a decir.

"Pero me enamoré de ti a primera vista."

La niña no puede creer lo que escucha!

"Respetaré si no quieres una relación en este momento."

"Pero por favor déjame ser tu amigo y poder estar contigo de ese modo."

"te lo suplico."

Emily de siente emocionada y nerviosa debido a las palabras del guapísimo joven frente a ella.

La niña afirma sin palabras, indicando que quiere estar con Dániel.

Una cosa es segura para ella, adora abrazarlo.

Ese abrazo protector que le ofrece  paz, calma, amor y cariño que tanto anhela sentir Emily en su vida.

Las pequeñas manos de ella buscaron las de Dániel antes de hablar...

"Dániel..."

"Tengo miedo en este momento de mi vida."

"Me lastimaron mucho antes, demasiado diría yo."

"Por favor, solo abrázame."

Cuando Maggie llegó al departamento, abrió en silencio la puerta y la escena que vió frente a ella, le derritió el corazón.

A través de la ventana, un débil rayo de sol iluminaba a Dániel abrazando a  Emily quienes se veían a los ojos con  infinito amor.

Como si fuera una película de amor en cámara lenta, ambos envolvían sus brazos en el otro para buscar refugio y paz.

Se tapó la boca para no hacer ruido y guardó la imagen en su memoria para poder escribir toda una historia de amor basada en ellos.

Cambiandoles nombre claro está.

"Todo el tiempo que necesites estaré a tu lado."

"Te esperaré."

Prometió Daniel apartandose un poco de ella.

Emily asintió, Daniel sonrió antes de que su celular sonara.

"Emily, discúlpame, debo irme ya."

"puedo venir de nuevo más tarde?"

Cuestionó con voz hermosa el chico.

"Solo si puedes."

"No quiero interferir con tus asuntos Dániel."

Emily habla al tiempo que lo acompaña a la puerta.

"Vendré."

Declaró Daniel.

Se despidió el chico de ella con un beso casi inexistente en los labios.

Cerró la puerta y lo primero que Emily sintió fue a Maggie abrazandola emocionadísima.

"Emily!"

"Que suerte tienes!"

"Tienes que contarme todo o me enojaré contigo!"

Maggie casi brinca por la romántica y melosa escena que había visto.

Se había escondido detrás de la puerta de una habitación después de cerrar la puerta para espiarlos.

Lo que escuchó la hizo suspirar.

"Dónde lo conociste?"

"Cómo se llama?"

"Dónde trabaja?"

"Tiene un hermano que me presenté?"

Maggie, alegre y más emocionada que Emily bombardeaba preguntas y ansiaba las respuestas.

Emily la veía saltar como niña y suspirar...

Suerte?

Maggie había dicho que ella tenía mucha suerte.

"Cuando llegaste?"

Preguntó Emily.

"Eso no importa!"

"Emily, dios mío!"

"Está guapísimo ese chico"

"Y que cuerpo!"

"Debes de darme una primicia o me moriré de suspenso!"

Arrastrando a su amiga, Maggie estaba dispuesta a usar cualquier método de tortura para sacarle la verdad a Emily.

Usualmente hacerle cosquillas era el método más efectivo para que Emily confesara.

Dániel quien salía feliz del edificio de Emily respondió la llamada de Tommy.

"Por fin."

Bufó Tommy exasperado.

"Llego en diez minutos."

Contestó muy serio Dániel.

"No te molestes, va a unas oficinas."

"Podrás interceptarlo a unas calles  de ese lugar."

"Revisa la app y espera unos metros antes de que llegue."

Indicó marcialmente Tommy.

"Está bien, seguro que es Él?"

Preguntó Daniel poniéndose el manos libres antes de desbloquear el rastreador.

"200% seguro."

"Te llamaré."

Dániel corrió a la ubicación designada y esperó con la capucha puesta sobre su cabeza.

Había comenzado a llover ligeramente por lo que Dániel  permanecía de pie debajo de toldo para no mojarse.

Dos Aston Martín de lujo pasaron frente a Él.

Uno de ellos se detuvo.

Dániel vió su oportunidad y abrió la puerta del pasajero rápidamente para  entrar en el auto.

Antes de que el hombre  que viajaba en el auto supiera que pasaba, Dániel lo amagó con una daga.

"Conduce."

Ordenó al conductor.

"Nos volvemos a ver Situ."

Daniel susurró sus palabras cargadas de odio hacía el hombre quien no pudo hablar debido a que sentía el filo de la daga en su cuello.

Un líquido caliente resbaló por su cuello...

Sarah grita enloquecida en la acera frente al edificio de Ryan.

No entiende porque carajos le niegan entrar al edificio.

Flora y Ryan tomados de la mano suspiraron cuando encontraron esa escena.

A pesar de que ellos podrían haber entrado por otro lado y evitarla, querían juntos terminar con su farsa.

"Cálmate Sarah, no hagas escándalos."

Pidió Flora frente a ella.

"Tu no me hables zorra venida a menos!"

"Y tú, explícame porque ahora no puedo ni siquiera entrar a trabajar!"

Gritó  furiosa Sarah.

"Déjame ser claro contigo por una vez."

"Y te agradecemos que hayas hecho tanto escándalo pues de ese modo  que tenemos testigos de tu conducta maniática."

Comentó Ryan muy serio.

"Se que estuviste filtrando información de mi compañía para un tercero acerca de la licitación que se presenta mañana."

"Tu y tu cómplice enfrentarán cargos penales y demandas."

"Irás a parar a la cárcel, de eso me encargo yo."

El semblante seguro de Dániel molesto a Sarah.

"Pero no te preocupes, tu madre y abuela estarán protegidas."

"Ellas son inocentes y no pagarán por tu codicia y avaricia."

Las palabras de Ryan dejaron fría a Sarah.

La chica se desconectó totalmente del mundo cuando escuchó "cárcel."

Ryan había buscado la pena máxima para ella mediante videos, pruebas y la declaración del chico implicado en el espionaje de Sarah.

Y lo había hecho solo por un trato solo para ser vetado de las empresas corporativas y no pisar carcel.

Sarah no correría tanta suerte.

Ella podría pasar hasta veinte años en la cárcel.

Ryan extendió un papel a su equipo y la policía que había llegado a la escena se hizo cargo de Sarah.

A quien se le adicionó el cargo de alteraramiento de la paz.

"Te arrepentirás, ambos se arrepentirán!"

Fue lo que gritó a todo pulmón Sarah antes de entrar al auto de la policía.

Ryan y Flora entraron al edificio para   reunirse con sus empleados en una sala de juntas.

"La situación de la señorita Sarah fue muy desafortunada..."

"Esta empresa y yo personalmente trati de ofrecerles un buen trato a mi equipo para que no haya estás discrepancias e intrigas."

El personal escuchas las calmadas palabras de CEO.

"Sin embargo, como ustedes pudieron ver, se presentan personas insescrupulosas que buscan  aprovecharse de la necesidad de algunas personas."

"Desde este día, la empresa se regirá por un estricto sentido de confidencialidad que ustedes pueden firmar o no."

"Pero quienes no firmen, presenten su renuncia."

"Solo quiero personas leales y listas para desarrollarse en esta y en las demás empresas que estoy próximo a abrir."

Flora mira con incredulidad a Ryan.

Nunca lo había visto  actuar tan firme y enérgico antes.

Algunos empleados firmaron su renuncia.

La gran mayoría se quedó con Ryan, pues lo apreciaban por ser un jefe bueno, atento y capaz.

Ryan se dejó caer pesadamente en su silla antes de soltar una profunda exhalación.

Aún le dolía el estómago por la desagradable escena de Sarah.

Había sentido algo de pesar por ella pues Él mismo había llevado a Sarah a la empresa.

Le había dado libertad dentro de su empresa.

Había dormido con ella a base de engaños, claro está.

Y ella lo había traicionado.

Todo por su fallido anhelo pasado por Emily.

Ahora veía la verdadera personalidad de Sarah.

Ella no era para nada como Emily.

Flora se acercó a consolarlo.

Aunque no eran hermanas de sangre, Flora se había convertido en una persona diferente a la altanera, egoísta ególatra y grosera que era antes.

Ryan la había rescatado del infierno y le agradecía eso.

Lo había hecho gracias a su amor y cuidados.

Casarse con él era su meta más deseada.

Flora está dispuesta a cuidar de ese buen hombre por el resto de su vida.

"Ryan fue lo mejor no te sientas mal."

Flora habla mientras se pone de rodillas frente a Él.

"Sin ti me hubiera desmoronado..."

"Tal vez me hubiera emborrachado como aquella vez."

Admitió Ryan sonriendo tristemente.

"Pero no lo harás."

"No te dejaré."

"Tal vez yo no pueda serte de ayuda para hacer crecer tu empresa pero..."

Ryan tomó los brazos de la joven para  sentarla en su regazo.

Los grandes y blancos dientes de Ryan mordieron juguetonamente los labios de la linda joven.

"Ay..."

Se quejó débilmente Flora.

Ryan sonrió antes de besar con pasión   los dulces labios de la joven.

"Si tú estás a mi lado apoyandome, con eso me basta Flora."

"No necesito nadamás."

Exclamó Ryan recargando la cabeza de Flora en su pecho.

"Cómo va la licitación?"

Preguntó ella.

"Mejor de lo que esperaba."

"Parece que ganaremos y será nuestro siguiente gran proyecto."

Confesó Ryan.

Flora dudo un momento, pero después dijo algo que había rondado su mente por largo tiempo.

"Ryan, quiero estudiar un curso de administración para ayudarte."

"Tómalo como una inversión a largo plazo."

"Quiero ser tu mano derecha."

Los oídos de Ryan no daban crédito a las palabras de la joven!

"Escuché bien?"

Preguntó Ryan incrédulo.

"Si."

"No quiero ser una esposa adorno."

"Quiero ayudarte a luchar tus batallas, pero necesito armas..."

"mmmhhh..."

"Ryan...mmhh...."

"Esto es serio!"

"hhumm..."

"Ryan..."

Flora trataba inútilmente de resistir que Ryan la besara.

Cargándola como si no pesará nada, Ryan cerró la puerta de su despacho antes de dirigirse a su habitación privada.

Flora es una mujer totalmente diferente.

Ryan es más feliz que lo que nunca fue con Emily!

Los trazos de Emily en el papel, delicados a veces duros, reflejaban sus pensamientos.

Seguía haciendo bocetos para el logo de la compañía pero su mente viajaba entre Edward y Dániel.

Harta se retiró de la mesa antes de arrugar con sus manos los papeles y tirarlos al suelo.

Aunque no había querido ir a trabajar en un principio, no pudo resisitir el interrogatorio de Maggie por más tiempo.

La niña se vistió apresuradamente antes de dirigirse a su cubículo en la empresa.

Todos la vieron con extrañeza pero ella no se dirigió al segundo piso para nada.

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