El Prohibido Amor de un CEO romance Capítulo 63

Una sonrisa inmensa se dibujó en la cara de la abuela Situ, quien con elegancia dejó su taza en la mesa de cristal.

Emily salió del auto ayudada por Tim, el ayudante y chófer  de la abuela, quien le hizo una reverencia para que la niña entrara a la casa.

"Niña!"

"Es bueno verte otra vez!"

"Como haz estado?"

"Gustas un té o algo más para tomar?"

Cuestionó la abuela tomándola de la mano a Emily

La abuela se dió cuenta de que las manos de la niña estaban sumamente frías y su semblante estaba algo desencajado.

"Niña, te sientes mal?"

Cuestionó abuela con sincera preocupación.

Emily tenía sensaciones mezcladas cuando descendió del auto.

Temor, nerviosismo, tristeza, desencanto aunado Al mareo por el viaje.

Los ojos algo hinchados de la niña  por algunas lágrimas derramadas debido a la partida de Maggie le daban un toque más enfermo a su rostro.

"Abuela, perdóname por favor."

"Me da gusto verte solo que hoy."

"No ha sido un buen día y..."

Un dolor en el estómago no la dejó terminar.

Con la mano en la boca, Emily preguntó al ayudante al lado de ella.

"Dónde está el baño?"

El chico la observó y señaló con el dedo una puerta.

Emily corrió hacia la puerta del baño porque sentía que no podía controlarse más.

Cerró la puerta a toda prisa y respiró para controlarse.

Con manos temblorosas levantó la tapa del excusado y vomitó.

Afuera la abuela daba instrucciones a su ayudante.

El chico salió a realizar la diligencia de la abuela Situ.

Emily después de vomitar se sintió mejor.

Se tranquilizó, enjuagó su boca, se recompuso el máquillaje y tranquilizó su loco corazón que latía rápido.

Salió repuesta y lista para disculparse con la abuela por su grosero comportamiento.

"Abuela, perdóname."

"Creo que me hizo daño algo."

"No debí, perdóname."

"de verdad lo lamento demasiado."

Emily se sentía realmente apenada, nunca antes había tenido una experiencia como está.

"Niña, no te disculpes."

"Ven, siéntate a mi lado."

"Deja tus cosas a tu lado, relájate."

"Respira, inhala y exhala."

"Las náuseas pasaran."

Comentó la abuela Situ tomandola de la mano.

La matriarca Situ notó  cierto parecido a una chica joven y hermosa como ella a su edad.

"Ojalá estuvieras aún entre nosotros."

Ese pensamiento entristeció a la abuela de repente.

"Abuela, ya estoy mejor, gracias por la comprensión y amabilidad."

"Quieres que te enseñe el diseño para cuarto del futuro bebé?"

Emily dijo estás palabras mientras tomaba su bolsa grande con sus diseños y bocetos.

Ella agradeció que Shirley no estaba con ellas, por lo que Emily pudo relajarse.

Le mostró a la abuela los dibujos y ella comenzó a verlos.

"Niñas dibujas muy bien!"

"Eres una artista innata!"

La alabó la abuela.

Emily sonrió complacida por sus palabras.

"Aún estoy aprendiendo abuela, pero muchas gracias."

"Esta es la cuna del bebé que cuando sea más grande podra ser su cama de este modo..."

La abuela la observaba en silencio detenidamente.

En eso, Edward y su abuela son idénticos.

Observan a la persona de su interés con atención.

La abuela se sintío comoda con Emily.

Desde que la conoció en el hospital, tuvo una sensación de familiaridad con ella.

En ese primer encuentro, pudo ver el dolor de Emily, no solo por el sufrimiento y operación riesgosa de su padre.

Sino también el dolor por el amor incierto de Edward hacia ella, lo que ocasionó que la abuela quisiera  proteger a esta niña con más intensidad.

"Que te parece abuela Situ?"

Preguntó Emily quien había acabado de darle la explicación muy simple de como sería el espacio y distribución de todo ese departamento para los recién casados y su futuro hijo.

"Tienes hambre?"

Fue lo que la abuela respondió a modo de pregunta.

Emily borró lentamente su sonrisa del rostro y comenzó a recoger sus dibujos para guardarlos.

"Ni siquiera escuchó lo que dije."

Pensó ella quien en ese momento estaba más sensible que nunca.

Flora su hermana embarazada de Ryan quien pronto sería su cuñado.

La niña no había tenido tiempo para visitar a su padre quien ahora vivía en otro lado.

Maggie se iba quien sabe a dónde y ella había imaginado que Shirley, la prometida de Edward estaría ahí

Además, Emily se sentía débil todavía por haber vomitado cuando arribo a la casa Situ.

"Me concentre en mi solamente."

Pensó con tristeza Emily.

"No pienses demasiado niña, soy vieja y a veces me distraigo demasiado cuando los jóvenes con su ímpetu me hablan tan elocuentemente."

Comentó  la abuela dándole palmaditas en la mano.

"Creo que eres encantadora, muy profesional y muy educada."

"Desde la primera vez que te conocí en el hospital, pude ver qué tienes un temperamento diferente.."

"Eres simplemente única."

Los ojos de la abuela brillaron de modo especial.

"Dios mío!"

"Es como si Edward me mirara!"

Pensó Emily asustada pues vió en la abuela un dejo de la misma fiera mirada de Edward.

Solo que la abuela la observaba con menos maldad.

"Vamos al jardín a disfrutar un poco del buen tiempo, ahí podremos hablar un buen rato a solas."

Pidió la abuela antes de dirigirse a su asistente.

"Tim, lleva a la señorita Emily al jardín."

"Niña iré en un momento, tengo que tomar mis medicamentos y soy algo quisquillosa en ese asunto."

Explicó la abuela.

"Si abuela, te esperaré afuera."

Respondió Emily.

"Por aquí señorita Emily."

Tim, el asistente condujo a Emily quien se maravilló con la casa y su decoración mientras caminaba a través de ella.

Tim la veía con una clara sonrisa, pues tenía la misma expresión que él cuando llegó por primera vez a trabajar a esa casa.

"Es magnífica no lo cree señorita Emily?"

Cuestionó en voz baja Tim.

"Si, es simplemente arrebatadora."

"Te quita el aliento, es tan hermosa y enorme!"

"Dios mío!"

"Es tan bella, pero parece algo fría."

"Debe ser una pesadilla mantenerla limpia."

Pensó en voz alta Emily antes de taparse la boca cuando se dió cuenta de lo que había dicho.

"Es usted muy divertida señorita Emily!"

"Y única como dice la abuela."

Comentó Tim quien pudo ver a lo que se refería la abuela y porque razón había invitado a Emily a la villa.

La abuela era sumamente especial con las visitas en su casa.

Toleró a Shirley pues no la conocía bien en ese momento.

Pero después pudo ver la falsedad de sus acciones y desde entonces jamás la señorita Leng jamás volvió a pisar esa casa.

Solo Lucy había estado ahí cuando la abuela residía en Dinamarca, pero cuando regresó ninguna otra mujer había pisado esa casa.

Pero Emily no sabía este dato, pero ella pensaba que no era la primera en esa casa pues después de todo, tenía muy poco de tratar a su nieto.

"Espléndido!"

"Maravilloso!"

Exclamó Emily al ver el hermoso jardín frente a ella.

Hileras de árboles frutales, flores exóticas y de muchas variedades.

Arbustos bellamente cortados en forma de figuras, algunas intrincadas, otras simples, pero todas perfectas.

Había un pequeño estanque con peces japoneses Koi, con grandes piedras de río que decoraban bellamente un rincón del inmenso jardín con césped muy suave y perfectamente recortado.

Después de pasear por ese hermoso jardín, la atención de Emily se dirigió hacia un huerto y se hincó para poder observar las plantas en el.

Muchas eras plantas medicinales, algunas de uso en la cocina y otras eran algo peligrosas si no se usaban bien podrían ser dañinas.

Algunas otras eran difíciles de encontrar y extremadamente caras.

Emily en su niñez había leído mucho acerca de plantas medicinales y otras plantas en diferentes libros de su escuela y bibliotecas.

La herbolaria simplemente le llamaba mucho la atención, por lo que la niña  leía rigurosa y ávidamente.

Por esa razón ella podía diferenciar entre plantas tóxicas y plantas benéficas, sus usos y contraindicaciones.

La abuela tomó de manos de Tim su pedido y salió al patio para encontrarse con Emily.

Después de buscarla un momento, la encontró muy interesada en su huerto.

Con el sobre en al mano, la abuela habló.

"Este es mi huerto personal, algunas plantas las he traído con sumo cuidado de otros países y otras las he conseguido aquí."

"Te gustan Emily?"

Cuestionó la abuela con una sonrisa.

"Abuela, me gustan mucho las plantas desde niña."

"Solía leer tratados de plantas y sus propiedades."

Respondió Emily algo apenada, pensando que era un poco rara su afición.

"Carl una vez me comentó que haces un té energizante muy bueno."

"Podría tener el honor de probarlo hoy?"

Pidió la abuela.

"Por supuesto abuela!"

"Dime tienes algunas hierbas que pueda usar en tu cocina?"

"Sería una pena tomar de tu huerto cuando aún se ven muy tiernas y podrían truncar su crecimiento."

Emily se levantó y trató de limpiar sus manos que tenían algo de tierra con una servilleta.

"Claro que tengo hierbas, pero eso será después."

"Ahora ven, siéntate, dime cómo está tu padre?"

Sentándose en un mullido sillón de jardín la abuela le preguntó pidiéndole a la niña que se sentara a su lado.

"Bueno pues está mejor."

"Mi padre ahora vive una vida tranquila, se ha sentido mejor con su transplante."

Respondió Emily con voz neutral.

"Y tú trabajo en la empresa, es de tu agrado?"

Inquirió la abuela Situ.

"Si abuela de hecho conseguí un proyecto que me apasiona mucho."

"Estoy diseñando una casa y estudio de un grupo de cantantes femeninas."

Comentó Emily muy orgullosa.

"Vaya!"

"Felicidades!"

"Veo que eres muy trabajadora."

La abuela no podía estar más contesta con su nieta y su dedicación hacía el.

"Escuché que tu hermana se casa en dos días."

"Por favor dales mis bendiciones y espero me permitan enviarles este regalo de mi parte y no se molesten."

"De verdad, espero que puedan ser felices en el futuro."

La abuela le extendió el sobre.

Emily lo abrió.

Dentro había un cheque con una cantidad enorme para Flora!

"Abuela no, es demasiado!"

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