El Prohibido Amor de un CEO romance Capítulo 80

Emily espera oír lo que la abuela tenía que decirle.

La abuela Situ, después de sentarse bien y mirar a James suspiró para después comenzar s hablar.

"Tal vez no sea buen momento ahora..."

"Necesito que tengas la mente abierta por favor."

"Tu madre creía que tú y Edward estan destinados a estar juntos en esta vida."

"Leila, tu madre le dijo a mi amada hija Lorna, que ustedes son almas unidas por el tiempo y el espacio."

"Pero también intuia que habían sufrido mucho los dos en sus vidas pasadas y ese dolor..."

"Irremediablemente los acompañaba en cada nueva vida."

"Pero tal vez no creas mis palabras, ahora ya que puedes creer que son tonterías."

"Pero es cierto lo que te digo, Emily."

"Tu familia, la familia Baek tiene un sabiduría ancestral heredada de generación en generación."

"Tu madre tenía un sexto sentido y más conocimiento para eso..."

"Pero lo mejor será que cuando conozcas a tu familia, a algunos de tus familiares platiques con ellos a profundidad."

"De ese modo podrás aprender de ellos para que tengas una mejor comprension de lo que digo."

Emily recordó vagamente el vívido sueño que tuvo recientemente y algunos otros que había olvidado antes.

Almas unidas...

Edward y ella eran almas torturadas y unidas por el tiempo.

"Abuela Situ, sabes dónde está mi familia ahora?"

Preguntó Emily.

"Aún no encontramos donde están escondidos."

Respondió la abuela.

"Debido a lo que pasó y las malas intenciones con su sabiduría, se escondieron en algún lugar cercano."

"Los encontraremos pronto, no te preocupes por eso."

Emily se entristeció un poco al escuchar eso.

"Pero, mientras los encontramos quisiera que practicaras tus dones con hierbas curativas."

Continua diciendo la abuela.

"James te dará clases de pintura, pues los Baek también tienen una vena artística muy fuerte."

James asintió.

El chico esta feliz de enseñar a su prima.

Emily sintió que en ese sentido lo que abuela le decía era cierto.

Ella siempre tuvo facilidad para la pintura y las hierbas medicinales que usaba en forma de infusiones solo que ahora con tantas cosas había dejado de lado esa faceta de lado.

"De acuerdo."

Responde ma niña.

"Pero mi hermano, porque soy su contraparte?"

Pregunta Emily.

Ella quiere conocerlo y tal vez hacer que regrese al buen camino.

"Ustedes son el equilibrio, pero necesitas ser más fuerte y más lista para enfrentarlo."

"Por ahora no es el tiempo ideal para que lo veas."

"Emily, que piensas acerca de lo que te dije?"

Pregunta la abuela nerviosa.

"Tengo mucho que meditar..."

Responde Emily.

"Abuela, si Edward y yo estamos destinados a estar juntos porque..."

"Porque tuvimos que conocernos de esa forma?"

"Porque con algo tan terrible abuela?"

"Fue muy difícil después para mí seguir adelante..."

"Él siempre me hace daño."

Asevera la niña con mucha aflicción.

Emily al recordar aquella terrible noche y los malos momentos, el mismo dolor de esa vez la inundó y sus ojos comenzaron a llenarsele de lágrimas.

James la abrazó, la abuela se quedó sin palabras..

"No puedo responder a eso mi niña."

"Será mejor que le preguntes a Edward mismo."

Responde la abuela.

Emily tenía mucho que pensar, por lo que debía irse.

La niña se despidió de ellos.

Maggie observó salir a Emily algo decaída.

James acompañó a su prima a la villa de Ryan donde se aseguró que entrara a la casa para después marcharse.

Emily se dió una ducha antes de recostarse en su cama para meditar en todo lo que ahora sabe.

La niña se quedó dormida muy rápido, por lo que el de pronto se encontró soñando con hilos rojos...

Lucy por la mañana, salía enfurecida del edificio de Golden Osmanthus rumbo a su empresa.

Desde que Edward había sido sentenciado a pasar tiempo en la cárcel, él se negaba a salir del departamento o hacer cualquier otra cosa.

Lucy jamás imaginó que ella ahora tendría que hacer sola sus cosas, pues Carl había dejado de visitarla.

Además, no le permitía que lo visitara en la empresa, por lo que Lucy estaba muy frustrada.

Estaba frustrada sexualmente, económicamente, mentalmente...

Ella creía que regresando con Edward tendría muchos más lujos que los que disfrutaba en la villa de Carl pero no había sido así.

Elizabeth descendía de su auto en ese justo momento llevando en brazos al perrito "Pigmeo."

Lo llevaba ese día a Golden Osmanthus porque Edward no lo había visto en un buen tiempo.

Y pronto no lo vería estando en la cárcel.

El pequeño perrito reconoció a Lucy por lo que comenzó a ladrar y removerse en brazos de Elizabeth.

Ella lo dejó en el suelo antes de que se lastimara por la caída.

"Pigmeo, ven acá, no corras!"

Exigió Elizabeth, pero el perrito corrió a dónde estaba Lucy.

Sin embargo, la chica lo ignoró y se subió al auto para irse.

Elizabeth corrió detrás del perrito para tomarlo en brazos.

La chica pudo ver qué Lucy desde dentro del auto la miraba con desprecio antes de ordenarle al chófer del auto que avanzara.

"Bruja."

Pensó Elizabeth quien acaricia al perrito que ladra triste antes de que corriera detrás de el auto.

"Vamos, ella ya no te ama pequeño."

Dejándolo en el suelo, Elizabeth se agachó para ponerle la correa al perrito, pero de repente sintió un golpe en la espalda.

Volteando a ver qué había pasado, ella vió a un hombre con muchas bolsas de papel y platicó en las manos.

Una de ellas se le había caído golpeandola.

"Oye, porque no tienes más cuidado?"

"Es que no tienes ojos en la cara o que?"

Gritó Elizabeth molesta porque de verdad estaba adolorida.

La bolsa contenía libros pesados.

"Oh disculpame, no te vi allá abajo."

Respondió una hermosa voz masculina.

"Pero tú deberías tener cuidado en no estorbar en la vía donde la gente común camina."

Replicó el hombre tratando de maniobrar con las bolsas e intentar recoger la que se había caído.

Elizabeth no se deja amedrentar por nadie, por lo que poniéndose de pie, pateó la bolsa y los libros a la calle .

Con la otra mano le tiró otras bolsa que el hombre traía.

"Tienes razón, tú eres gente ordinaria y común, pero yo no."

"Por eso deberías tener más cuidado cuando haces tu trabajo de repartidor o de cargador."

Replica con mordacidad la niña.

"Ahora déjame pasar que ya perdí demasiado tiempo viendo tu horrible cara."

Elizabeth emplea su tono mas despectivo y enfadado con el molestó hombre.

Ella le dedicó una última mirada burlona antes de caminar a la puerta con Pigmeo en brazos.

Aunque la niña le había dicho al chico que tenía una cara fea, a decir verdad, cuando lo vió mejor, él era muy apuesto.

Y posee un aura parecida a la de Edward.

Al ver que ese hombre también intentaba entrar al edificio, la niña le cerró la puerta en la cara.

Elizabeth subió feliz a ver a Edward quien recibió encantado los recibió.

La fecha para que Edward entrara a la cárcel se acercaba y él estaba cada vez más y más intranquilo.

Solo, en ese gran y lujoso departamento, Edward meditaba en todo lo que había pasado con Emily, con Lucy, con sus amigos, con su abuela, con su hermana y con su padre.

Se sentía más solo que nunca...

También tenía una sensación amarga por lo que experimentaría en la cárcel.

El hombre encendió un cigarro y se puso a fumar.

Deseaba poder hablar con alguien sinceramente y ese alguien ya no quería verlo nunca más.

Este era por mucho su momento más oscuro y difícil.

Tal vez se comparaba con la vez que lo habían secuestrado de niño.

Pensó que sería feliz con Lucy como antes, pero después de que ella regresó comenzó a reflexionar en su relación antes y como era ahora ella.

Tal vez había pasado por alto muchas cosas al estar ocupado todo el día en la empresa mientras Lucy estaba a su lado apoyándolo.

Juntos habían hecho mucho más dinero y negocios exitosos.

Salian a cenar juntos a lugares glamorosos, le daba pequeños y caros regalos, siempre viajaban cómodamente en autos costosos, salían de vacaciones a muchos lugares exclusivos...

Edward quería malcriar mucho a Lucy por lo que había hecho ella hace mucho tiempo por él, pero ahora...

Ahora tenía que admitir que su abuela tal vez tenía razón en cuanto a Lucy, pero Edward no quería admitirlo.

Se resistía a creerlo.

"Aahhh...."

Edward suspiró echando la cabeza hacía atrás y cerró los ojos para poder recordarla...

Ella no lo había buscado, él la había buscado.

Ella no lo hacía daño, él si le habia hecho mucho daño.

Ella no lo amenazaba ni lo amenazó antes, a pesar de todo el daño que le hizo, pero él si lo había hecho.

Él la forzó a ser así y ella reaccionó ante eso...

Edward rechazó muchas veces la bondad de ella.

Se aprovechó de ella descaradamente muchas veces!

Una idea pasó por la mente de Edward, quien tomó el celular para buscar el día en que se realizaría el concierto al que Emily asistiría.

"Emily, no estás emocionada?"

Gritó feliz Flora.

Dániel quien esta con ellas se entristeció un poco porque él no podría ir al concierto con su amada chica.

Pero tenía una sorpresa para Emily.

Y se la daría en ese momento para poder ver una sonrisa en su rostro de nuevo.

Emily había estado todos los días en casa de James pintando con los audífonos puestos, absorta en su mundo, en sus pensamientos y en su música.

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