El Prohibido Amor de un CEO romance Capítulo 88

En un abrir y cerrar de ojos dos meses habían pasado desde que Edward había estado en cama, recuperándose en el hospital.

En esos dos meses, Emily estuvo demasiado ocupada entre preparar demasiadas infusiones, aprender con Diana y tratar de vigilar a Dániel a distancia.

La videollamada es muy divertida para Aurora y Emily.

"Dániel, donde está Aurora?"

Preguntó Emily al ver qué Dániel esta solo.

En esos meses, todas las veces que le había hablado, Aurora aparecía a su lado o al pie de su cama.

Por lo que Emily sin querer, había comenzado a llevarse bien con ella, pues trata bien a Dániel.

Lo cuida con esmero y profesionalismo.

De hecho, Aurora a veces contestaba el celular cuando Dániel dormía y ellas hablaban.

"Ella está afuera, fue por mi comida, pues tengo hambre y..."

Dániel fue interrumpido por una manita que le quitó el celular y soltando una risita, Aurora se apartó de él.

"Aurora!"

"Regresame el celular!"

"No es justo!"

Recriminó Dániel pegando con la mano en el colchón.

"Hola Emily!"

Dijo feliz Aurora.

"Hola Aurora!"

"Cómo te va con el gran paciente molesto?"

Pregunta Emily divertida también.

Cuando ambas hablaban a veces se burlaban de Dániel.

A veces Aurora se quejaba con Emily porque Dániel no se tomaba sus medicinas a tiempo y no quería hacer la fisioterapia.

O que no comía nada.

Esta vez Aurora tenía una queja de Dániel y sabía que si Emily le decía que obedeciera a Aurora, lo haría sin protestar.

"Emily, Dániel no quiere entrar a la tina de hidromasaje y no me deja darle masaje para que se recupere pronto su hombro."

"Además el gran paciente se niega a tomar los calmantes de la noche para dormir y pide su laptop para trabajar."

Comenta muy seria Aurora como si le estuviera dando informe a su superior.

Ambas rieron antes de que Emily responda.

"Llévame con él."

Aurora se quedó frente a la cama, lejos de Dániel y puso la pantalla del celular para que Emily viera a Dániel.

"Dániel, chico malo, porque no haces caso de lo que debes hacer?"

Lo reprende como si fuera su madre

"De verdad quieres que me moleste contigo y deje de quererte?"

Preguntó Emily ahogando una risita.

"No quiero calmantes, quiero trabajar."

"Emily, mi empresa, no se cómo está."

"Y Aurora me da masaje y duele, estoy bien así."

"Además en la tina de hidromasaje, el agua está muy caliente y siento que me quema la pierna y no...."

Se quejaba Dániel como cualquier hombre..

"Hombres."

Pensó Emily poniendo los ojos en blanco.

"Dániel!"

Dijo ella fuertemente interrumpiendolo.

"Haz lo que te mande el doctor."

"Atiende las indicaciones de Aurora y no la hagas enojar."

"Le llamaré a ella para saber que estás haciendo caso de acuerdo?"

Emily ordenó.

"De acuerdo..."

Responde derrotado Dániel haciendo muecas y pegando con la mano al colchón.

"Tu empresa está bien."

"Ayer llamé a tu secretaria y dice que está bien sin ti."

"Tu solo concéntrate en recuperarte y regresar."

"Está bien?"

Emily dijo con paciencia.

"Si."

Responde Dániel quien suspira cerrando los ojos.

El chico recarga la cabeza en la almohada.

"Gracias Emily."

"Espero que el paciente se porte bien y coopere más conmigo."

Exclama Aurora con fingida superioridad.

Ambas chicas rieron divertidas.

"Cuídalo por mi Aurora, quieres?"

Pide la niña.

"Lo hare Emily!"

Responde la enfermera.

Ambas terminaron la llamada.

"Odio que se pongan las dos contra mi."

Comenta enojado Dániel volteando la cabeza a otro lado para no mirar a Aurora.

En esos tres meses en el hospital, se habían llevado muy bien ellos dos.

Jugaban untos, comían juntos y Aurora lo ayudaba a recuperarse del todo.

"Es por tu bien Dániel."

"Ahora, toma las pastillas que te tocan y vamos a la tina de hidromasaje."

Dániel resopló aún enfadado, pero se tomó las pastillas sin agua.

"Dame mi celular ya!"

Pide Dániel estirando su brazo para tratar de arrebatarselo a Aurora.

Ella se hizo a un lado, apretando con más fuerza el aparato electrónico.

La chica acerca el celular hacía Dániel antes de decirle.

"Ven por el."

Dániel aceptó el reto.

Él en verdad espera tomarlo Lara después burlarse de la molesta enfermera.

"Lo haré."

Poco a poco, Dániel bajo su pierna de la cama.

Usando su bastón y con su mano buena, Dániel se apoyó en el colchón para comenzar a caminar lentamente.

Aurora no se movió y observó detenidamente su caminar.

Aún cojeaba bastante y aún así no quería ir a la tina de hidromasaje...

"Dámelo."

Ordena Dániel poniendo la mano frente a ella.

Aurora sonriendo se lo dió.

"Ahora apoyate en mi y vamos a la tina de hidromasaje."

La chica deslizó el brazo por la cintura de Dániel quien la abrazó por los hombros.

Así caminaron juntos a fisioterapia.

Con calma, Dániel se sentó en la silla especial y tomó su pierna lastimada con cuidado.

Pero su hombro protestó.

Aurora le puso la compresa caliente para que le ayudara con el dolor.

"Déjame ayudarte."

Pide ella.

Con su manos, despacio coloca la pierna del chico dentro de el agua antes de encender la máquina.

Después de la hidroterapia, a

Aurora le da el masaje indicado con la pomada que Daniel Black les habia dejado.

"Mejor?"

Preguntó ella.

Dániel asintío.

Cuando fue hora de salir, Aurora secó su pierna con cuidado, pero al haber agua en el suelo, sin querer se resbaló.

Ella cayó de espaldas donde estaba sentado Dániel.

Ambos se quedaron quietos un segundo.

Avergonzada, Aurora se levantó a toda prisa poniéndose roja.

"Tranquila, no pasa nada."

Responde Dániel minimizando  incidente antes de colocar su brazo en los hombros de Aurora.

Acostandolo en la cama, Aurora cubre bien el cuerpo de Dániel con las frazadas limpias.

Ella le administra su medicamento indicado.

"Tienes hambre?"

Cuestiona con voz temblorosa la chica.

Ella quiere huir, pero Dániel le toma la mano para calmarla.

"Estamos bien, verdad?"

Cuestiona el chico.

Aurora sonrie, tranquilizandose.

"Claro!"

"Voy por tu comida y la mía, de acuerdo?"

Aurora responde lo más calmada posible.

Saliendo de la habitación, la chica se deja caer contra la pared para respirar para tranquilizar su alocado corazón.

Cada día es más fuerte su atracción por el chico.

Pero Aurora sabe que Dániel solo ama a Emily...

Al menos podía pasar tiempo con él, mucho tiempo...

"Estás jugando sucio sabes?"

Habla Tommy sorprendiendola.

"Se que no le estás dando la medicina adecuada..."

"Pero no diré nada por ahora."

La habían descubierto!

"Se que lo quieres, se nota demasiado."

"Pero si lo quieres lo curaras."

"S Dániel te quiere, regresará por ti."

"Ahora déjame hablar con él."

Tommy pide.

Aurora se marcha apenada.

Tommy sabe todo!

"Cómo sigues?"

Pregunta Tommy entrando en la habitación de Dániel.

Tommy se sienta en la silla cercana a la cama de su amigo.

"Mejor, pero odio estar aquí viendo solo la televisión y sin Emily."

"Ese idiota Paul no permitió que ella pudiera verme."

Se queja Dániel.

"Reglas son reglas, Dániel."

Responde Tommy observando las medicinas y pomadas.

"Sabes que le gustas a Aurora?"

Declara Tommy con desenfado.

"De hecho, a qué mujer no le gustas tu?"

Tommy está acostumbrado a que Dániel sea el centro de atención femenino.

"Que tonterías dices Tommy.

"Ella es muy buena conmigo solamente."

Responde Dániel.

"Cómo digas."

Responde Tommy divertido.

"La empresa va bien y está creciendo."

"Debes de buscar otra sucursal y más personal."

Cambia de tema Tommy.

"Esta resuelto."

"Emily me ayudará y cuando regrese podré dedicarme a crear más sucursales."

"Cómo está ese idiota Situ?"

Pregunta Dániel.

"Esta despierto."

"Lo mantienen con vida y lo obligan a comer."

Responde Tommy.

"Pero no es justo que solo los hijos de ese bastardo puedan matarlo."

"Yo quería matarlo por lo que te hizo Tommy."

Se queja Dániel como niño pequeño.

Ambos siguieron hablando por unos minutos hasta que llegó Aurora con un carrito de comida.

Tommy se fue, pues Teresse ya lo está esperando.

"Porque te escapas de tu habitación?"

Lo regaña la chica.

Tommy puso una cara triste.

"Vamos, es hora de tu fisioterapia."

Declara Teresse.

"Nnooo..."

Se quejó debilmente Tommy pero Teresse le agarró la mano y lo llevó a rastras.

Dániel se rió fuertemente de él.

Tommy lo fulmina con la vista.

Teresse y Aurora se rieron tambien.

La enfermera de Dániel entró con la comida en la habitación del chico.

"Quien tiene hambre?"

Pregunta de forma divertida Aurora.

Ambos comieron y rieron por las bromas de Dániel.

Realmente se estaban llevado tan bien...

En otro hospital, Emily terminó la llamada con Aurora.

Aún riendo, la niña suspiró.

"Todos los hombres serán iguales?"

Pensó ella.

Edward también había empezado a quejarse por la terapia.

Y se negaba a tomarse las infusiones y medicinas.

Además pedía su celular y laptop para trabajar.

Él quiere ver a sus socios y comer cosas que no puede debido a la dieta estricta para su pronta recuperación.

"Creo que si, todos son grandes niños llorones."

Murmura la na entrando en la habitación de Edward.

Él prestó toda su atención.

"Quienes son grandes niños rezongones?"

Preguntó Edward.

Emily ahogó su risa.

"Nadie, nadie..."

"Cómo sigues?"

Inquiere la niña.

"Ya te toca la medicina otra vez."

Ella comienza a llenar su gotero.

"Odio el sabor."

Sentencia Edward tapandose la boca con su gran mano.

"aaahhh..."

Suspiró Emily.

"Quieres ir a tu empresa ya?"

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