El Prohibido Amor de un CEO romance Capítulo 111

Le toma a Carolina solo un par de segundos decidirse.

La chica enlaza sus piernas alrededor del cuerpo de Paul para atraerlo a ella y besarlo con pasión desenfrenada.

Las lenguas de ambos danzan dentro de sus bocas.

Las respiraciones se comparten entre ambos, cálidas, entrecortadas, agitadas, apresuradas...

Carolina agarra con fuerza la cara de Paul con ambas manos mientras sus labios se devoran con hambre desmedida.

Un ligero sabor a sangre inunda las bocas de los dos debido a lo intensos que son los besos, pero eso solo los hace más desesperados y necesarios.

Paul siente como su miembro reacciona al instante con ella.

Sin que Carolina lo toque, su miembro está más firme, caliente y duro que nunca antes!

Todos los sentidos de Paul están puestos en Carolina.

Las grandes manos de él abrazan fuertemente a la chica cuyos suspiros los derriten.

"mmmmhhhh...."

Paul siente la necesidad y fuego de la pasión que desborda Carolina mientras sus pequeñas manos femeninas desabrochan los botones de su camisa para acariciarlo y arañar su espalda y pecho marcados.

Ambos se separan por un par de segundos.

Los dos jadean sonrientes, pegan sus frentes mientras intentan calmar su alocado latido del corazón y su irregular respiración.

Paul piensa en ese momento que él tenía razón.

Carolina es una fiera en la cama, pues esa misma pasión y fuerza con la que pelea es la misma que usa para despojarlo de su ropa, sin delicadeza ni tapujos.

"Dios nena te deseo tanto."

Susurra Paul entre gemidos, pues para él, el sexo es tan indispensable como comer.

Y en ese día se había sentido tan frustrado porque no había tenido su ración diaria...

"Paul...soy tuya..."

"Solo tuya..."

Gime Carolina imitando el tono de voz tembloroso de Paul antes de buscar los labios del hombre para besarlo de nuevo.

Con un movimiento soberbio, Carolina logra sentar a Paul en el sillón.

Sentada a horcajadas sobre Paul, Carolina se mueve lentamente provocandolo más.

Carolina solo tiene puesto un femenino sostén y unas braguitas a juego.

Paul ya le había quitado el pantalón de pijama que llevaba y su camiseta holgada.

Las enormes manos de Paul recorren entera la delicada, suave y hermosa piel de la chica sin perderse ni un solo centímetro.

Carolina enlaza sus manos con las de Paul uniendolas.

Extendiendolas a lados con fuerza, Carolina evita que Paul la toque.

Con este simple gesto, la chica lo controla mientras Paul sonríe.

Al él le encanta que Carolina lo domine de esa forma.

A Paul excita que ella tome el control y decida que hacer con él.

Carolina le dedica una sonrisa lujuriosa mientras lo devora con la mirada y se muerde el labio inferior...

Saboreandolo.

La chica dejará marcas en la bonita piel ligeramente bronceada del hombre que tiene unas ligeras marcas de cicatrices de batallas pasadas.

"Que excitante."

Piensa Paul mirando a Carolina.

En sus pasadas relaciones sexuales, Paul siempre es el decide posiciones, duración y lugares para poder satisfacerse.

De forma egoísta, hay que ser sinceros.

Carolina se inclina sobre Paul sin dejar que él la toque.

Carolina recorre la piel de Paul con su lengua desde el caparazón del oído y cuello de Paul.

Logrando que la piel del hombre se erice y su respiración se acelere.

Arqueando su cuerpo, Paul intenta soltarse del fuerte agarre de Carolina.

Por lo que la chica aplica más fuerza y evita que Paul mueve sus manos juntando los brazos de Paul por encima de su cabeza.

Cuando Paul se relaja, Carolina sigue torturandolo con su lengua mientras desciende lentamente por su hombro musculoso hacía su pecho.

Dándole pequeños mordiscos que le erizan la piel a Paul, Carolina succiona una parte de su piel, dejando la primera marca visible en su piel.

"mmmhhh.."

"Sabes delicioso."

Susurra Carolina con los labios pegados al pecho duro de Paul.

En todos sus años de mujeriego y conquistador empedernido, Paul jamás habia sido sometido de esa forma.

Y él ahora disfruta sentirse como un juguete sexual en sus manos de Carolina.

La chica sigue su recorrido con sus labios por el duro y labrado abdomen de Paul.

Carolina puede notar como el miembro duro, gordo y palpitante de Paul se nota de forma obscena a través de la delgada tela del pantalón de vestir.

Soltando los brazos de Paul, Carolina se arrodilla frente a Paul.

Sin dejar de mirar a los ojos a Paul, Carolina remueve el cinturón del pantalón para después deslizar su pequeña lengua debajo del pantalón y boxer del hombre.

Paul esta más allá de la excitación mirando y sintiendo lo que ella le hace!

Su mente y miembro gritan que penetren a la chica de inmediato!

Carolina mira con inocencia a Paul antes de deslizar su boca por encima de su miembro sin llegar a tocarlo.

Paul pudo sentir el aliento cálido de la mujer, por lo que dejó caer su cabeza hacia atrás haciendo gemidos que a Carolina la excitaron.

Paul se quita la que le resta de ropa antes de que Carolina introduzca por completo en su boca el ansioso miembro de Paul.

El clima es ideal.

Un ligero viento salado inunda la sala donde Paul se siente en el cielo.

Tomando con su mano el suave cabello suelto de la chica, Paul le dió un tirón delicado para que ella se apartara su boca un segundo de su miembro para besarla.

Ojos cerrados..

Corazón palpitante...

Respiración ahogada...

Miembro caliente...

Paul quiere ahora marcar el paso, pero Carolina se lo impide.

Fingiendo ser linda e ingenua Ella volvió a hincarse frente a él.

Sonriendo de forma coqueta pregunta.

"Puedo continuar?"

Paul asiente de forma tonta y entregada.

La chica está vez desliza lentamente su lengua de arriba a abajo por la suave y delicada piel caliente del miembro de Paul.

"Te gusta?"

Pregunta Carolina mientras desliza sus manitas sobre el fuerte pecho de Paul.

El hombre solo pudo afirmar una vez pues su capacidad para hablar o pensar es nula en este momento.

Paul coloca una mano sobre su cabello para que ella introduzca de nuevo su miembro en su pequeña boca de tentación.

"Creo que si."

Piensa perversamente Carolina.

Ella de verdad tiene que felicitar a Lorelay por pues sus efectivas infusiones!

Justo en ese momento, el celular de Carolina sono fuerte y claro, por lo que ella contesta.

Mientras tanto Paul, controla su excitación sentado en el sillón.

"Que sucede jefe?"

Cuestiona la chica.

"Convoca para reunión en el coliseo a los líderes regionales."

"Invita a los representantes de los líderes internacionales."

Pide Bruce del otro lado de la línea.

"Quiero el coliseo lleno de aroma tranquilizador."

"Está noche te veré en Golden Osmanthus junto con mi hermana para que afinemos detalles."

Carolina escucha todo mirando al frustrado Paul.

"Carolina, serás responsable de la vida de mi hermana mientras estoy fuera."

"Y tu sabes cuánto la quiero."

Ella lo sabe.

"Invita a los Black también."

"Mi futuro cuñado debe estar enterado y proteger en las sombras a su alma gemela."

Bruce da por terminada la llamada.

Carolina mira al hombre desnudo en el sillón, esperándola.

Sentándose sobre él, Carolina junta sus labios a los de Paul.

"Lástima guapo, me llama el trabajo."

"Creo que en poco tiempo te llamarán a ti también."

QUE?

Paul no puede creer que en verdad ella lo dejara... así!

Ansioso y frustrado sexualmente!

"Esto fue divertido e interesante."

Comenta la chica antes de darle un último fugaz beso.

Levantandose del regazo del hombre, la chica sube a su habitación para ponerse ropa.

Paul en el sillón mira el techo sin poder creer lo que acaba de ocurrir!

Lo había usado?

De verdad Carolina lo había dejado y se había marchado como si nada?

Paul era un casanova consagrado!

Las mujeres se le lanzaban a los pies y le rogaban que las hiciera suyas!

Ninguna mujer antes se le había negado o resistido!

Que Carolina se levantara y se fuera fue, indiscutiblemente un duro golpe para el ego de Paul.

Furioso, Paul se levantó decidido a tener sexo con ella.

Quisiera Carolina o no!

Siguiendola hasta la había, Paul entra en sigilo.

Cuando él siente que un arma le apunta a la espalda, sabe que está perdido.

"No me molestaría hacerte agujero en la espalda."

Paul responde con molestia.

"No puedes dejarme así Carolina!"

"No puedes ser tan desgraciada!"

Carolina se ríe de las patéticas palabras de ese hombre.

Abrazando a Paul con una mano, la otra se mantuvo encañonandolo.

Con su boca pegada a sus labios, la chica responde.

"Si tanto me deseas jugaras bajo mis reglas Paul."

"Por ahora tengo trabajo que hacer y le soy leal a mi jefe."

"Algo que tú no puedes presumir."

Carolina sonrie de forma confiada haciendo enfadar más a Paul!

"Averigua tu mismo cómo puedes meterte entre mis piernas."

"Una pista..."

"Aunque soy ruda, me gustan los hombres detallistas y románticos."

Carolina se muere de risa en su mente por lo que está diciendo!

"Pero sobre todo me gusta que cocinen para mi."

"Y que me den batalla, eso lo sabes."

Dándole un beso en su mejilla la chica aparta por el fin el arma del cuerpo de Paul.

"Me voy guapo."

"Limpia el desastre de mi casa o te buscaré y haré que limpies con tu lengua."

"De acuerdo?"

La mano de Carolina acarició de forma seductora el cuerpo desnudo de Paul quien cede ante ella!

Carolina aprovecha para rociarle un poco de spray tranquilizador para recostarlo en la cama sin que él proteste.

No le iba a resultar sencillo a Paul acostarse con ella.

Carolina quiere vengar a todas las mujeres que Paul usó como pañuelos desechables, sin importarles sus sentimientos o su persona.

Carolina no es ninguna tonta ni ingenua y todo lo tiene bien planeado.

Y la llamada había sido el pretexto perfecto para dejarlo caliente y ansioso.

Sin remordimiento alguna, ella sale de su villa para cumplir las órdenes de Máscara de bronce.

Aunque mientras maneja su moto no puede evitar reírse varias veces de las caras y sonidos de Paul.

Él creía que ella se derritiria a sus pies como todas las demás...

"Pobrecito..."

"Desearás jamás haberme conocido."

"Estoy segura que suplicaras a mis pies Paul, ya lo verás."

Piensa Carolina mientras conduce velozmente su motocicleta.

Pronto la noticia corrió como reguero de pólvora el inframundo.

Una sucesión de poder temporal del rey del bajo mundo fue noticia en todos los rincones de la ciudad.

Todos los líderes fueron invitados y se prepararon para asisitir a la reunión en el Coliseo.

El topo, un hombre calvo y gordo recibió de mala gana la noticia.

Él está disgustado porque un joven dirige con mano dura el inframundo.

Y ahora habría una sucesión temporal?

El esperaría a ver quién sera el sucesor.

Y si se ganaría su respeto o no.

En su opinión, el Topo piensa que debería ser él quien estuviera a cargo del inframundo.

O eso había pensado hasta que ese hijo de puta de máscara de bronce había liquidado casi a toda su gente.

"Preparen todo."

"Mañana comenzaremos una guerra o presentaremos nuestros respetos."

Un camión llegó en ese momento a su casa de seguridad.

Dentro, mucha chicas jóvenes en escasa ropa descendieron.

Un nuevo cargamento de esclavas sexuales había llegado.

El topo las observó con atención.

Señaló tres de ellas antes de que las demás fueron conducidas de regreso al camión para su destino final.

El burdel de la frontera, dónde necesitaban traseros vírgenes siempre.

"Limpienlas bien y comprueben si tienen algo de pureza."

Ordena el Topo deteniéndose frente a una chica que lo mira de forma retadora.

"Quiero a est en mi habitación, atada y limpia."

Ordena de forma atroz el repugnante hombre.

Él se retiró para llamar a sus clientes.

"Dos nuevas, menos de veinte años, disponibles ya."

Después de decir esas pocas palabras por celular, dos notificaciones de transferencias bancarias llegaron a su celular.

El gordo envío las fotos de los rostros de las chicas quienes fueron elegidas por los compradores.

"Que fácil es hacer dinero."

Exclama el hombre antes de caminar hacia su habitación para ver de cerca su nueva adquisición...

En la villa de la abuela Situ, la música inunda la casa.

Las parejas bailan mientras Lorelay hablaba con la abuela Situ acerca de la abuela Freda.

Una mano se extiende frente a la chica.

Bruce la saca a bailar.

Es la primera vez que ambos hermanos bailan.

O pasan tiempo juntos y relajados.

"Bailas conmigo hermanita?"

Pregunta Bruce sonriente.

La niña se levantó para bailar con él.

Ambos se mueven con elegancia al compás de la música.

Las parejas los observan.

"Lo haces muy bien para ser hombre."

Indica la chica antes de que Bruce la haga girar de forma repetida en su lugar, sorprendiendola.

"No solo soy bueno en tiro, con el cuchillo y dando golpizas a la gente."

"Entrené en muchas cosas más."

Responde Bruce quien es un diestro bailarín!

"Hermanita, deberás ser muy cruel mientras estés al mando del inframundo."

"Esos hijos de puta bastardos no se tientan el corazón por ninguna mujer."

"Las mujeres líderes en este mundo son conocidas por ser las más duras e insensibles incluso con otras mujeres."

Indica Bruce.

"Tengo que decirte que temo un poco por ti."

Lorelay mira asombrada a su hermano.

Ella sabe que no iba a ser sencilla su labor.

"Sabes que pronto voy a ser tía por segunda vez?"

Responde la chica.

"Flora, mi hermana adoptiva está embarazada por segunda vez."

"Ella tendrá otra nena, fruto del amor de ella y Ryan."

Exclama encantada Lorelay.

"David Mu, mi padre adoptivo me extraña."

"Quisiera visitarlos cuando la bebé nazca y ver a mi pequeña sobrina, Elisbeth."

Bruce escucha en silencio a su hermana sin comprender.

"Se que debo ser cruel en tu mundo."

"Mis dos familias son mi fuerza para actuar de ese modo."

Responde Lorelay.

"Del mismo modo implacable que tú actúas debido a tu amor por Elizabeth."

Lorelay señala a Elizabeth quien en ese momento se reía de algo gracioso que la abuela dijo.

"Ahora te entiendo perfectamente hermanita."

"Por ella y por ti soy capaz de todo."

Indica Bruce decidido.

"A veces desearía haber tenido una familia adoptiva como la tuya."

Lorelay niega.

"Los Mu no siempre fueron buenos conmigo."

"Mucho menos después de lo que Edward nos hizo por esa mujer."

Indica con dolor Lorelay.

"Pero pudimos superar esas diferencias y los aprecio de verdad."

"Ahora tenemos una familia de verdad."

"Un primo, guardianes que son de la familia Baek, una abuela que nos ama y jamás dejó de buscarnos."

Ambos saben que eso es cierto.

"Y tú tienes a tu alma gemela contigo que te ama de la misma intensa forma que tu la amas."

"Además, tenemos una abuela que mantiene unidas a las familias Situ Baek como querían nuestras madres."

Los dos miran ama matriarca Situ.

"Y aunque no pudimos estar más tiempo con mamá o conocer a la tía Laila..."

"Sabemos que ellas están bien y nos cuidan."

"Además yo amo mucho hermano y te protegeré siempre."

Lorelay abraza a Bruce feliz de tenerlo con ella.

"Claro que te amo, eres mi otra mitad y balance hermanita."

"Siempre juntos hasta el final hermanita."

Responde Bruce cuando la musica termina.

Elizabeth se acerca a ellos para abrazarlos también.

Los demás se acercaron para completar el abrazo grupal.

"Cómo veo que se quieren tanto y todos están comprometidos, menos mi nieta porque aún está en proceso de domesticar a mi tonto nieto..."

La abuela Situ habla.

"Díganme dónde cuando se casaran."

"Yo financiaré la luna de miel."

Las parejas se miraron felices, pero después miraron a Lorelay.

"Vamos, no se preocupen por mi, estoy bien."

Responde ella notando las miradas de todos sobre ella.

"Se que tarde o temprano lo lograré."

"Ustedes no tienen porqué esperar por mi."

"El maquillaje y decoración de las bodas corre por mi cuenta."

Ofrece Lorelay.

"Brindemos por las familias Baek y Situ!"

"Porque sigamos unidos como hasta ahora y nada nos separe!"

Todos chocaron sus copas con Lorelay.

La abuela sonrió satisfecha.

Esa es la actitud que busca en su heredera.

Con Lorelay a la cabeza, la familia Situ seguiría fuerte por muchos años en el futuro.

Y la familia Baek resurgiria del anonimato para volver a tener su esplendor y grandezas de antaño.

Las risas, besos de las parejas y diversión se prolongaron hasta las once de la noche.

Dániel, Johana, Bruce y Lorelay se despidieron de la abuela en ese momento para volver a Golden Osmanthus.

De camino a los departamentos, Lorelay piensa todo lo que aún tiene que hacer.

Ella defendera con su vida la privacidad, seguridad y vida de todos a su alrededor.

Bruce monitorea la casa de Edward y la actividad de Carolina.

A él le sorprendió que las cámaras de seguridad mostrarán a Bruce esperándola afuera con un ramo inmenso de flores.

"Obra tuya?"

Cuestiona Bruce a Lorelay enseñándole la imagen en la tablet.

Lorelay se ríe un poco antes de contestar.

"Sabía que Carolina era dura pero esto es interesante."

"Ya quiero hablar con ella."

El auto conducido por Thomas arribó a Golden Osmanthus en menos de veinte minutos.

Carolina también arribó al lugar.

Johana abrió la puerta de su departamento antes de darle un breve beso a Dániel.

Ella sabía que su amado tiene asuntos que tratar con Lorelay.

Lorelay abrió la puerta de su departamento.

El delicado aroma de las flores llegó a la nariz de todos.

"Todo listo."

Informó Carolina entrando en el departamento seguida de dos de sus hombres de más confianza.

Ella saluda a Lorelay con un beso en la mejilla antes de susurrarle al oído.

"Funcionó."

Lorelay asintio encantada.

Ella le muestra en la tablet la imágen de Paul fuera de su casa esperándola con un ramo enorme de flores.

Ambas sonrieron.

"Señoritas, por favor necesitamos su atención."

"Mañana debemos ser precisos y duros."

"El mayor obstáculo será el topo."

Bruce señala la imagen del gordo y gigante hombre.

"Carolina te dará su información Lorelay."

"Esto es lo que haremos mañana cuando lleguemos al Coliseo..."

La plática se extendió hasta la una dela madrugada, por lo que nadie se fue.

Todos se quedaron a dormir en el amplio departamento de Lorelay.

"Estoy lista."

Pensó Lorelay mientras se desliza dentro de las suaves y calidad frazadas.

Cerrando los ojos para dormir, la escénica de su madre acude a ella en sus sueños...

***By Liliana Situ***

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