El Prohibido Amor de un CEO romance Capítulo 194

"Siento que es demasiado largo y blanco."

"No había otro color negro y más corto?"

Cuestiona Carolina mirándose am espejo vistiendo un fabuloso y divino vestido de novia.

"Es un vestido de novia Carolina!"

"No puedes usar un vestido negro para casarte!"

Declara Lorelay poniendo los ojos en blanco.

"Claro que podría!"

"Poor si no te has dado cuenta Lorelay a mi me gustan las cosas diferentes, no seguir al resto del mundo."

"Me gusta lonada convencional."

Declara Carolina con seguridad.

Lorelay sonríe después de oír a su amiga pero después algo llama su atención.

Mirándose al espejo ella puede notar un cierto brillo que la rodea.

Un brillo especial que no es por la luz del sol de la mañana que se filtra a través de la enorme ventana a su lado.

"Quiero un vestido corto y negro."

Determina Carolina.

"No lo tendras."

"Te ves hermosa vestida de largo y blanco."

"Además, te recuerdo que ayer prometiste usar un vestido clásico de novia, Carolina."

La ruda chica ahora pone los ojos en banco porque al calor de las copas si prometió que usaría el maldito vestido de novia.

"El vestido que usas no es voluminoso como otros vestidos de novia."

"Más bien parece un vestido de noche elegante y blanco, así que no veo porque te quejas tanto Carolina."

Amonesta Lorelay a la quejumbrosa chica.

Carolina mira a la chica ataviada con un vestido corto de la parte delantera y largo de la parte trasera mientras su hombro niveo queda descubierto.

El vestido abraza el cuerpo delgado y curvilíneo de la joven quien parece la perfecta imágen de una novia.

Con el peinado recogido en un moño alto con algunos mechones surcado su carita pequeña la hacen ver adorable.

"Tu sí pareces una verdadera novia, no yo."

Declara Carolina mirándose al espejo.

"Claro que pareces una bella novia, pero si en verdad no te agrada este vestido le pedire a Laurie que traiga más vestidos."

"Alguno debe gustarte!"

Indica Lorelay antes de pedirle a Laurie más vestidos elegantes y sofisticados que ha diseñado Lorelay.

Todo lo que Lorelay ha diseñado es refinado y único como ella misma.

Carolina quien se queda en ropa interior oscura y muy sexy mientras revisa a detalle los nuevos vestidos disponibles.

Por fin la quejumbrosa novia elige un vestido corto, blanco por supuesto, con pequeños diamantes adornando su escote en forma de corazón.

Al ser entallado, de adhiere a la delgada y estilizada figura de Carolina haciendola delicada y hermosa.

La maquillista experta se dispone a dejar a ambas chicas más bellas de lo que ya son.

lorelay mira cuando la estilista termina el peinado elaborado de Carolina colocandole una tiara de diamantes.

Quien hubiera dicho que la ruda Carolina, quien apreciaba más una buena batalla contra enemigos fuertes se convertiría en una princesa de cuentos de hadas con corona y zapatillas de cristal?

Porque la ruda chica calza zapatillas altas blancas de fantasia las cuales están llenas de pedrería exquisita y son muy femeninos.

Las chicas de la tienda de vestidos de novia y Lorelay misma miran embelesadas a Carolina cuando da vueltas frente al enorme espejo mientras sonrie felizmente.

La hora de su boda está cerca por lo que las amigas se apresuran en estar listas.

Aunque Lorelay está feliz por la boda de su amiga, en verdad está feliz por ella, la chica siente ese pinchazo agudo muy doloroso el cual atraviesa su corazón.

Lorelay no puede evitar pensar que parece estar destinada a ser la madrina de bodas de sus amigas observando como ellas unen sus vidas con sus amados para siempre.

A pesar que Edward esta a su lado y le profesa su amor de forma abierta y profunda, Lorelay se da cuenta que él no tiene ningún interés en proponerle matrimonio en un futuro cercano.

Y tal vez no lo haga nunca.

Lorelay sueña con casarse con su alma gemela, tener la anhelada petición de mano con un bello anillo mientras Edward se arrodilla ante ella.

O tal vez ella encontraría el anillo en el fondo de una copa o simplemente se lo extendería Edward estando los dos en una cena romántica pero ella quiere la propuesta de matrimonio.

Lorelay piensa que incluso el mujeriego Paul le propuso matrimonio a Carolina pues la ama.

Lorelay desvía la mirada de Carolina para no seguir lastimándose con tantos pensamientos negativos mientras las duras preguntas saltan en su mente.

Ella en verdad no sé merece ser feliz?

No lo merece en verdad?

No merece tener un anillo en su dedo y tener una boda hermosa con Edward como su guapo novio?

Es que su unión solo se basa en hacer el amor?

Es que ella solo seguía siendo una especie de alivio sexual para Edward?

Acaso NO merece ella algo más que solo tener sexo espectacular con él?

De verdad?

La tristeza de pronto se convirtió en coraje y enfado porque Lorelay piensa que Edward no considera importante la petición de matrimonio, ni la boda ni nada!

Y si Edward solo quería registrar su unión por lo civil, algo más práctico para él y por supuesto nada romántico para ella.

Molesta por todos esos pensamientos la chica sacó su celular para hacer una llamada para alejarse un tiempo de Edward nuevamente para que reconsidere su actitud.

Ella no iba a permitir que su boda con Edward fuera solo un trámite más ante un notario.

Mientras que Carolina da vueltas ilusionada frente al espejo admirandose, Lorelay arregla la cita con alguien que adora y que sabe que la ayudara a escapar por un tiempo.

Ella necesita reflexionar.

Si Edward se preocupa por ella y dice amarla, entonces porque no le ha pedido matrimonio como tanto dijo antes que lo haría en cuanto ella apareciera de nuevo en su vida?

Que carajos estaba esperando?

Acaso Edward estaba esperando que ella le diera el anillo para pedirle que se case con ella?

Ella tendría que hacer eso?

"Es hora de irnos Carolina, el ministro ya nos espera, Maggie me dijo que Paul esta comenzando a pensar que te retractaste."

Indica Lorelay después de leer el mensaje de su amiga quien está en la capilla.

"Eso nunca, jamas lo dejaré ir."

"Es mío y ninguna otra mujer volverá a tenerlo nunca "

"Andando!"

Tim las espera en el auto blanco de lujo por lo que tan solo cinco minutos después ellas llegaron al lugar donde se realizaría la ceremonia.

Los asombrados hombres de Carolina vieron a su hermosa jefa descender del auto como una princesa irreal de cuento.

Bruce al enterarse que Carolina, su mano derecha se casaba movió cielo mar y tierra para regalarle la mejor boda.

Él organizó todo para que un jardín privado fuera decorado con flores blancas y elegantes mesas y una gran carpa.

El exquisito baquete se realizó en tiempo record por un chef profesional.

Y todo el personal de Bruce estuvo invitado para la ocasión pues todos quieren presenciar la boda de Carolina con Paul.

Bruce ya la espera para llevara del brazo a Carolina hasta el altar donde Paul la espera impaciente.

Carolina se despide de Lorelay para que su amiga entre al lugar y ocupe su lugar junto a los demás invitados quienes están ansiosos por observar la entrada triunfal de la bella novia.

La marcha nupcial comienza a sonar en el ambiente, indicando que el momento ha llegado.

"No puedo creer lo que mis ojos ven!"

"En serio ella es Carolina, o es su doble?"

Cuestiona Maggie a Lorelay cuando vió entrar a la novia del brazo de Bruce.

Y es que la imagen de Carolina es ahora tan diferente a como es ella, tan dura y ruda.

Paul no puede apartar la mirada de su hermosísima novia mientras la ve caminaron una sonrisa esplendorosa en su rostro hasta llegar a él.

La ceremonia fue breve pero conmovedora por lo que pronto llega el momento de intercambiar votos de amor y colocar anillos de casados.

Todos contienen las lágrimas por la emoción.

Incluso los más rudos hombres del escuadrón de elite de Carolina y de Bruce contienen sus lágrimas!

Todos ellos adoran y admiran a Carolina por su valentía y fiereza al enfrentar a los enemigos.

Franca, libre, hermosa, dura, ahora Carolina es la flamante esposa de Paul.

Bruce incluso derramó algunas lágrimas porque siente emoción por ver casarse a su hermana adoptiva.

Elizabeth llora abiertamente de felicidad pues su embarazo la ponen demasiado sensible.

Edward esperaba que Lorelay alejara la vista como lo había hecho antes en las bodas de Bruce y Elizabeth, Dániel y Johana cuando los recién casado pronunciaran sus votos matrimoniales.

Pero no esta vez.

Para sorpresa del hombre ella tenía los ojos clavados en la pareja quienes decían palabras tiernas llenas de amor mirandose con emoción a los ojos .

En ningún momento Lorelay miró a Edward como si lo evitara por completo, pues se siente molesta por su indiferencia.

La chica solo esperaba que la fiesta comience para irse.

Lorelay desvía la mirada a su celular un momento pues la notificación de quien esperaba llega.

Le confirman que la esperan ese mismo día, cuando fuera más conveniente para ella, reiterando su extrañeza de que viajara sola.

Ella teclea una rápida respuesta antes de apagar el celular pues no quiere más distracciones en el momento especial de Carolina y Paul.

Todo el lugar, incluso la gente que esta de guardia en el perímetro custodiando la seguridad de la importante y querida pareja aplaude estruendosa mente cuando declaran el marido y mujer antes de que lo recién casados se besaran.

La música festiva suena de nuevo, los invitados rodean a la pareja para felicitarlos, tanto gente de Carolina como de Paul.

Los abrazos, las risas, las felicitaciones se dejan escuchar de forma ruidosa por todos lados.

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