El Prohibido Amor de un CEO romance Capítulo 128

"Señor James, Señorita Lorelay!"

"Que dichosos mis ojos al poder verlos esta bella tarde!"

El Topo abrió sus pequeños brazos lo más que pudo para después estrechar la mano de James y besar la mano de Lorelay.

"Señor Maurice, que coincidencia encontrarlo en este restaurante."

Responde James dando un paso adelante, dejando a Lorelay atrás para protegerla.

James sabe que  el Topo es un depredador sexual.

Y aunque se portaba de forma cortes y educada, siempre podía cambiar de carácter.

"Por favor hágame el enorme favor Señor James de obsequiarme su autógrafo y un foto."

"Soy uno de sus grandes admiradores de sus obras de arte."

"La forma en que plasma en ese lienzo blanco tantas cosas oscuras..."

Los cuadros a los que se refería "Maurice" son los que había pintado Emily en su época oscura cuando descargaba toda su furia interna.

"Me halaga que le gusten tanto Señor Maurice y será un placer darle mi autógrafo."

Lorelay le da un block especial de hojas membretado y decorado con algunas obras de arte de fondo.

El cual es de uso exclusivo para clientes especiales como esos...

"Espero impaciente su próxima subasta."

"Tenga por seguro que ofreceré por algunas de sus obras más recientes."

"Lamento haberles quitado su tiempo de esta forma, pasen buena tarde."

El Topo se despide de ellos y resoplando como un pug.

El hombre camina hasta su camioneta blanca de edición muy limitada y sube a ella ayudado por uno de sus hombres.

James y Lorelay caminan hacia el vehículo de ambos para retirarse del lugar lo antes posible.

Ninguno habló en el trayecto.

Los dos saben que deber haber una razón para que ese tipo estuviera en ese lugar.

Es el momento de llamar a toda la mayor cantidad de gente posible para estar preparados contra cualquier eventualidad.

Cuando ambos llegaron a la casa, James llamó a su padre,

a su gente,

a gente de la abuela Situ,

a la abuela y a todo aquel que pudo para tratar de averiguar que hacía el Topo en la ciudad y de día...

Lorelay necesita desahogarse de alguna manera, por lo que se dirige a su estudio privado.

Ella se cambia a ropa cómoda y manchada de pintura.

Remueve los pupilentes, se hace un moño desordenado, pone su música favorita lo más alto posible antes de comenzar a pintar.

Cada que ella tiene una racha de creatividad la aprovecha al máximo, pues es su catarsis personal y su mejor forma de deshacerse de todo lo que guarda en su interior sin tener que asesinar a Edward una y otra vez.

Maggie pudo escuchar levemente la música favorita que sale por las rendijas de la puerta del estudio de Lorelay.

Eso solo significaba que ella estaba furiosa.

O algo muy malo le había pasado.

"James, pasa algo malo?"

Maggie se acerca a su prometido para abrazarlo, pero ella encontra que su amado realiza mil anotaciones rápidas que medio se entendían en un hoja de papel.

Ella esperó pacientemente a su lado, cuando James dió por terminada la ultima llamada le contó lo que había pasado desde la mañana que fue a su oficina vacía de Lorelay hasta que habían llegado a la casa.

"Llamaré a algunos amigos míos para que también me digan si saben algo."

A pesar de que Maggie se había retirado del muedio editoral hacia mucho tiempo, pues había acompañado a James a todas partes, aún conservaba buena amistad entre varios reporteros que tenían algunos contactos en el bajo mundo.

"Hazlo, necesitamos ahora más que nunca toda la información posible."

Dentro de la habitación insonorizada, Lorelay escucha una y otra vez su canción favorita...

Pero en cierto momento las lágrimas le impideron continuar pintando.

Cambio de música pues necesita dejar de llorar para poder concentrarse.

Las canciones duras y melancólicas del nuevo grupo que escucha le ayudan a inspirarse para purgarse por dentro.

Revisando su celular para comprobar la hora, Lorelay se da cuenta que James le había mandado una foto de su oficina terminada.

Ella sonríe al ver el resultado final pues le agrada mucho el contraste femenino y duro de su oficina.

Y aunque estaba satisfecha con el resultado, Lorelay no piensa regresar esa tarde a su oficina a verla personalmente.

La niña siente que tenía que quedarse en su estudio.

Como si el espíritu de su madre también quisiera expresar el odio, rabia,

coraje,

decepción,

rechazo,

desamor,

fatalidad de el amor desgraciado y cruel que alguna vez le propinó a su padre.

Edward en su empresa esperaba que Lorelay regresara pero las horas pasaron.

Ni James ni ella regresaron y no contestaban ninguno de los dos sus celulares.

Edward esperó a que todos los chicos salieran de la oficina nueva y entró para poder descifrar un poco mas de sus gustos.

Escritorio de madera pulida y costosa, sillas blancas que contrastan con el escritorio.

Una alfombra que hace juego con los sillones café de tela deliciosa al tacto y además son muy confortables.

Sillas negras que contrastan con la pared blanca, unas cuantas plantas exóticas, libros de diseño y algo que lo dejó boquiabierto fue la pared llena de algunas pinturas inéditas.

Colgada en la pared frente al escritorio, la pintura que tanto anhelaba.

Ahí frente a él "Los amantes etéreos" se mostraba orgullosa e imponente...

Sus ojos no pueden despegarse de esa obra de arte.

Es como si una parte de su alma estuviera plasmada en esa pintura.

Hermosa, algo fría e impersonal, solo las pinturas le dan un toque diferente, pero no era muy diferente a alguna otra oficina de CEO.

Decepcionado al no poder encontrar algo que le ayudara con los gustos de la chica, Edward regresó a su oficina.

Llamó de nuevo a Paul pero como seguía sin responder.

Tommy tampoco respondía el celular ni el teléfono del bunker, por ello, Edward se vió obligado a llamar a Daniel Black para saber que estaba pasando.

Lara, la esposa de Daniel contestó el teléfono brevemente antes de pasarle a Daniel.

El científico de los Black estaba terminando una droga para regenerar el cuerpo y músculos afectados por heridas de bala o por armas punzocortantes.

"Daniel, donde carajos esta todo el mundo?"

"Paul no me contesta."

"Tommy tampoco contesta en su bunker."

"Se supone que no desaparecemos a menos que hayamos sido capturados."

"Y yo no he recibido alguna llamada de negociación por ellos."

"Así que puedes decirme que pasa?"

Edward no tiene mucha paciencia cuando se trata de sus compañeros Black, pues no siempre siguen las reglas.

Como Paul cuando se iba de "vacaciones"...

"Paul está en el hospital con Carolina, la mano derecha de Bruce."

"Fueron emboscados hace unas noches y ella casi muere."

"Creí que Paul te había contado."

"Tommy se casó en secreto con Teresse y se fueron ayer de luna de miel solo por dos días."

"Uno de los aprendices de Tommy se quedó a cargo del bunker y nuestra seguridad."

"Pero tranquilo, Lara también está vigilando, pues resulta que es muy buena para todo lo digital."

Edward se mantiene en silencio porque no puede creer que ninguno de ellos hubiera tenido al menos la cortesía de haberle dicho algo.

"Me parece que necesitamos una reunión urgente cuando Tommy regrese."

"Iré a ver a Paul."

Edward termina la llamada sin esperar a escuchar lo que Daniel Black tenía que decirle.

Él sale furioso de la empresa para ir a a encarar a Paul en el hospital privado de ellos.

Paul estaba acariciándole delicadamente la mano a Carolina cuando de reojo pudo ver que se acerca Edward a la puerta antes de ordenarle.

"Sal."

Paul esperaba que eventualmente él lo encontrara, por eso esta preparado para todo lo que le preguntara.

"Explica que hace ella aquí."

Paul le contó brevemente lo que les había ocurrido aquella noche.

Como su estupidez casi la mataba y había decidido rendirse ante ella.

"Eso significa que no tendrás mas vacaciones?"

Pregunta Edward pues eso es lo que mas odia de Paul pues con sus aventuras sexuales y descuidos ponía en peligro a todo el grupo.

"Se acabaron las vacaciones para siempre, mi amigo."

"Ella es la única mujer de mi vida a partir de ahora."

"No importa si ella me mata, no me alejaré de ella por ningún motivo."

Edward le pidió su celular, cuando lo tuvo en su mano lo encendió.

Al instante llegaron las notificaciones de las llamadas perdidas y una de ellas le llamó la atención a Edward.

"Uno de nuestros espías te llamó, averigua que información tiene."

Paul llamó al número de nuevo y escuchó solamente antes de colgar.

"El Topo está buscando información acerca de la chica que dejó Bruce a cargo."

"Pero también dice que escuchó que unos hombres entraron después a hablar con él."

"Edward, dice que escuchó que mencionaron tu apellido."

Eso no era una buena señal, pero si era una alerta a tiempo.

Ahora pondría a toda su gente a descubrir que pasaba.

"No vuelvas a apagar el celular."

"Te necesitaré."

"Comprendo que te quedaras aquí hasta que ella despierte, yo lo haría también si se tratara de Em..."

Edward no pudo continuar.

"Investiga lo que puedas, yo haré lo mismo."

Saliendo del complejo médico escondido, Edward regresa a su empresa, algo esta pasando.

Alguien está apuntando a su familia y es el deber de Edward ser mas cuidadoso.

Su abuela podía ser atacada.

Su hermana estaba fuera de peligro con Bruce a su lado, además de que estan bien vigilados en Dinamarca.

Momentos como esos es que Edward agradecía que Emily no estuviera a su lado o ella podría ser un blanco fácil si planeaban hacerle daño.

Podrían secuestrarla y torturarla para forzarlo a hacer algo.

O podrían violarla y matarla...

Tres años sin noticias de su amada Emily.

Tres largos años sin escuchar su risa y su hermosa voz.

Tres años de no poder abrazarla y besarla.

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