El Prohibido Amor de un CEO romance Capítulo 6

Muy temprano esa mañana todos los empleados estaban muy atareados en la mpresa.

El nuevo CEO de la compañía donde Emily estaba trabajando acudiría al edificio.

"Su atención por favor!"

"El día de hoy llega nuestro nuevo CEO a la compañía."

El Gerente interno consiguió llamar la atención de los empleados utilizando su voz grave.

"Les pedimos a todos que demuestren el buen desempeño que han tenido hasta este momento!"

El gerente interno termino sus palabras en esa inesperada reunión matutina.

Acto seguido todas las personas siguieron con sus labores.

Emily había sido ascendida de recepcionista al departamento de Diseño como asistente, cosa que la hacía muy feliz.

Aunque no estaba diseñando nada aún.

Pero podía observar los diseños, ayudar a los diseñadores expertos y aprender de ellos.

La hora señalada para que el CEO arribara llegó, por lo que todos los empleados se alinearon fuera de sus áreas de trabajo.

Respetuosamente guardaron la compostura cuando el nuevo CEO entró al edificio.

"Escuché que ofertó una gran suma de dinero por está compañía..."

"Pero yo no creo que valga tanto!"

Comentó una chica de cabello rubio corto.

"Si yo también escuché eso!"

"Porque querría un CEO como Él una compañía con tiene tan poco valor comercial?"

Respondió su amiga de cabello negro rizado.

Emily estaba de pie detrás de sus compañeras.

Ella pudo escuchar cuando a las mujeres delante de ella cuchicheaban mientras crecía su curiosidad por ver al nuevo CEO.

Entonces, un auto negro de lujo de estacionó en la entrada principal.

El portero de la empresa abrió la puerta trasera del pasajero y...

Él descendió del auto.

Algunas personas como Edward Situ habían nacido para que todos los admiraran

Pues eso fue exactamente lo que sucedió cuando todos los empleados observaron al apuesto, varonil, frío y distante CEO.

Edward con un expresión seria y altiva de ajusto su corbata.

Metió una de sus manos a su bolsillo del elegante pantalón y caminó para a entrar al edificio.

Con un traje azul oscuro de tres piezas, Edward parecía un modelo de ropa elegante y formal.

Su cabello castaño claro elegantemente peinado, su piel blanca sin imperfección alguna.

Con seguridad y porte aristocrático Edward recorrió el pasillo observando de reojo a los empleados que lo miraba fijamente.

Su cuerpo tonificado y musculoso lo hacía ver tan poderoso.

Con solo pocos pasos recorridos, Edward logró que más de una empleada suspirara al verlo pasar.

Uno que otro empleado se sintió impresionado por el fuerte carisma que emanaba de Edward.

Incluso algunos de ellos se sintieron envidiosos y profundamente celosos de Edward!

Sin prestar atención realmente a nadie, Edward llegó por fin al elevador reservado solo para Él.

Cuando las puertas del elegante elevador se abrieron para que Edward pudiera entrar, pudo notar que los empleados seguían haciendole una reverencia respetuosa con la cabeza.

Las puertas metálicas de elevador se cerraron para permitir que los empleados exhalaran sus respiraciones contenidas.

Algunas chicas rieron y comentaron lo hermoso, peligroso y guapo que era el nuevo CEO.

Emily al verlo casi se encogió detrás de sus compañeras rogando para que Edward no la viera.

Porque tenía que ser Edward precisamente el nuevo CEO de la compañía dónde ella había obtenido un trabajo?

Parecía que al destino le gustaba jugar ella!

Emily no lo podía creer!

"Porque a mi..."

Emily de lamento internamente.

A puertas cerradas, los altos ejecutivos estaban reunidos con el nuevo CEO Edward, quien estaba muy enojado.

Edward tenía las cifras, balances y resúmenes de estados financieros de esa empresa.

Y su enfado iba aumentando de manera gradual al enterarse en esos papeles impresos de la mediocre y deficiente administración de la empresa.

Así como también pudo constatar el pobre rendimiento de la misma.

Emily como asistente del departamento de diseño tuvo que acudir a esa reunión junto con Ana, la jefa de ese departamento.

En cierto punto de la tensa reunión, al ser las únicas mujeres, comenzaron a ofrecer té y galletas para tratar de aligerar los ánimos de esa dificil primera reunión.

"No me gustan estás cifras ni los proyectos a desarrollar."

Edward dejó caer los papeles en la pulida mesa de madera con enfado.

"Es que nadie tiene mejores ideas para que la compañía crezca?"

Edward elevó tanto su voz que asustó a todos los hombres sentados alrededor de esa elegante y enorme mesa ovalada.

Emily también se sobresalto por la potente voz de Edward.

Estuvo a punto de sus manos dejarán escapar la taza que estaba por colocar frente al gerente general.

"Ninguno de ustedes tiene más ideas creativas y lucrativas?"

"Porque nadie habla?"

"Les comió la lengua el ratón acaso?"

Edward había divisado a Emily desde que ella había entrado a la reunión junto con otra mujer de mediana edad.

La chica parecía esconderse en todo momento de su penetrante mirada.

Eso lo hacía muy feliz.

Edward en realidad no tenía ni idea que ella estaba trabajando ahí...

Pero ya que ella estaba ahora bajo sus reglas, su nómina y su poder...

"A ver tu..."

"La chica que está sirviendo té."

Edward señaló s Emily con desdén.

"Que ideas tendrías tú para mejorar el rendimiento de tu empresa?"

Edward preguntó con voz seria y prepotente.

"Yo?"

Emily volteó a ver a todos los ejecutivos que la estaba observando atentamente..

"Pero es que..."

Emily titubeó.

Ana, su jefa, esbozó una sonrisa burlona mientras pensaba que esa chica era una tonta.

La verdad es que a Ana no le caía nada bien Emily.

Ana, la jefa de Emily, creía firmemente que su imagen de niña ingenua no era más que una fachada.

Y que en realidad, Emily no era más que una chica calculadora e hipócrita.

"Hola?"

"Puedes hablar?"

Edward tronó los dedos frente a Emily pues de había impacientando.

La chica parecía haberse quedado congelada y muda en su sitio.

Emily recuperó la consciencia al ver y escuchar la acción de Edward.

Ella habló con voz temblorosa y baja debido al miedo.

"Bueno..."

Comenzó diciendo Emily.

"Yo considero que la imágen de esta compañía hacía el público en general no es muy buena..."

"Parece que está dirigida a las personas incorrectas."

"Yo opino que si les dieramos a los futuros clientes una especie de..."

"Tratamiento de celebridad y un sentido de exclusividad asequible nuestras ventas crecerían."

Emily dejó la taza que sostenía en su mano en la mesita con ruedas que estaba a su costado.

Lo hizo porque no quería que la taza siguiera tintineando debido a que chocaba contra el plato por el ligero temblor en sus manos.

"Por ejemplo, si un cliente compra una villa, casa o departamento, podríamos encargarnos del diseño de interiores único"

Emily dijo con voz más resuelta y menos temblorosa.

"Ya veo, puede ser una buena idea..."

Edward replicó.

"Revisaremos todo a detalle."

Edward extendió sus manos sobre la mesa para enlazarlas sin dejar de mirar de forma dominante a Emily.

"La reunión ha terminado, vuelvan todos a sus puestos."

Edward se levantó desviando la mirada de Emily para dirigirse a su oficina.

Emily se quedó congelada observando salir al intimidante nuevo CEO.

Ella se preguntaba en su mente.

Trató de ridiculizarla enfrente de esos petulantes hombres?

Porque le pediría su opinión si ella solo estaba sirviendo el té?

"No creo poder seguir trabajando aquí si Él es el nuevo CEO."

"Ya me ha visto aquí, no puedo quedarme más en esta empresa."

Emily meditaba en esto mientras que se encargaba de recoger algunas tazas de la enorme mesa.

"Emily, regresemos a nuestro departamento."

"Deja que el personal de limpieza se haga cargo."

Mientras caminaba al lado de su jefa, Emily pensaba ya en redactar su carta de renuncia.

Casi 6 tranquilos meses trabajando en esa pequeña empresa...

Y ahora tenía que volver a buscar empleo debido a que Edward Siru siempre parecía querer arruinar su vida!

Emily suspiró mientras miraba la hoja de su renuncia.

parecía que ella jamás conseguiría un puesto de diseñadora junior.

La hora del almuerzo llegó, por lo que Emily entregó su carta de renuncia en Recursos Humanos.

Con resignación, comenzó a limpiar su espacio de sus cosas personales.

Con un último vistazo salió de la empresa para comprar algo rápido para comer.

Emily no quería irse a mediodía.

Ella quería terminar su jornada y tener la oportunidad de despedirse de algunos sus compañeros que había sigo amables con ella.

Mirando al cielo azul, Emily respiró um momento su intranquila calma.

No habían pasado ni dos minutos de que Emily había llegado al departamento de diseño, después del almuerzo, cuando Ana su jefa, tuvo un encargo para ella.

"Emily, envía este contrato a este correo."

"Es bastante urgente."

Ana, la jefa le extendió una USB portátil con la información mencionada dentro

"Cuando termines de enviarlo con copia a todos los departamentos, imprímelo y llévalo al CEO para que lo firme."

Emily se sorprendió por la extraña tarea asignada.

"Jefa nunca he hecho está tarea antes.."

"Además, ya casi es hora de mi salida."

"Me tardaria más de la hora de salida para terminar de imprimir todo el contrato."

Emily replicó, pues ya estaba preparaba para irse a su departamento.

"Aún es horario laboral y es una orden del gerente general."

Ana le dió una mirada de desprecio a la niña.

"Es tu deber cumplirla de inmediato."

Después de pronunciar sus dirás palabras, la jefa se dió la media vuelta para dejar a Emily anonadada.

Cuarentena minutos fue el tiempo que le llevo a Emily acompletar con exito la tarea asignada.

Molesta, fastidiada y ansiosa de salir de ese lugar, Emily tocó tímidamente la puerta del CEO.

"Adelante."

La firme voz de Edward se escuchó desde dentro de su oficina.

Emily entró con sigilo en ella.

Con voz suave y algo temerosa ella habló.

"Jefe, le entrego la copia del contrato de diseño para que lo firme."

Edward no alzó la vista de los documentos que estaba leyendo.

Solo extendió la mano para recibir los documentos que Emily traía en sus brazos.

Edward los tomó dejándolos frente a Él.

Cuando Emily se retiraba en silencio, Edward la detuvo.

"Espera empleada."

"Déjame revisar esto de inmediato."

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