El Prohibido Amor de un CEO romance Capítulo 173

"Es como de fantasía hecha realidad!"

"Todo parece salido de un cuento de hadas moderno y real!"

Elizabeth exclama mientras deja la tablet en su regazo ya que está sentada con las piernas cruzadas tomando una bebida exótica en ese paradisíaco y lujoso dónde Bruce y ella están disfrutando su luna de miel.

"Siento algo de envidia..."

"Todo se ve tan bello y espectacular!"

Bruce, quien acaba de tomar una ducha y se pasea sin secarse solo con un boxer oscuro mira la tablet también.

La imágen transmite en vivo la entrada triunfal de los novios al jardín de eventos donde se realizara la fiesta de la boda de la gran artista plástica Aurora y su ahora esposo Dániel.

"Envida?"

"Porque?"

"Sabes perfectamente que todo es un show, por eso es que es tan fabuloso."

Bruce responde mirando la carita triste de su hermosa esposa.

Él le quita la tablet de la mano dejándola en el mueble al lado de la enorme y fresca cama donde ahora ambos están sentados.

"Tu eres mi reina."

"Eres la reina del inframundo y tu boda fue en un castillo en Dinamarca."

"Eso no fue suficiente para ti?"

Elizabeth mira a los ojos a su esposo y solo puede ver el amor que sienten los dos.

"Si..."

"Pero no puedo evitarlo!"

"Es el sueño de toda niña casarse como si fuera una princesa de cuentos de hadas!"

Responde Elizabeth haciendo un pequeño puchero.

"Tu no te casaste con un príncipe, soy el rey del inframundo, soy como Hades."

"Tu eres mi reina de la oscuridad y ambos reinamos."

"Somos intocables por la eternidad."

Sus palabras reconfortan a la niña quien sabe que Bruce no es ningún príncipe azul, sino uno de los angeles caídos.

Un ángel hermoso, peligroso, delicioso, oscuro...

Un ángel que invita a pecar tanto y tan bien!

Elizabeth se sienta en su regazo como una niña consentida, como lo que ella fue antes, pero esa actitud es lo que más le gusta a Bruce.

Ella es una gran niña que ama y consiente hasta el infinito.

"Lo se, solo me dió un poco de envidia."

"Lo siento."

Responde ella en un susurró.

"No te disculpes, eres una mujer normal."

"Deben haber miles de mujeres que se sienten como tu ahora, suspirando al ver esa pareja de ensueño."

Indica Bruce acariciando las piernas desnudas de su esposa.

"Pero te recuerdo que todo es por una buena causa, todo es patrocinado."

Elizabeth toma la mano de Bruce antes de acariciarla un momento para después colocarla sobre su estómago todavía plano.

Ella quiere decirle acerca de su embarazo, decirle de sus bebés!

Pero aún no es el tiempo adecuado.

Pues, si por alguna razón perdiera a los bebés, esa noticia los devastaría a los dos.

La chica se hinca en la cama sentándose sobre el regazo de Bruce, moviendo sus caderas descaradamente sobre la dura erección de su esposo.

"Hazme olvidar todo."

"Demuéstrame lo bien que ardemos en el infierno los dos."

Susurra con lujuria sucia Elizabeth mirando con hambre a su esposo.

"Quiero olvidar mi nombre y solo recordar el tuyo."

Bruce no la hizo esperar pues devora los labios de su reina con brutalidad caliente.

Los labios se movían, las lenguas se enredan y desenredan dentro de las bocas.

Las manos recorren con impaciencia con desenfreno, con amor, con arrebato la piel del amado.

Los jadeos dieron paso a gemidos excitantes.

Los dedos expertos de Bruce desatan el top del bikini de su esposa dejándola expuesta para que él disfrute de su cuerpo.

Al ser más fuerte y grande que ella Bruce maneja y mueve a la delicada Elizabeth sin esfuerzo.

Cargandola un segundo para deshacerse de su boxer oscuro, el miembro de Bruce palpita de ansiedad y deseo.

Recargado contra la cabecera de cama mientras está sentado en la cama, Bruce conduce a Elizabeth hacía abajo para que su miembro se encaje por completo dentro de la humeda intimidad de su esposa.

Elizabeth rodea el cuerpo se esposo con sus brazos.

Ambos se quedan sentados frente a frente, desnudos y besándose por unos minutos, disfrutándose inmensamente.

Despacio, sin prisas, ambos se mueven despacio, provocándose, rezándose, retorciéndose contra la piel del otro.

Se miran a los ojos y sonríen pues el placer empieza a ser intenso.

Bruce no soporta más la tortura, por lo que carga a Elizabeth para profundizar sus penetraciones hasta el fondo, provocando que Elizabeth grite su placer echando su cabeza hacia atrás.

Las uñas de la chica se entierran en los hombros y espalda de su amante excelso.

"Esto no lo haría el príncipe azul de tu cuento."

"Solo lo hago yo que soy un ser del infierno."

Gime Bruce mientras hace rebotar a su esposa de arriba abajo, clavándose a fondo en su grosor caliente!

"Quemame!"

"Arrasame amo de la oscuridad!"

"Adoro que me arrastres a tu oscuridad!"

Grita Elizabeth mirando a su esposo con ojos llenos de lujuria y pasión oscura.

"Sigue mi oscuro...."

"Amo...."

"mmmmmhhhh..."

"No.... no...."

"No pares!"

Ninguno habla más.

Los gemidos, gritos y gruñidos toman el control.

Las sensaciones maravillosas intensas escalan rápidamente asfixiando a los amantes quienes caen a lo profundo del placer oscuro mientras que de la tablet se escucha el sonido fuerte de los aplausos.

"Ahora, el primer baile de los esposos Aurora y Dániel!"

"Denles otra ronda de aplausos por favor!"

Todos los invitados en el elegante jardín de eventos aplauden de pie a los esposos quienes se colocan en el centro de la pista.

Todos se sientan.

Los nuevos esposos escuchan la melodía "Thinking out loud" de Ed Sheeran en el ambiente por lo que comienzan su rítmico baile.

"Te amo."

Susurra amorosamente Johana hacía Dániel.

"Te amo más, por la eternidad, más allá de la muerte, en la siguiente vida, te amaré."

Responde Dániel.

"Son tan lindos, derraman miel por todos lados!"

Carolina los mira bailar sonriendo felices, brillando y resplandeciendo de felicidad.

Después de la inusual petición de mano frente a todos sus amigo, Carolina ahora no puede parar de contemplar su anillo de compromiso pues ella quiere convencerse que todo es realidad.

Que es verdad.

"Te prometo una boda espectacular como esta mi amor."

"Una boda elegante, hermosa y lujosa."

Carolina silencia a Paul colocando uno de sus dedos sobre los labios de su prometido.

"No quiero nada de esto."

"No quiero boda por la iglesia, solo una boda intima, con nuestros amigos que apreciamos."

Enfatiza Carolina.

"En verdad no quieres una boda así?"

"Grande, fastuosa?"

Cuestiona Paul dudoso.

"Un fiesta si, donde haya mucho vino, whisky, diversión, apuestas, deliciosa comida."

"Una fiesta donde podamos ser nosotros mismos, pero tu quieres casarte en la iglesia Paul?"

Cuestiona Carolina cuando nota algo de decepción en los ojos de Paul.

Ella no quiere herir los sentimientos de su prometido.

"Lo que tu quieras quiero."

"Lo que tu prefieras será."

"Yo solo quiero que seas mi esposa ante todos, no me importa la fiesta, la iglesia, solo me importas tú."

Declara enamorado Paul.

"aaawwww!"

Exclaman al unisono Maggie, Carolina y Lorelay al escuchar la hermosa y desinteresada declaración de amor de Paul.

Carolina toma el rostro de su amado prometido con sus manos para besarlo tiernamente con los ojos cerrados.

"El mujeriego ahora depende de una sola mujer."

"Y la mujer de hielo ahora es tierna y cálida!"

"El amor en verdad cambia a las personas para bien!"

Maggie susurra en el oído a Lorelay mirando a los prometidos besarse.

Ambas coinciden en que son ciertas sus palabras pues ellas ya experimentaron el cambio.

James era duro, con otras personas no era tan amable.

Pero con Maggie es ardiente amante, tierno y delicado en su trato con ella.

Edward antes era un demonio cruel, hijo de puta, bastardo, frío y hermoso.

Ahora es un demonio hermoso que solo Lorelay supo domesticar.

"Nadie le dijo señorita Lorelay que es de mala educación susurrar a las espaldas de los demás?"

Edward jala a Lorelay a su lado, al mismo tiempo que James hace lo mismo con Maggie para susurrarle algo al oído y reírse los dos felices.

"Solo comentábamos lo cambiado que está Paul con Carolina y ella también, comentamos que cambiaron para bien los dos, no es nada malo..."

Lorelay toma su bebida.

Edward la observa mientras el líquido baja despacio por su garganta.

La música termina y de nuevo los aplausos ensordecedores se escuchan.

Los esposos sonríen felices abrazados mientras agradecen.

"Daremos paso al baquete, por favor si alguien quiere felicitar a los recién casados, es momento de hacerlo!"

El director del evento, un locutor famoso en esa ciudad da la indicación para que las personas se levanten y extiendan sus felicitaciones, regalos y buenos deseos a la feliz pareja.

En la entrada del jardín una mesa adornada delicadamente tiene las cajas de regalos,

sobres con cheques de dinero en efectivo,

llaves de autos, de yates,

llaves de un departamento en Bahamas,

otro departamento en Hawai

y varios certificados costosos de joyas, ropa

y acciones en la bolsa de valores.

Todos los invitados fueron seleccionados para asistir a esa boda.

La más celebrada,

la más esperada,

la más comentada.

Los en vivo y las transmisiones en vivo en todas las plataformas saturaron el internet, rompiendo récords de audiencia, de comentarios y de todo.

Muchas estrellas de esas plataformas ahora transmiten todo en directo, logrando millones de espectadores a nivel mundial.

El jardín rebosa de flores blancas,

de exquisito olor a naturaleza.

Las mesas con manteles blancos y cestas de flores y luces.

La pista de madera para bailar,

el refinado banquete,

los mejores meseros y meseras los atendían,

la música soberbia.

Todo esta perfectamente planeado a conciencia.

Dániel y Johana estuvieron rodeados de personas que los felicitan y les agradecen que usaran sus marcas en las vajillas, vinos, comida, sus servicios, su catering, todo.

Es la segunda copa que Lorelay se toma ante la atenta mirada de Edward quien decide mirar un momento a otro lado...

"Esto es hermoso!"

"Los decoradores de bodas se sacaron un mil!"

Exclama maravillada la abuela Freda mirando el esplendor del jardín.

"Averiguaré quien organizo todo esto y lo contrataré para la boda de mis nietos Freda."

Declara la abuela Situ.

"Nuestros nietos Aline."

"Son nuestros Aline o ya te está entrando el alzheimer y no recuerdas que mi nieta es Lorelay?"

Bromea la abuela Freda con su amiga.

"Tomate tu vino vieja arpía, te hace daño no tomar vino después las cinco."

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