El Prohibido Amor de un CEO romance Capítulo 44

El viento emitía pequeños silbidos cuando se filtra por las rendijas de la ventana.

El sonido de las palmeras moviéndose aumentó gradualmente.

Las espesas nubes grises se amontonaron en el cielo.

Emily acostada junto a Edward sintió un poco de frío por lo que se acurrucó junto al cuerpo cálido del hombre a su lado.

El mar embravecido, hacía que las olas rompieran con más fuerza contra la playa.

Emily soñó con un día lejano al estar inconscientemente escuchando los ruidos en la playa.

En ese sueño, ella veía todo gigante,  una mano más grande que la suya la guiaba atrás de unas enormes rocas en una playa.

Sin ver con quién estaba, ella sintió que se ponía de cuclillas para esconderse de alguien que los perseguía.

Emily escuchó el rumor del mar cerca de ella.

De pronto, la mano la jaló y Emily se vió corriendo por una playa hacía unos matorrales para escapar.

Cuando volteó a ver de nuevo,ella  estaba sola.

Perdida en medio de una gran prado, asustada, fría y mojada por el mar.

Nitidamente pudo sentir las lágrimas le caían por las mejillas, pues ella tenía mucho miedo.

Sobresaltada por el sueño, Emily despertó con una sensación de opresión en el pecho y malestar general.

Tuvo la sensación de que ya había soñado eso antes...

O lo había visto antes en algún lado.

Edward dormía profundamente a su lado, Emily  escuchó el furioso rumor de las palmeras y el mar.

El viento comenzaba a golpear aún más fuerte contra el cristal de la ventana.

Buscó en su celular la hora y comprobó que eran las cuatro de la madrugada.

La noticia de una depresión tropical que  golpearía ese mismo día toda la franja costera donde ellos estaban la alarmó.

El clima es imprevisible como la vida, pues en las noticias habían asegurado  que habría sol y excelente clima en los días siguientes.

Desilusionada, Emily se asomó por la ventana.

Pudo ver varias sombrillas y camastros volteado debido a la fuerza del aire

"Creo que tendremos que irnos antes de que llegue la tormenta."

Pensó Emily quien volvió a acostarse.

Con su celular todavía en la mano, Emily le tomó una foto en secreto a Edward.

En esos pasados días parecía que Él dormía más pacíficamente que antes.

Al menos ya no fruncía el ceño al estar dormido.

De no ser por la forma tan horrible como la había tratado cuando lo conoció por primera vez, ella estaría completamente loca por Él.

Emily estudió su cara y sus facciones.

Simplemente era demasiado guapo.

Demasiado apuesto.

Parecía un modelo masculino de alguna revista de modas.

Aunque ella sabía que tan malvado es.

Ayer en las calles, Emily se había sentido insegura y celosa de todas aquellas jovencitas que a su paso le sonreían o le coqueteaban abiertamente a Edward.

Que pasaría ahora que regresarán a la vida normal donde Edward era el frío y distante CEO?

Ella solo era una empleada más de sus empresas.

Emily se recostó boca arriba y miró el techo reflexionando esto.

Estas vacaciones habían sido toda una aventura y un sueño.

Desafortunadamente, como todos los sueños, debía de terminar alguna vez.

Y el sueño que ella estaba viviendo podría acabar ese mismo día.

"Pero aún querrá que siga cocinando para Él?"

"Y el departamento..."

"Porque me lo habrá dado y permitido que yo lo diseñará?"

Emily tenía mil preguntas en su cabeza.

Ella sola intentaba ofrecerse respuestas, aunque no sabía a ciencia cierta cuáles eran las respuestas correctas.

Edward descansaba feliz, ajeno del conflicto interno de Emily.

Incapaz de volver a dormir, Emily se puso una bata y se sentó en el sillón de la habitación para ponerse a revisar sus redes sociales.

Varias fotos de Flora con Ryan la hicieron sonreir.

Se veían tan felices y enamorados.

Eso la llenaba de alegría y felicidad.

La empresa de diseño había anunciado que en unos días publicaría la nueva convocatoria para el concurso de diseño del logo y un slogan.

Emily se emocionó al ver los ceros del premio.

Ella pensó que con ese dinero podría pagar una parte de la operación de su padre.

De ese modo, Edward no pagaría por toda la operación.

Revisó sus notificaciones y algunas noticias.

Una de ellas decía que Elizabeth Situ tenía un noviazgo apasionado con James, el joven pintor.

Shirley posteó una foto  como la prometida de Edward Situ.

Emily recordó el día que la conoció en el departamento.

Una foto de Shirley y Edward abrazados posando felices junto a sus padres hizo sonreír tristemente

a Emily.

Ella jamás podría aspirar a ser fotografiada así con Él o a ser su prometida.

Los comentarios en sus fotos destacaban lo guapa y sensual que era Shirley.

Además de que elogiaban su refinada educación y capacidades el campo laboral y empresarial.

"Son una pareja ideal."

Se dijo Emily a si misma.

Había aceptado está "relación" con Edward solo por su padre.

Recuperado su padre cortaría todo lazo con Edward definitivamente, eso lo tenía claro.

Un suspiro corto se le escapó.

Emily anheló encontrar otro trabajo en otra empresa de diseño.

En otra ciudad y encontrar un novio que la quisiera de verdad.

Uno que no intentara violarla y que ella no representara una apuesta.

Edward no era su novio ni su prometido.

Solo eran amantes y acompañantes en ese viaje y por un tiempo.

Nadamás.

El odio los había reunido.

Ella esperaba que no se separaran con odio.

El viento aumentó su fuerza y velocidad y arremetió contra la playa.

Edward despertó a las ocho dela mañana.

Encontró a Emily dormida en el sillón, con el celular en la mano.

Edward se acercó para quitarle el celular de la mano y la pantalla se iluminó.

Edwardy pudo ver la noticia del compromiso de Él y Shirley.

Frunció el ceño al recordar eso.

Edward dejó el celular de Emily a un lado.

El viento llamó la atención del hombre.

La marea era muy fuerte a esa hora de la mañana y el cielo estaba encapotado y gris.

"Tal vez debamos irnos ya."

Pensó Edward.

Marcó el número de su avión privado.

"Señor Situ, si se da prisa, aún puede salir a las nueve y media de la mañana."

"Pero si llega después tendremos restricción de vuelos debido al viento que incrementa su velocidad a cada momento."

"No solo es una depresión."

"Parece un huracán formándose rápidamente."

Le comentó por celular el piloto.

"De acuerdo, me daré prisa, prepara todo."

Edward colgó.

"Emily, Emily, despierta."

"Debemos darnos prisa e partir antes de que empeore la tormenta"

Edward habló moviendo a la chica suavemente por los hombros.

Emily escuchó la voz de Edward a la lejanía.

Ella lentamente abrió los ojos.

"Ya nos vamos?"

Cuestionó ella bostezando.

"Si, prepara tu maleta."

"Tenemos menos de una hora para llegar al aeropuerto e irnos."

"Un huracán se acerca."

Comentó Edward con algo de ansiedad.

"Esta bien, me daré prisa."

Emily se levantó del sillón.

Dirigiéndose al armario, sacó las maletas para guardar todas sus cosas.

Edward comenzó a guardar sus cosas también, ambos estaban muy apurados.

Muchas personas también habían empacado y estaban en la recepción  haciendo check-out con urgencia.

Las noticias decían que el huracán había sorprendido a los meteorólogos por su rápida aparición y fuerza.

Edward, por ser un cliente VIP solo tuvo que entregar la llave e irse.

El maybach negro ya los esperaba afuera por lo que ambos subieron para resguardarse de la lluvia que comenzaba a caer.

Era una lluvia con viento tan fina que dolía cuando impactaba contra la piel.

Emily se arrepintió de haberse puesto un vestido sin mangas y sus sandalias.

Hacía frío y toda su demás ropa estaba guardada en la maleta.

"Edward, podremos regresar a la ciudad antes de que llegue el huracán?"

Preguntó nerviosa Emily al ver que el viento rompía algunos adornos de las calles y volteaba sombrillas.

"El piloto nos espera a las diez dela mañana."

"no te preocupes, estaremos bien."

La reconfortó Edward aunque por la intensidad del viento, comenzaba a dudar.

Llegaron al aeropuerto solo para descubrir que no solo ellos se habían quedado varados ahí, sino también un montón de turistas enojados.

Todos los vuelos comerciales habían sido cancelados desde las nueve y media de la mañana.

Se instaba a los viajeros a reagendar sus vuelos para después de que pasara la intensidad del huracán.

Además se les pidió que buscaran refugio.

Edward entró por una pista privada y el piloto le explicó que era peligroso volar así.

"Pero podremos llegar?"

Preguntó Edward ansioso de salir de ahí.

"No puedo asegurarlo señor Situ, pero podemos intentarlo."

Comentó el piloto quien  comenzó a subir las maletas al avión.

"Vamos, deberás caminar más rápido para tratar de no mojarte tanto."

Edward habló hacía Emily, pues la fina lluvia comenzaba a disminuir.

Emily salió del auto y corrio hacia el avión agarrada del brazo de Edward para no resbalara y cayera.

Ambos se sentaron en los asientos del avión, un poco empapados y jadeantes.

Ellos se abrocharon los cinturones.

El piloto se dirigió a la pista y esperó instrucciones de salida.

Ambos veían por las ventanillas nerviosos.

"Señor Situ, negaron nuestra partida."

"Es muy peligros volar así, nos estrellaríamos enseguida."

Informó el piloto.

Condujo a Edward a la cabina para que Él mismo escuchará las indicaciones de torres control.

"Repito, nave privada XCRS, NO tiene permitido salir."

"Repito, tiene NEGADO despegar, pues las rachas de viento lo derribara antes de alcanzar una altura segura."

"Repito, NO puede despegar, escuchó nave privada?"

Un hombre repetía por la radio.

Edward golpeó el asiento del piloto impotente y regresó con Emily.

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