El Prohibido Amor de un CEO romance Capítulo 196

"Sabía que algo así podría pasar Freda."

"Sin sus guardianes a su lado tu nieta Lorelay se siente perdida."

Declara Arana por celular.

"Esto es anormal."

"Pensé que había sanado por completo las heridas de su roto corazón."

"Pero puedo ver qué las heridas son demasiado profundas y dolorosas para mí nieta."

Responde la abuela Freda del otro lado de la línea telefónica.

"El amor siempre es doloroso Freda."

"Nadie mejor que nosotras sabe que el amor duele y mucho."

"Nuestros esposos nos hicieron sufrir mucho también."

Declara Arana pensando en su finado esposo.

"Tienes mucha razón Arana."

"Mi esposo me hizo sufrir mucho..."

"Demasiado diría yo."

"Pero ese dolor nos unía profundamente como ahora une a nuestros nietos."

"Pero ahora tenemos el poder de ayudarlos para que no sufran como lo hicimos nosotras."

Declara la abuela Freda.

"Tienes razón Freda."

"Les comunicaré a los guardianes de tu nieta que deben regresar de inmediato."

"Siento pena por mi pobre Amairani..."

Suspira la gran Arana con pesar

"Ella estaba sanando su oscuridad gracias a Johana."

Arana mira a la chica a lo lejos quien ríe felizmente.

"Cuando mi nieta Lorelay este casada y embarazada te prometo que Johana regresara a con tu protegida."

"De esa forma tu también podrás convertirte en abuela."

Declara la abuela Freda pues sabe del deseo oculto de Arana.

"Nada de eso Freda."

Niega la gran Arana.

"Amairani no debe tener bebes nunca."

"Tu sabes que sería su maldición y perdición quedar embarazada."

"Por mas que yo desee convertirme en abuela, eso no podrá ser posible."

Asevera con dureza Arana.

"Sabes que nada es imposible para nosotras Arana."

"Permítele a tu protegida ser una mujer completa, deja que la vida siga su curso."

Intercede la abuela Freda por el bien de Amairani.

"Meditate ese tema después."

"Lo importante ahora es que los guardianes de tu nieta de marchen hoy mismo."

"De esa forma podré preparar a Amairani para su operación."

Arana planea ya lo que hará con su protegida al igual que la abuela Freda con su nieta, por lo que ambas terminan su conversación por celular.

"Niña, ven acá."

"Dile a tus amigos que necesito verlos de inmediato."

Arana llama a Amairani mientras se sienta en una silla de playa.

La gran mujer tiene un presentimiento de que algo esta por ocurrir.

Algo que no es bueno.

"Comandante, revise el perímetro, presiento algo..."

Ordena la gran Arana y el Comandante obedece.

El hombre conoce bien las "corazonadas" de la mujer las cuales siempre indican que algo malo esta por ocurrir.

Y ella siempre acertaba.

Gritando sus órdenes, hombres del Comandante revisaron dos veces el perímetro.

Las cámaras de seguridad enfocaron todo el lugar y vigilaron incansablemente las entradas y salidas.

Incluso se vigiló el espacio aéreo.

Toda la propiedad se puso bajo estricta vigilancia.

"Arana, que pasa?"

Cuestiona Amairani.

"Tengo una corazonada niña."

Responde Arana.

"Despídete de tus amigos ahora mismo "

"Ustedes niños, otro día platicaremos."

"Es momento que se marchen."

Arana empuja a los chicos para que caminen hacia un auto mientras sigue hablando.

"Su protegida los necesita pues ella escapó de su alma gemela."

"Su oscuridad interna la está atrayendo a un agujero negro del que solo ustedes pueden sacarla."

Amairani quiere decir algo pero sabe que no puede interrumpir a Arana.

"Cuando vean al causante de la amargura y dolor de su protegida..."

"Háganle saber que su indecisión le costará muy caro."

"Ustedes saben que si nuestras protegidas no son contenidas son una inmensa fuerza destructora."

"En mi caso yo dirijo esa fuerza oscura para que Amairani sea sanguinaria con sus enemigos."

"Pero su protegida esta paz y no tiene como canalizar esa energía."

"Por lo que deben regresar y drenar esa energía o algo malo podría pasarle."

Dániel y Johana escuchan en silencio las palabras de la gran Arana antes que el sonido de un dron se escuchara a la lejanía.

Todos voltearon a ver al aparato que comenzó a emitir unos leves sonidos agudos.

"Eso era, váyanse ya!"

"No deben de verlos con nosotros!"

"Marchense ya!"

Gritaron alternadamente Arana y Amairani.

Dániel y Johana cubren su rostro antes que los hombres armados de la jefa disparen contra el dron para derribarlo.

Cuando el dron cae al suelo estalla para lanzar miles de esquirlas por todos lados.

Esas esquirlas emiten una señal que permite rastrear la ubicación de la jefa y de toda su gente, por lo que rápidamente varios hombres armados tratan de destruir las esquirlas regadas por todas partes.

Dániel y Johana se meten al auto para salir de ese lugar cuando escuchan disparos y gritos de hombres detrás de una roca.

"Repliéguense!"

"Los hijos de puta están detrás de las rocas!"

"Protéjanse con los escudos!"

Grita el Comandante.

"Protejan a la jefa!'

"Saquen a Arana y la mercancía de aquí, muévanse pedazos de mierda!"

El Comandante vocifera sus ordenes.

La jefa ya está protegida por un círculo de hombres armados los cuales caminan con ella para protegerla para que ninguna bala pueda matarla.

"Debemos ayudarlos Dániel!"

Exclama preocupada Johana.

"Lorelay nos necesita, no escuchaste lo que dijo Arana?"

"Lorelay huyó de Edward, no sabemos donde está y como está, ella nos necesita!"

Indica Dániel tratando de hacer entrar en razón a su esposa.

"Amairani también nos necesita!"

"Podemos con esto, por favor!"

"Se que es lo correcto Dániel!"

"Lorelay está en buenas manos, lo sé."

"Ayudemos hasta que estén a salvo por favor Daniel!"

Suplica Johana con vehemencia.

"Pero deberemos ser sombras, de acuerdo?"

Cede Dániel quien también quiere ayudar.

Cuando el auto dio la vuelta Arana ya los esperaba con ropa y máscara oscura como las que la gente de la jefa usan.

"Tomen estos elixires del poder."

"Su efecto solo dura una hora, pero será más que suficiente."

Dániel y Johana beben los elixires para ir combatir pero no quieren dejar a Arana sola.

"No se preocupen por mi, se cuidarme sola."

"La edad solo es un número, no creerían de lo que soy capaz."

Una detonación cerca de la casa de la playa causa un desprendimiento de fragmentos de roca los cuales caen sobre la playa.

Antes de cubrirse el rostro por completo los esposos se dicen que se aman y se besan para después correr a donde se escuchan los disparos y gritos de hombres.

El Comandante observa dos sombras negras correr y esquivar las balas que los persiguen.

El hombre se siente en una película de acción viendo algo imposible.

Con gran agilidad las sombras corren y derriban a los rivales, los noquean y rompen sus armas.

Uno de los enemigos toma una granada para lanzarla a donde está la jefa pero Johana fue más rápida por lo que logró quitársela para lanzarla a un acantilado.

La explosión hizo que toda las piedras se desprendieran en grandes y peligrosas partes.

"Retírense, retirada!"

Gritaron los hombres, por lo que las sombras como los enemigos corrieron rápidamente a la arena para alejarse de las piedras.

Ese momento de confusión fue aprovechado por el líder del grupo rival que furtivamente se colo por un costado para tomar colocar un cuchillo en la garganta de Amairani.

El ruido y la conmoción le dieron ventaja, por lo que cuando el Comandante volteó a ver, su corazón se detuvo al ver a su amada con un hilo de sangre corriéndole por su pecho.

"Sueltala cabrón!"

"Como te atreves a hacerle daño!"

El comandante grita mientras se acerca corriendo.

Las sombras también corren desde otro lado para que los vea llegar y de ese modo liberar a Amairani.

Las sombras observan muchos hombres enemigos acercarse con artillería pesada, por lo que dejan que el Comandante se haga cargo de salvar a Amairani mientras ellos se encargan de los rivales.

El poder que corre por las venas de las sombras debe ser agotado, por lo que los dos hacen gala de todos sus movimientos, incrementados por la adrenalina.

Uno por uno los más de veinte hombres rivales yacen en el suelo, algunos muertos, otros desmayados, pero el drama que se desarrolla en la playa está por empeorar.

"Te dije que la soltaras ya Camacho!"

"Suéltala ya cabrón hijo de puta!"

Demanda el Comandante al líder rival.

"Nunca Comandante!"

"Esta putita me hecho a perder un cargamento para China, Rusia y Japón."

"La maldita mafia ha estado tratando de matarme todo por la culpa de esta puta!"

Vocifera el líder apellidado Camacho.

"Y ahora que la tengo en mis manos verás morir a tu protegida ante tus ojos de forma dolorosa y agonizante."

"Traigan a la vieja!"

Solo ocho hombres de la banda rival, aún siguen con vida, dos hombres llevan de ambos brazos a Arana para ponerla de rodillas en la arena.

"Primero mataré a tu abuela."

Declara el jefe rival.

"Pues esa hija de puta dió la orden de hacer explotar mi nave en mar abierto."

El hombre declara mientras sigue sujetando el cuchillo contra la garganta de la chica.

"Y después te abriré como cerdo en canal pero primero..."

"Te violare frente al comandante."

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