Ella es mi medicina romance Capítulo 24

Narra Pablo

Es cuando estamos todos en el comedor que me percato de la vergüenza que me hizo pasar Paulina. Esa Paulina sin duda, sabe mucho a pesar de su corta edad. Como sabe que estoy furioso con ella desde que me hizo correr desnudo por la casa, se fue quién sabe para dónde con Estiben, definitivamente que Dios los hace y ellos se juntan.

Mí hermano, mi increíble hermano mayor se marcho con ella, respaldando las travesuras de Paulina. Esto es increíble.

Subo a mi habitación a cambiarme y liberar mi enojo. Ya cuando logro calmarme es que bajo a reunirme con los demás.

— Hijo —dice mi madre llamando mi atención— deja esa cara de mal genio y come un poco.

— Sí —dice Ismael — porque ni Paulina ni Estiben vendrán por hoy.

Golpeó la mesa del comedor, asustando a los presentes.

— Esa Paulina me las va a pagar —digo furioso—.

Todos controlan su risa y yo los miro mal.

Vamos Pablo —dice Javier — admite que la venganza de Paulina estuvo genial, si hubiera sabido lo que iba a hacer me hubiese quedado aquí. — se burla.

Javier y los demás chicos no estaban presentes cuando todo sucedió, afortunadamente. Pero en el tiempo que dure en mi habitación, les sirvió mucho para ponerse al día con lo que pasó en si ausencia.

— Rayos, de lo que me perdí —dicen Javier, Harry, Fred y Aidan al unísono —.

Causando que todos los que sí presenciaron mi momento vergonzoso comienzan a reírse.

— Sí, definitivamente fue épico —dice Miguel —.

— Yo no le veo lo épico —digo rabioso—.

— Vamos, Bro —dice Harry — admite que desde que llegó Paulina a esta casa han tenido mucha diversión, donde tú eres el que sacrifican, pero al fin de cuentas diversión es diversión.

— ¿Diversión? —pregunto incrédulo— Paulina apenas lleva unas pocas semanas aquí y ya me ha despertado con agua fría, golpeado en mis partes nobles, vomitado hasta más no poder y me ha quitado la toalla haciéndome correr por toda la casa desnudo. Vaya, tu definición de diversión me abruma.

— Hey, Pablo. Pero en teoría Paulina no tiene la culpa de que la persiguieras desnudo —dice Fred— Ella solo te quitó la toalla, tú fuiste el que llegaste desnudo aquí. Y en eso ella no te obligó.

— ¿Y como reaccionarias si estás hablando con alguien y ella te quita la toalla? —pregunto enojado—.

— Simple, buscaría con que cubrirme antes de hacer cualquier otra cosa —dicen Harry, Javier y Fred al unísono—.

— Hasta te responden en coro — se burla Ismael.

— Yo no amigo, Paulina es muy linda. Así que .... —dice Aidan—.

— Cállate, Aidan —digo interrumpiéndolo—.

Es cuando agradezco mentalmente que solo estemos los chicos, ya que de estar mí mamá o mi abuela las mataría por su imprudencia.

— Además, según lo que nos han contado. Paulina te baño con agua por una mentira de Miguel —dice Javier mirando al mencionado—.

— Si, a mí me consta, ya que yo también caí en la mentira —dice Ismael mirando mal a Miguel —.

— Segundo —dice Fred— si Paulina te golpeó en tus partes íntimas, me imagino en qué situación la tenías para que ella reaccionara así.

— Y tercero —dice mi mamá entrando al salón— Paulina te vómito por tu culpa, ya que, la tenías en el hombro y dando medias vueltas cada vez que ibas a hablar con Daniela. Que digo hablar, discutir. Lo cual, era muy seguido, sin contar que ella te dijo que la bajarás muchas veces, así como también te dijo que se sentía mal —puntualizó cruzándose de brazos—

— Vaya —digo indignado— ¿De parte de quién están?

— De la verdad —responden al unísono—.

— Esto es increíble. Si estuviera en un juicio, ya hubiera perdido el caso gracias a ustedes.

— Además, mi querido hijo —dice mi madre— ¿No te has dado cuenta que a ti te gusta todo eso? Porque si te molestaras no siguieras cerca de ella. Digo, por prevención.

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